La Asociación de Madres y Padres (AMPA) del IES La Azucarera de Zaragoza han hecho público un comunicado en el que manifiestan su "más profunda preocupación" por la falta de respuesta del Gobierno de Aragón ante las sucesivas quejas de masificación en dicho instituto. Situación que -según afirman- responde a un problema estructural, "problema que se ha venido sufriendo regularmente desde la puesta en marcha del instituto en el año 2007, a pesar de las posteriores obras de ampliación realizadas en el mismo".
En la actualidad están matriculados en este centro educativo más de 800 alumnos y alumnas y sus instalaciones no están preparadas para este elevado número de alumnado. "Estamos hablando de un centro que en el curso actual 2020/2021 cuenta con 28 grupos en la ESO y nueve grupos en Bachillerato, tres grupos más que el pasado. Esta situación no se prevé que pueda variar a corto plazo dado que el instituto cuenta con ocho colegios adscritos y es muy demandado por las familias de la zona", explican desde la AMPA.
El pasado 20 de julio de 2020, debido a la decisión del Departamento de Educación de aumentar dos vías más que el curso anterior, el Equipo directivo dirigió un escrito a Inspección de Educación solicitando la instalación de dos prefabricados como solución provisional.
Las especiales circunstancias de pandemia debido a la COVID-19 obligaron a realizar una reorganización considerable de los espacios disponibles a principio de curso. La vuelta a la presencialidad de 2º de bachillerato forzó a una nueva reorganización de grupos y de aulas.
Con fecha 9 de diciembre de 2020, ante el anuncio de una posible vuelta a la presencialidad de todos los niveles educativos, la AMPA elevó un escrito a Planificación Educativa donde exponían el problema de hacinamiento que sufren, "considerando que la recuperación de la presencialidad era una necesidad para nuestros hijos e hijas al constatar que esta situación influía negativamente en su rendimiento académico". Además, manifestaban que la vuelta a la presencialidad en el caso del IES la Azucarera exigía la puesta en marcha de actuaciones por parte del Gobierno de Aragón que pasaban por la habilitación de nuevos espacios en el centro.
Tras el periodo navideño, el Equipo directivo del centro junto a Inspección educativa analizó las soluciones de cara a una incorporación inmediata a la presencialidad del alumnado de 3º y 4º ESO y de 1º de bachillerato. La decisión adoptada pasa por recuperar la presencialidad total de 4º de ESO el lunes 18 de enero y de 1º de bachillerato el martes 19, quedando 3º ESO a la espera de incorporación.
Para la AMPA, "la inadecuación del espacio disponible en el centro frente al elevado número de alumnado de este nivel conlleva un riesgo de crecimiento exponencial del coronavirus y la imposibilidad de una reincorporación de manera segura y efectiva". Motivo por el cual se traslada a la autoridad superior educativa la decisión final a tal problema.
"Como representantes de las madres y padres recogemos y compartimos el malestar que tal decisión ha ocasionado en las familias de 3º de ESO y que supone una discriminación para sus hijos e hijas, así como una vulneración del principio de igualdad de oportunidades. Consideramos además que esta situación supone un agravio comparativo respecto al resto de sus compañeros y compañeras", aseveran.
Además -recuerdan-, la incorporación a la presencialidad de este nivel educativo es algo "urgente y necesario, dado que tras la evaluación académica del primer trimestre es un hecho constatable los efectos nocivos de la semipresencialidad en su resultado académico global".
Por otro lado, desde la AMPA del IES La Azucarera agradecen el "gran esfuerzo" que el profesorado del centro está mostrando en este sentido y entienden que la "masificación estructural" que soporta el instituto es un problema que afecta a toda la comunidad educativa en su conjunto y que -tal y como apuntan- debe ser asumido "sin más dilación" por la autoridad educativa competente antes del 8 de febrero, fecha tope fijada por Educación para la incorporación a la presencialidad total.
Señalan, además, que hasta ahora, "por prudencia y responsabilidad ante la crisis sanitaria, hemos permanecido en silencio, siguiendo las vías reglamentarias para exponer nuestras inquietudes al respecto. Ahora bien, ha llegado el momento que no tenemos más remedio que expresar públicamente nuestra preocupación".
Finalmente, y como representantes de todas las familias del centro, solicitan de nuevo que se atienda "de manera urgente" la solicitud de instalación de dos módulos dobles de prefabricados para el curso 2020/2021. Y sugieren que dicha solicitud se realice "mediante procedimiento de urgencia y utilizando la partida presupuestaria de los nuevos fondos europeos 'New generation'".
Continuas quejas ante el Departamento de Educación
Sin ir más lejos, y al hilo de esta cuestión, CGT Enseñanza daba comienzo este pasado lunes una campaña para denunciar el incumplimiento de la legislación laboral en el ámbito educativo. De esta forma, denuncian que las medidas impuestas por el Departamento de Educación para frenar la expansión del coronavirus en el mes de agosto –más en concreto, la necesidad de ventilación de espacios escolares para mitigar la carga vírica en el ambiente- chocan frontalmente con las bajas temperaturas invernales que se han agravado en las últimas semanas por la llegada del temporal 'Filomena'.
Para la formación sindical, "esto es una consecuencia más del incumplimiento sistemático de la legislación laboral por parte de la Consejería de Educación y su responsable Felipe Faci", debido a que según estas fuentes, "no existe una evaluación de los riesgos en los puestos de trabajo docentes y no docentes, ni se dispone de un plan preventivo" por lo que se demuestra "una imprevisión y una improvisación impropia de una administración pública como es la DGA".
Prueba de ello es que al inicio de las clases este mes de enero, una profesora se ponía en contacto con AraInfo para enviarnos algunas imágenes de termómetros en aulas que no subían de los 6-8 grados en centros con la calefacción estropeada. Una vez había arreglada la calefacción seguía siendo insuficiente y el termómetro no alcanzaba los 10 grados.
También cabe recordar las múltiples denuncias realizadas por diferentes sindicatos en las que alertan, tanto de la pésima planificación hecha hasta ahora por el Departamento de Educación, como de las malas condiciones laborales a las que se han visto abocados los centros educativos por no llevarse a cabo una bajada de ratios, sumado a una escasa contratación de profesorado, y escasos espacios que cumplan con la normativa sanitaria y laboral.