Aragón tiene sed de conocimiento y todo lo que pasa por las arterias y capilares de los caminos del Ebro lo saben. El Ebro es nuestro eje, conecta dos vertientes, dos mundos, dos formas de ver, cantábricas y mediterráneas y Aragón, tierra seca, comparte, como otros lugares del mundo, la bendición del agua que la vertebra. Y el agua no es solo agua, el agua, de la que nos componemos, también es ciencia, conocimiento, cultura, arte. Somos humanos, ¿no? Cuando se toca al agua, entendida en toda esa extensión, estamos tocando fondo, ese que después es difícil de llenar. Entramos …
