La cantidad de noticias sobre actitudes, actuaciones, opiniones y declaraciones de algunos sectores de la derecha española, que a mucha gente nos parece que destilan odio y maldad, es continua y abrumadora.
Por poner unos ejemplos me voy a referir a tres de ellas (podrían ser muchas más) de las que he tenido noticia en estos últimos días.
La primera es el acuerdo de PP y Vox para derogar la Ley de Memoria Democrática de Aragón. No hace falta añadir ninguna opinión al manifiesto que ha difundido la Universidad de Zaragoza en su página web firmado por 14 profesores del área de Historia Contemporánea (Departamento de Historia).
Al parecer a los dirigentes de PP y Vox de Aragón no les parece suficiente que las fuerzas franquistas dieran un golpe de estado, provocaran y ganaran una terrible guerra civil que desoló a la nación, instituyeran un régimen dictatorial durante el que se produjo un auténtico genocidio (con el objetivo explícito de “exterminar a todos los rojos”) con cientos de miles de personas fusiladas, torturadas, encarceladas, encerradas en campos de concentración y obligadas a trabajos forzados, o represaliadas sin mediar juicios, por el solo hecho de discrepar con la dictadura, y a muchas de las cuales (y a sus familias) se les desposeyó ilegalmente de todas sus pertenencias para apropiarse de ellas partidarios del régimen franquista.
No, no les parece suficiente. Quieren, además, continuar ocultando la investigación y difusión de lo acontecido y denegando a familiares o gentes demócratas el poder dar sepultura digna a los miles de personas que todavía yacen en lugares anónimos. Y, encima, acusan a éstos de afán de venganza y de querer reabrir viejas heridas ¿cómo reabrir una herida que nunca pudo cerrarse porque ellos lo han impedido desde el año 1942 hasta hoy mismo? ¿Por qué ese miedo a la investigación histórica? ¿Por qué ese odio mantenido durante más de 80 años?
La segunda noticia son las declaraciones que hizo el ¿señor? José Luis Yzuel, zaragozano y presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, en las jornadas de la Cepyme, reprochando a los trabajadores hosteleros sus protestas por sus condiciones de trabajo porque “de toda la vida trabajar de media jornada es de 12 a 12” y que las condiciones no habían cambiado y “trabajar 10 horas no es algo por lo que haya que llevarse las manos a la cabeza” “¡Joder, que dolor!”.
Posteriormente la Confederación que preside difundió un video de disculpa de este ¿señor? calificando el suceso como “una broma dentro de un contexto” Y… asunto zanjado. Como Rubiales.
Es difícil que quien tiene graves responsabilidades sobre un oficio que, todos sabemos, requiere mucho esfuerzo y sacrificio, está muy mal pagado y hay muchas situaciones de abuso empresarial, destile tanto desprecio hacia las personas que lo mantienen. Cuánta maldad y desdén.
Y la tercera noticia es la relativa a las declaraciones del ¿señor? Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, en la presentación del balance del Servicio de Atención a Víctimas de Abusos (SAVA) pidiendo “no juzgar con la mentalidad de hoy” los abusos sexuales cometidos “hace 40 años”. También afirmó que “lo mismo hay menos casos de los que mediáticamente se dice”. O muchísimos más arzobispo. La auditoría encargada por la Conferencia Episcopal al despacho Cremades & Calvo Sotelo reconoce ya más de 4.000 casos (¡siendo una auditoría de parte!) en España. En un informe sobre el problema en Francia (la investigación empezaba en los casos desde 1950) se recogieron más de 330.000 (no sobra ningún cero) y más 2.900 clérigos pederastas. Suman decenas de miles las víctimas registradas en Portugal, EEUU, Chile, Irlanda, Alemania, Polonia, Australia…
Arzobispo unas preguntas ¿hace 40 años era menos crimen violar a una mujer? ¿Y ejercer la pederastia con abuso de poder? ¿Cuántos de esos miles de clérigos de probada pederastia han sido puestos a disposición de la justicia ordinaria como se habría hecho con cualquier otro ciudadano?
Hipocresía, arrogancia, maldad en definitiva. ¿Cómo van a ser perdonados sus pecados si no cumplen sus propios requisitos para obtenerlos? Porque ustedes no declaran el pecado al confesor, no demuestran dolor de corazón (arrepentimiento), no tienen propósito de la enmienda y no cumplen penitencia (4 de los 5 requisitos del Catecismo de la Iglesia Católica versión oficial 1997) porque nadie les juzga.