Pedaleando desde Abia de las Torres a La Devesa de Boñar

Visitando en bicicleta iniciativas de alimentación sostenible, Biela y Tierra ronda los 900 km pedaleados, 132 Kg. de CO2 evitados y 38 iniciativas visibilizadas.

La siguiente parada en su viaje pedaleando de Biela y Tierra fue Abia de las Torres, donde fueron de excursión en bici con David, Pablo, Marisa, Sandra y Silvia para conocer la granja de pollos ecológicos “Guerra” en Castrillejo de Villavega. Marisa se hace cargo de un maravilloso huerto al lado del hogar. Cultiva con mimo y esmero hortalizas, aromáticas y fruta que nutren a la familia. Marisa, hasta hace 7 años tenía una tienda en los bajos de la casa donde se podía encontrar de todo. Desafortunadamente, la fuerza invasora de las grandes superficies y supermercados hicieron que Marisa cerrase su tienda. Ahora, Abia de las Torres se ha quedado sin ningún lugar donde poder comprar. 

Aquí nos encontramos con uno de los frutos que salieron de las formaciones en agricultura ecológica que se realizaban en Amayuelas de Abajo: Pablo García. Él practicaba “agricultura convencional”, bueno, como él denomina “agricultura industrial, convencional era lo que hacía su abuelo”. Pablo era firme defensor del glifosato y la fertilización química, lo importante era producir y tener maquinaria grande. Para poder rentabilizar todo esto, cada vez más hectáreas. Llegó a cultivar 200 hectáreas. Trabajaba todo el día y las cuentas no le salían. Cada temporada, para poder tener la producción que requería, utilizaba más herbicida y abono. Este camino no tenía ningún sentido. En los cursos de agricultura ecológica que ofrecían en Amayuelas de Abajo descubrió que había otra forma de cultivar.

En los 90 empezó a cultivar de forma ecológica y redujo la extensión hasta las 80 hectáreas que cultiva actualmente. Produce distintos tipos de cereales (avena, cebada, trigo y centeno), patatas, forraje, lentejas, garbanzos y hasta 6 variedades distintas de alubias (blanca de riñón, canela, negra, arrocera, pinta y pinta americana). Al empezar en agricultura ecológica debía buscar nuevas vías para vender su producto: decidió apostar por la venta directa

En el 2001, junto a otros productores de Castilla León crearon la Asociación de Productores y Consumidores Ecológicos (APYCE) en la que se integran productores y consumidores de productos ecológicos de Castilla y León. Pablo siempre ha sido una persona activa y comprometida. Fue presidente de COAG Palencia y es un gran divulgador de la agricultura ecológica, del cooperativismo, de la importancia de crear redes y relaciones entre productores y consumidores. Una vez jubilado, como no podía ser de otra manera, Pablo se ha vuelto a “enredar” con el proyecto “Tú haces comarca”. Un espacio de foros y encuentros de reflexión en distintas localidades. Pablo también fue promotor del Mercado Agroecológico de Palencia hace 10 años. Este mercado actualmente se realiza una vez al mes en la Plaza Mayor, el segundo sábado de cada mes por la mañana

Hace 9 años, David, hijo de Pablo y Marisa apostó por continuar con la labor de su padre. David no se imagina haciendo otro trabajo: “tener contacto con la naturaleza, ser tu propio jefe y no estar marcado por un horario fijo” son algunos de los motivos. Abia de las Torres es un pueblo afortunado, tiene 8 jóvenes menores de 40 años que se dedican al sector primario, 7 de ellos agricultores y 1 apicultor. David es el único de ellos que cultiva en ecológico. “Hay que tener mentalidad y yo lo he vivido desde joven” dice David. 

Desde Abia la ruta de Biela y Tierra continuó hasta Arenillas de San Pelayo. Escuelas Campesinas de Palencia es una asociación que desde 1983 trabaja por, para y con las personas que habitan en el medio rural. Su objetivo principal es garantizar un desarrollo social y sostenible del entorno y mejorar la calidad de vida de las personas. Con todos los programas se intenta dar respuesta a las necesidades allá donde no llega la administración. Organizan su trabajo entorno a los distintos colectivos: peques, jóvenes, mujeres, migrantes y mayores. Hace unos 12 años, la Junta Vecinal de Arenillas de San Pelayo rehabilitó la Abadía de Arenillas de San Pelayo y se destinó ese espacio a ser la sede y Centro Social de Escuelas Campesinas de Palencia Esteban Vega

