Mali: de la resistencia a la invasión a la reconstrucción de la izquierda

Javier Sánchez, compañero de AraInfo en Venezuela, entrevista a Diakaridia Diakité, secretario para las relaciones internacionales y presidente del área de juventud de uno de los partidos de la izquierda de Mali, la UFD, Unión de Fuerzas Democráticas. Diakaridia es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de La Habana y llegó a ser el presidente del colectivo de estudiantes africanos en Cuba. Recientemente visitó de nuevo la Isla Infinita y también Venezuela, Brasil y Ecuador en busca de apoyos para su partido de cara a las próximas elecciones de julio en su país. Aprovechamos su estancia en Caracas para …

Foto: Agencias
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Javier Sánchez, compañero de AraInfo en Venezuela, entrevista a Diakaridia Diakité, secretario para las relaciones internacionales y presidente del área de juventud de uno de los partidos de la izquierda de Mali, la UFD, Unión de Fuerzas Democráticas. Diakaridia es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de La Habana y llegó a ser el presidente del colectivo de estudiantes africanos en Cuba. Recientemente visitó de nuevo la Isla Infinita y también Venezuela, Brasil y Ecuador en busca de apoyos para su partido de cara a las próximas elecciones de julio en su país. Aprovechamos su estancia en Caracas para conversar con él.

Diakaridia, la primera pregunta es obligada. ¿En qué situación bélica se encuentra el país hoy tras la intervención imperial francesa?

Los diferentes grupos rebeldes (MNLA, MUJAO, BOCORAM, AQMI, ANSARDINE)  lograron  tener el control de dos terceras partes del territorio de Mali desde Abril del año pasado. Unos tenían intención de aplicar la charia islámica, otros la separación del resto del país. Transformaron el Norte del país en un infierno, con lapidaciones, amputaciones, violaciones a  mujeres y niñas..., condiciones que causaron el desplazamiento de más de ochocientas mil personas. Dentro de estos grupos se podían ver todas nacionalidades: pakistaníes, afganos, sirios,  nigerianos, argelinos, etc. Pocos de ellos son de origen maliense.

El 10 de enero pasado trataron de sobrepasar el límite entre la mitad Norte y la Sur, atravesando Konna, y matando a más de cien soldados. Entonces el Estado francés decidió intervenir rápidamente enviando soldados para “parar a los terroristas”, pero con intención de llegar a Bamako y tomar el poder.

Hoy en día tenemos la presencia de dos mil quinientos soldados franceses y seis mil más de las tropas de la CEDEAO y la Unión Africana. Además, se esperan más tropas francesas y doce mil cascos azules.

Lo evidente es que el conflicto es puramente económico, porque en Mali actualmente se encuentran enormes reservas de uranio, petróleo, gas, diamantes,  y otras riquezas propias de la parte Sur, como algodón, oro y bauxita.

De nuevo una invasión “humanitaria”. Es claro el interés francés (y no sólo…) de  controlar el territorio de Mali, aunque su presidente “progresista” hablase de preocupación por la población…

Es obvio que el Estado francés está tratando de recolonizar Mali. Tener el control del territorio es de suma importancia para la estabilidad económica y política del antiguo metrópoli. Los objetivos del Estado francés obviamente no son humanitarios, sino de acceso a recursos y de sostenimiento de su influencia en la región. Sólo se trata de una lucha para mantener el control sobre lo que dispone nuestro país, entre otros uranio, petróleo, etc.

Mali es una zona estratégica para el imperio, no sólo para el Estado francés. Se están agotando las reservas de uranio de Areva, en Níger, y son las de Mali las que “deben” garantizar el suministro. El objetivo del Estado francés es tener una base militar en Tessalit, al Norte de Mali, para controlar mejor el Sahel, y posteriormente atacar a Argelia, que está, con seguridad, entre las próximas víctimas.

La solución a la crisis que está viviendo África (Mali en este caso) no viene de la mano de una escalada militar, y mucho menos del intervencionismo de la antigua potencia ocupante ni del gendarme mundial, sino que pasa por el cambio en las políticas internacionales hacia un nuevo orden jurídico internacional justo y solidario.

¿Qué relación cree usted que tiene esta agresión con la que se llevó a cabo recientemente sobre Libia?

Bueno, para entender eso debiéramos ir al origen del conflicto en la República de Mali. En el año 2011, cuando Europa comenzó a atacar el régimen del coronel Muammar Gaddafi, aquí en Mali se sabía que se iba a terminar en el Sahel.

