Los sindicatos sanitarios de Aragón (de personal médico CesmAragón y FASAMET, y de enfermería SATSE), agrupados como CEMSATSE, se suman este viernes a la protesta convocada en el Centro de Salud de Tauste para exigir al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón medidas contra los repetidos casos de ataques, amenazas e insultos. La fuerza mayoritaria en la Sanidad aragonesa destaca que este caso es solo un ejemplo del grave problema de las agresiones sanitarias, que este año amenazan con superar en Aragón los 450 casos, y contra las que se llevan años reclamando medidas contundentes.
La protesta en Tauste se ha convocado tras los casos de los días 3 y 5 de octubre, que también han sido denunciados a la Guardia Civil, y que se suman a los repetidos sucesos que se vienen sufriendo desde hace año y medio en esta localidad. Los y las profesionales denuncian que “la tensión es insoportable” y se sienten “desprotegidos” ante la falta de respuesta.
Para reclamar medidas, como un guardia de seguridad, se celebrará un paro de cinco minutos a las 12.00 horas a las puertas del centro de salud, bajo el lema “Si nos tenemos que defender, no te podemos ayudar”.
Representantes de CEMSATSE señalan que se solicitó al gerente del Servicio Aragonés de Salud dotar con este guardia a Tauste en agosto de 2021, después de un caso con daños en las instalaciones, y se ha vuelto a reiterar la petición de nuevo; de momento sin respuesta.
CEMSATSE reclama a los responsables del Gobierno de Aragón medidas urgentes contra las agresiones sanitarias en el territorio, ya que los casos que llegan a la prensa son solo la muestra de un problema constante y que tiene una de sus raíces en que el SALUD no está cumpliendo con su deber legal de proteger a sus trabajadores y trabajadoras.
En 2018, fueron, según los datos oficiales, 253 agresiones y subieron a 294 en 2019; el confinamiento de 2020 las hizo bajar a 196, pero en 2021 se incrementaron ya notablemente, a 355. Los datos de 2022 son de 151 casos en el primer cuatrimestre, por lo que de continuar la tendencia, este año se superarán las 450; además del importante número que no se contabiliza porque no se llegan a comunicar ni denunciar.
Los y las profesionales recuerdan que ya en marzo de 2019 se plantearon cinco actuaciones urgentes a desarrollar de forma progresiva a lo largo de ese mismo año: dotar con un vigilante de seguridad todos los centros, instalar cámaras de videovigilancia, “botón del pánico” en las mesas de trabajo, “pulsera de geolocalización” para profesionales fuera del centro y multas de hasta 30.000 euros para los agresores.
Estas reclamaciones se han reiterado en distintas ocasiones y es uno de los puntos incluidos entre las 25 propuestas presentadas este mismo mes, junto con los Colegios Oficiales de Médicos de Aragón, para paliar la situación de la Atención Primaria.