Tere, presidenta de la asociación, se encarga de los programas enfocados a las personas mayores. De lunes a viernes, el Comedor social abre sus puertas para las personas que quieran comer allí. Mari Carmen se ocupa de ir por los pueblos de alrededor para acercar al comedor o llevar la comida a domicilio a las personas que lo necesiten. Los jueves toca día de compra. La furgoneta de Escuelas Campesinas hace ruta y ofrece la posibilidad de ir a comprar a Saldaña a aquellas personas mayores que lo necesitan. La Cesta de la compra es un programa que beneficia no solo a sus usuarios que adquieren productos frescos una vez a la semana evitando las grandes compras mensuales en supermercados de la capital, sino que también fomenta el comercio local y las tiendas y mercados de Saldaña se llenan de vida. Con estas visitas se permiten espacios de escucha activa esenciales para detectar las necesidades de estas personas mayores, que en la mayoría de casos viven solas. 

Una de las iniciativas más interesantes que realizan desde Escuelas Campesinas es el programa de Mediadoras. Antes, en los pueblos, “nunca había nadie que estuviese sola. Las personas se preocupaban y ocupaban las unas de las otras. El individualismo de las ciudades se ha trasladado a los pueblos”,  les cuenta Isabel, quien se encarga de coordinarlo. Se trata de un grupo de mujeres que de forma natural ya estaban pendientes de las necesidades y cuidados de la comunidad. A día de hoy, con este proyecto, reciben apoyo y formación específica para dar las respuestas que cada situación necesita. 

Hace ya unos años que a las poblaciones rurales de Castilla están llegando trabajadores para el campo de otros países. Con estos trabajadores llegan también sus familias. Isabel es la persona que dirige las actividades por, para y con el colectivo de mujeres migrantes: alfabetización, habilidades de comunicación, acompañamiento en trámites burocráticos y administrativos, programa de empleo, apoyo para sacar el carnet de conducir… Gracias a estos grupos se establecen vínculos entre comunidades que acercan distintas realidades. Un ejemplo de ello son los encuentros interculturales que realizan. 

La infancia y la juventud son etapas que requieren especial atención ya que son la semilla del futuro, especialmente en estas poblaciones en las que vive poca gente. Claudia y David nos explicaron la importancia de ofrecer actividades de apoyo escolar, ocio educativo y acompañamiento en la transición a la edad adulta en estas épocas. Uno de los últimos proyectos que se ha puesto en marcha es Gente y Tierra, un proyecto de investigación y divulgación que busca revalorizar los recursos, contactos y experiencias del territorio para posteriormente generar nuevos nichos de empleo. La filosofía de Escuelas Campesinas de Palencia es conocer y recuperar saberes, por eso, desde que comenzaron en 1983 han ido recopilando información clave que ha sido muy útil en este proyecto. En solo un año, ya se tienen identificados recursos en la comarca de Páramos y Valles que darán lugar a un catálogo y se organizarán entorno a un mapa interactivo. Cuando comenzaron con este proyecto se plantearon cómo vincularlo al territorio. Hacerlo a través de los Grupos de Educación No Formal ha sido todo un acierto. 

En Arenillas tendrá lugar la 12º Edición de la Universidad Rural de Verano la última semana de julio con: taller de etnobotánica, musicalización y ritmos, taller de cuero, cuentos de Castilla. Estos encuentros ofrecen la oportunidad a locales y gentes de fuera de encontrarse y redescubrirnos. 

Esteban Vega fue el presidente de la Junta Vecinal de Arenillas de San Pelayo y principal impulsor de Escuelas Campesinas de Palencia. Él es una persona muy reconocida en su pueblo y con cariño han puesto su nombre al Centro Social. “Tomemos compromiso con la cultura, la participación, las respuestas de una comunidad que desea seguir viva, crecer, desarrollar sus capacidades.” El espíritu y la fuerza de Esteban Vega sigue presente en Escuelas Campesinas y Biela y Tierra tuvo el placer de conocer a su mujer Chelo, compañera de vida y proyectos que ha sido parte fundamental en el desarrollo. A día de hoy, 3 de sus hijas, Isabel, Elena y Amaya continúan su legado.

¡Qué increíble sensación vivieron al levantarse en las estribaciones de la meseta y a las 3 horas estar en la Montaña Oriental Leonesa! En Valcuende las recibieron Mikel e Isabel. Valcuende es un pequeño pueblo en el que habitan 3 personas de manera permanente y en verano llegan a ser casi 10. Los servicios son mínimos y apenas encuentras cobertura para el móvil en el pueblo. El paisaje es imponente: robles, bosques de ribera en el arroyo Valcuende, pastizales, espinos, manzanos, perales y ciruelos silvestres, y en los montes que rodean el pueblo, bosques de robles tupidos con helechos y lianas por los que hace mucho tiempo que el ser humano no transita. En ellos habitan lobos, osos, zorros, venados, decenas de especies de aves y demás fauna silvestre que conforman un ecosistema en equilibrio desde hace siglos. 