Libia y Mali tenían una historia común, entre otros los movimientos de los touaregs de Mali hacia Libia y viceversa. La guardia de Gaddafi estaba conformada por un ochenta por ciento de árabes y touaregs de origen maliense, de tal modo que una derrota del líder libio conducía a una inestabilidad política y económica de Mali. Además Mali no dejó en ningún momento de afirmar su lealtad al citado líder africano.

La Unión Africana escogió al presidente de Mali, Amadou Toumani Toure, como mediador del conflicto para buscar soluciones pacíficas, pero la desunión y la incoherencia de los líderes del continente permitieron a Nicolás Sarkozy llegar a derrotar y eliminar físicamente a Gaddafi.

Después del asesinato del Coronel el 20 del octubre del año 2011, los touaregs malienses que estaban combatiendo del lado del líder lo traicionaron, tras haber llegado a un acuerdo con Sarkozy de protegerlos y ayudarlos a llegar a su tierra de origen, que es el norte de Mali, y  también de ayudarles militarmente en sus movimientos separatista en Azawad.

Salieron de Trípoli atravesando Níger con protección máxima del Estado francés; nadie podía desarmarles, y así llegaron a entrar en Mali en Noviembre del mismo año de la muerte de Gaddafi. Cuando entraron, fueron recibidos oficialmente en el palacio presidencial de Koulouba (Bamako) y recibieron apoyo político y 50 millones de francos cfa (moneda local, que equivalen a cien  mil dólares…) en la ceremonia del recibimiento.

Nos situamos así propiamente en el origen del conflicto armado actual. A principios del año 2012, empezaron atacar al ejercito maliense debilitado por la guerra de Libia, puesto que  armas y soldados habían sido enviados por el gobierno Mali para apoyar a Gaddafi.

Así, el 17 de enero del 2013, algunos de rebeldes mataron a 80 soldados malienses en Agueloc-Kidal; les cortaron la garganta a todos y lo publicaron oficialmente en los medios de comunicación. El grupo se llama MNLA, Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad. Luego, en el mismo mes, multiplicaron los ataques contra el gobierno de Mali. Los touaregs alzados son unos diez mil en una región con una población e unos quince millones de habitantes. Son ellos los que ocupan el Norte del país (Tombouctou –Gao – Kidal). Había tres ministros  touregs en el gobierno de Mali que huyeron para unirse a los demás en el Norte, porque pensaban que el Estado francés iba a seguir apoyándolos. Pero afortunadamente Nicolás Sarkozy perdió las elecciones y cuando llegó François Hollande al poder se cambió un poco la dinámica y Mali tuvo un momento de desahogo, que, por supuesto, no duraría mucho.

El MNLA apoyado por el Estado francés estaba ganando terreno poco a poco. Estados Unidos vio sus intereses amenazados en el Sahel y empezó a contrarrestar al Estado francés, con un otro grupo más fuerte que el primero con el objetivo de apoderarse del control territorial de la zona. Así crearon Ansardine, vía Argelia, que es el eterno enemigo del Estado francés en el Sahel. “Ansardine” significa “la lucha por el bien del Islam”.

Hacía tiempo que los Estados Unidos buscaban crear una base militar en Tessalit, localidad situada en la provincia de Kidal, la zona más rica del país. Desde entonces el conflicto se convirtió en una lucha entre potencias para tener el control de Mali.

Mali nunca acepto la oferta del Estado francés y Estados Unidos de crear bases militares  en Sevare y Tessalit, respectivamente, y por lo tanto, ellos arman y desarman a todos los grupos separatistas que quieren desestabilizar al régimen de Bamako. Lo mismo pasó en 1991, cuando derrotaron al gobierno del ex-presidente, que era militar también, General Moussa Traore. Todos estos movimientos, en el Norte como en el Sur, condujeron a un golpe de estado al régimen de Amadou Toumani Toure el 22 de marzo del año 2012. La Junta llega al poder con la ayuda de los familiares de los soldados caídos en el Norte; pero no se dejó a la Junta militar hacer lo que el país necesitaba: organizar la tropa y la clase política para una pronta organización de elecciones libres y transparentes en Junio del año pasado. El CEDEAO, Comité Económico de los Estados de África del Oeste, organismo creado por el Estado francés para mantener el control del África francófona a través del control de sus presidentes, impuso el bloqueo económico y político sobre Mali para presionar a la junta militar en el poder, que era en inicio nacionalista y anti-imperialista. Meses después, ésta sucumbió a las presiones y comenzó a seguir los dictados del imperio. A pesar de que hay una corriente nacionalista dentro, todavía es muy débil.

