Ha vuelto a pasar.
Hay gente muy desagradecida.
¿En Torrero?
En Torrero.
¿Otra vez?
Otra vez.
Y es que en su vertiginoso periplo de inauguraciones, el señor Azcón ha pinchado en hueso.
Finalizan las obras de la calle Cuarte del citado barrio zaragozano. Un cemento precioso oiga, poco árbol, pero muy limpio. Se anuncia la presencia del señor alcalde y la concejala Patricia Cavero, cartel de lujo y mañana propicia para inaugurar.
A pesar de su compromiso en la supervisión de las obras, la Junta de Distrito no está invitada, que no es de la cuerda y no quedaría bien en la foto. Se pregunta a Patricia Cavero al respecto -excusaron su presencia porque están trabajando- responde. Falso, no se les avisó. Tema menor, pero así fue. Nivelazo.
Es entonces cuando empiezan a aparecer vecinas y vecinos del barrio.
-Pero, ¿quién es esa gente que en la calle nos aborda?, qué mal gusto, qué poca gracia, la foto peligra, la foto se escapa- , pensarían el alcalde y la compaña.
Y es que gobernar a espaldas de las personas que viven en los terrenos tan chulos de tu competencia, conlleva situaciones inesperadas. Señora Chueca, siete meses ya desde que entidades del barrio, algunas con medio siglo de historia, le pidieron una reunión “urgente”. Estamos "empezando a pensar" que le da igual.
Fue un error no recordar que “Torrero está en llamas”. Una larga etapa de imposiciones y ninguneo nos contemplan y claro, la gente termina por enfadarse.
La gente aprovecha la oportunidad porque la experiencia les dice que este equipo de gobierno no es para nada accesible. Escritas en las cartulinas, reivindicaciones del barrio. Aquellas que no les llegan a estos ilustres visitantes, por eso que comento de la inaccesibilidad.
Cartulinas a vuela pluma: las hogueras prohibidas, huertos para el barrio (en lugar de jardines impuestos e impostados), parking del Mercadona, el bosque de los zaragozanos son sus calles, ningún árbol sin alcorque –en 100 huecos, paramos de contar alcorques en el barrio-, Bajada del Canal, bien cultural, menos jardín japonés y más escucha. Torrero no es Japón…
Es un suponer que el señor alcalde y la compaña, no darían crédito ante lo “injusto” de esta situación.
Los vecinos y vecinas intentaron explicarles el porqué estaban allí, pero aún siendo el mismo lenguaje el utilizado, los códigos de vecinas y vecinos son incompatibles con los de los ilustres visitantes. Error 404.
Para ser más claros, el estilo de gobierno del equipo del señor Azcón exige distancia, sordera, gafas de sol en invierno y frialdad. Sonrisa Profident y descaro, porque no escuchar exige mucho descaro. Por eso no entienden lo que les ha pasado en Torrero en ese radiante día de inauguración, donde todo parecían ser parabienes. Por eso se ha montado esta movida.
Si, movida salió la foto.
¿Otra vez?
Otra vez.
¿En Torrero?
En Torrero