La familia de Mikel ascendía de esa zona, pero él nació en la ciudad y por fortuna, pasaba los veranos entre la tierra zamorana de Toro y la Montaña Leonesa en los pueblos de sus abuelos. Estudió Ingeniería agrícola y terminó montando una empresa de jardinería en Mallorca. “Cuando se derrumba tu sistema de vida se abren las ventanas a otro. El camino me lo estaba mostrando” dice Mikel y decidió instalarse allí. “La ciudad te lleva al camino de la deshumanización, todo va muy deprisa, cada vez hay más máquinas que hacen el trabajo de las personas. Con la vuelta al mundo rural cambias porque el contacto con la naturaleza te renaturaliza y, por tanto, te rehumaniza”. Comenzó con una huerta de 400 m2 con producción ecológica biointensiva que le proveía de la parte más importante de su alimentación. Con el tiempo empezó a integrar la Agricultura Natural  y las enseñanzas de Fukuoka

Masanobu Fukuoka, padre de la Agricultura Natural, fue un agricultor, microbiólogo y filósofo japonés, autor de las obras:  La Revolución de una Brizna de Paja, La Senda natural del Cultivo y Sembrando en el desierto.  La Agricultura Natural, partiendo de la observación, pretende reproducir las condiciones naturales tan fielmente como sea posible. Los principios de trabajo se basan en la filosofía de no hacer (Wu Wei), o más exactamente no intervenir o forzar las cosas.  No arar, no eliminar malas hierbas ni usar herbicidas, no usar pesticidas, no podar, no usar abonos ni fertilizantes. “Si no estoy seguro del resultado, mejor no intervenir y dejar a la naturaleza hacer” les explicó Mikel. 

Su primera huerta Hortus Prumeteu es un espacio lleno de flores, de hierbas medicinales y aromáticas e innumerables alimentos. Mantiene el “orden natural” y para entenderlo, nada mejor que una visita guiada de manos de Mikel que te va descubriendo sus secretos. Ahora Mikel está abriendo una segunda zona de huerto Hortus Vergel en el que se conservarán también los frutales silvestres que ya existen. 

En su visita a la montaña oriental leonesa tuvieron la suerte de coincidir con la Fiesta de la Trashumancia en Prioro. Allí se reunieron más de 2.000 ovejas merinas procedentes de la localidad cacereña de Torrejón.  La Fiesta de la Trashumancia de Prioro se inició en 1994 con el objetivo de promover la recuperación de las vías pecuarias españolas, que llegaron a sumar 120.000 kilómetros de longitud.  Compartieron con Jesús de Villalfeide (dinamizador nato y siempre dispuesto a colaborar), Xoxe de Puente Castro (gran gaiteiro leonés), Nacho (bioconstructor y “curri” incansable) que llegó de la Devesa de Boñar junto a su primo Tivi. Les contaron cómo se ha creado una red que les conecta y genera comunidad. Están organizando encuentros entorno a la recuperación de semillas locales y tradicionales. Aunque viven lejos siempre tendrán el Hullero que los une (tren FEVE León-Bilbao), una vía que se construyó a finales del s. XIX para transportar carbón. La red viaria estrecha más extensa de toda Europa. 

De La Ercina fueron en bici hasta La Devesa de Boñar donde Nacho y María las recibieron en su lindo paraíso. Una finca de 17.000 m2 que adquirieron hace unos años. Nacho y María también apostaron por dejar la ciudad y volver a sus raíces. Anteriormente, esta finca perteneció a Isidoro, vaquero que en sus tiempos libres se dedicó a plantar árboles en la finca. Le llamaban loco “¿para qué plantará Isidoro tantos árboles?” decían las gentes del pueblo. Pero ahora, todo el mundo que entra en este vergel, se asombra de su belleza con robles, cerezos, manzanos, nogales, perales, olmos, avellanos, etc. Tienen varias ovejas, algunas de ellas oveyas xaldas, que les acompañan, gallinas y una huerta digna heredera de las enseñanzas de Eugenio y Mari Carmen.

Decrecer, la vida sencilla, el contacto con la naturaleza, “salir de la rueda de hámster”, “vivir en el medio rural y volverse más humano” esto es lo que nos encontraron en su llegada a tierras leonesas. ¡Qué gran recibimiento y cuántas enseñanzas e inspiraciones se llevaron para seguir con las pedaladas! “Vivid felices y haced montañas”.

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