Hace un año que se creó la Plataforma vecinal “Malanquilla sin purines”, planteando el derecho a preservar y custodiar el territorio, a legislar en beneficio del común y a que la normativa medioambiental se cumpla de verdad.
Hace pocas semanas ya pudimos ver a través de las redes sociales algunas fotos de máquinas buscando pozos de agua. En esta pequeña localidad de la comarca de la Comunidat de Calatayub quieren instalar una macrogranja de 5.000 cerdas de cría, una iniciativa similar a la de Valtorres, aunque aquí el ayuntamiento ha decidido denunciar la macrogranja de pollos.
El gobierno de Malanquilla (alcaldía de Ciudadanos) “no defiende el territorio, ni a las personas”, denuncian desde Puyalón que han planteado otras apuestas para la economía rural, por eso defendieron en su momento la moratoria para las granjas de cerdos en la localidad de Loporzano (Plana de Uesca).
Aragón desde hace décadas ha destacado por la potenciación del sector porcino de manera extractivista. Esta “gallina de los huevos de oro” genera burbujas especulativas de difícil previsión, además de un modelo conflictivo en nuestro medio rural, explican desde la formación.
AraInfo recoge decenas de artículos sobre los efectos de estas industrias contaminantes. El Estado español continúa a la cabeza en infracciones ambientales a nivel europeo. Entre las más graves, la contaminación por nitratos de nuestros sistemas fluviales o la calidad de las aguas. Estos impactos afectan a la salud y el bienestar de las personas; defendemos la vida, con calidad para todas.
“El modelo actual nos lleva al colapso”, señalan tajantemente desde Puyalón: “No estamos en contra de las granjas; sí de las macrogranjas. Defendemos las energía renovables, pero no los parques eólicos desvertebradores del territorio”. De igual forma, rechazan macrourbanizaciones, ampliaciones de estaciones de esquí “sin ningún sentido” (Castanesa) o “cualquier proyecto que afecte al futuro de la gente y sus paisajes (mina de magnesitas en Borobia, embalses de Mularroya y Biscarrués)”.
Por ello desde Puyalón de Cuchas animan a denunciar estas “trampas” por el bien de “su economía”. “Aragón merece otras políticas y estas no se corresponden con el planteamiento de muchos partidos políticos que gobiernan nuestros municipios ni con las del Gobierno de Aragón”, concluyen.