La formación municipalista ha propuesto dedicar, al menos, el 5% de los presupuestos municipales a políticas para "alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres", lo que supondría alrededor de 50 millones de euros de un presupuesto de más de 700 millones con el que cuenta el Consistorio zaragozano.
"La apuesta de la administración más cercana que tienen los vecinos y vecinas de Zaragoza tiene que ser firme y contundente y esto pasa por dotar de presupuesto suficiente las políticas públicas de Igualdad", ha defendido la candidata de Zaragoza en Común en las próximas elecciones municipales, Elena Tomás Bona.
Además, la formación se ha comprometido a realizar un "análisis con perspectiva de género" del presupuesto que permita identificar desigualdades, poniendo el foco en las personas más vulnerables: migrantes, racializadas, trans, con diversidad funcional, jóvenes y mayores.
"Este es un primer plan vivo, generado desde la experiencia del gobierno de Zaragoza en Común y nuestra conexión con el movimiento feminista y las necesidades de las vecinas de nuestra ciudad. Por eso hay que seguir construyéndolo, con participación, sobre unos primeros ejes que hemos definido como prioritarios", ha defendido la candidata, Elena Tomás.
En este sentido, ZeC explica que el Plan Estratégico Municipal de Igualdad incluye varios ejes: programas culturales, educativos, de ocio y tiempo libre que trabajan en la eliminación de estereotipos de género; formación y políticas de empleo con perspectiva de género e incidir en la mejora de las condiciones de trabajo de colectivos feminizados; vivienda; cuidados y corresponsabilidad; diversidad afectivo sexual; cultura por la Igualdad; y violencias machistas.
En lo que se refiere a la vivienda, el plan propone una serie de medidas como son "adecuación de la oferta de civienda pública y social a la variedad de los grupos habitacionales", con el fin de "poder compartir las tareas domésticas, de posibilitar la adaptación de las etapas de la vida, a las diferentes culturas y etnias, capacidades económicas (la mayor precariedad es femenina), a las personas con diversidad funcional (organización y mobiliario flexible para ser adaptado)".
Por otra parte, las ayudas públicas destinadas a las vivienda "deben contemplar la diversidad de familias, nuevos regímenes de tenencia respeto a clase necesidades de los grupos humanos, se apuesta sobre todo por nuevos tipos de vivienda social y pública)", es decir, "deben adecuarse a la realidad cambiante", añade Elena Tomás.
Otro de los ejes sobre los que la formación ha hecho hincapié son las políticas de empleo. En este sentido, han destacado la necesidad de formar a las mujeres para reducir la brecha digital, "en la que existe una gran diferencia con los hombres respecto al uso de la tecnología"; la formación en liderazgo femenino, inteligencia emocional y resolución de conflictos, "encaminada a terminar con los patrones patriarcales en el mercado laboral"; formación en idiomas para mejorar la comunicación con las personas procedentes de otros países y facilitar el acceso igualitario de los cursos formativos, posibilitando la asistencia a las mujeres mediante recursos como guarderías o centros de tiempo libre (CTL).