En África sigue ocurriendo lo mismo de siempre: la UE vehicula sus mensajes a través de los organismos de integraciones económicas regionales, como la CEDEAO, la CMAC y otros... Mali es muy importante en la geopolítica del Sahel, ya que tiene frontera con los siete países más importantes de la zona: Costa de Marfil, Burkina, Argelia, Níger, Senegal,  Mauritania, Guinea. La potencia que logre crear su base militar en Mali tendrá mayor  fuerza militar en la zona y en la situación geopolítica del Magreb Árabe.

El conflicto, por tanto, es la consecuencia directa de la guerra de Libia. Todas las armas de la OTAN se encuentran en la mano de los rebeldes en Mali. Libia y Mali eran países hermanos y vecinos; compartíamos las misma ideología panafricanista.

En Europa han tenido una repercusión muy particular los procesos englobados dentro de la llamada “Primavera Árabe”. Seguro hay muchas diferencias entre ellos pero, ¿cree usted que en general estamos ante cambio hacia la izquierda?

La llamada “Primavera Árabe” es sólo una estrategia de “Occidente” cuyo objetivo principal era eliminar al líder libio Gaddafi, es decir, deshacerse del que era el principal obstáculo para ellos en África, como también en la Liga Árabe.

Entonces empezaron por Ben Ali en Túnez y siguieron en Egipto, sólo para atraer la atención del mundo árabe sobre Gaddafi. Por ello los otros líderes fueron derrocados y apresados, mientras para Gaddaffi se reservaba el asesinato público. Se trata de borrar los “países enemigos”, tal como hoy vemos también con la estrategia hacia Siria.

En Europa existe en general un gran desconocimiento acerca de la situación social en Libia. Parece que para ustedes era un modelo de estado, un país que había realizado avances importantes. Sin embargo, a menudo se afirma que Gaddafi ya había cambiado  y que era socio de las potencias europeas. ¿Por qué motivo entonces representaba un obstáculo a eliminar? ¿Tal vez su visión panafricanista? ¿Quizá su posición como competidor en un contexto de dramática crisis energética?

Gadaffi para nosotros era un referente, el que más luchaba en África contra el neoliberalismo. Libia era uno de los mejores países a vivir en África; todo estaba al alcance de la población. Por ejemplo, los ciudadanos libios en paro recibían una renta cada mes. En Libia la educación era pública y gratuita, así como la salud; el combustible era barato, la comida también; la electricidad no costaba nada… Llegó un momento en el que la ideología de Gadaffi estaba ganando terreno en toda África poco a poco; en cualquier país africano que visitase, la juventud lo seguía; era más popular que el presidente del país mismo. Libia financió más de doscientos proyectos de desarrollo en casi toda África Subsahariana. El gobierno de Gaddafi defendía la unidad de los africanos. Era quien estaba trabajando para crear los “Estados Unidos de África”, una unidad que llenase de contenido real la Unión Africana, que de eso, por el momento, sólo tiene el nombre.

Así que para “Occidente” era el objetivo número uno de poner fin al avance social e ideológico-político del líder libio: esa es la razón de su asesinato. En general, la población europea es víctima de las campañas mediáticas contra África; su situación es muy desconocida fuera del continente, sea en Europa o incluso en América. Todo lo que dice de Gadaffi es pura mentira; fue el mejor dirigente de África de las dos últimas décadas.

Claro que el país tenía acuerdos con países occidentales, no estaba aislado; nadie puede estarlo. También Venezuela tiene acuerdos petroleros con EEUU y no dejan de ser enemigos. Obviamente algunas de sus decisiones políticas eran discutibles, pero no como se dice. Libia era un rival ideológico incómodo y también un rival en términos de soberanía y hasta de consumo energético, para quienes pretenden tener el privilegio de crecer sin medida y dar lecciones de ahorro a otros, cuando no directamente de utilizar sus recursos a su antojo.

Su partido tiene un enfoque panafricanista. ¿Cuáles son sus principales referentes ideológicos? ¿Senghor, Neto, Lumumba, Nyerere, Kruma...?

Nuestro partido es un partido de la izquierda en Mali, que defiende a los oprimidos de la sociedad mandinga, a las víctimas del imperio. Luchamos para instaurar una sociedad más justa y más humana. Combatimos la injusticia, la corrupción, el favoritismo y promovemos la igualdad de oportunidades para todo el mundo.

Somos nacionalistas y panafricanistas; partidarios más bien de Kruma, Lumumba y Nyerere, porque cada uno de ellos compartían la misma ideología y visión para nuestra madre continente, Mama África. Pero hoy en África hablar de estos líderes es casi un crimen. Además es muy difícil nuestra tarea de concienciación, porque más de la mitad de la población no sabe ni leer, ni escribir. Por ello hacemos un llamado a todos los revolucionarios del mundo para apoyar a Mali.

Nos gustaría que nos concretase un poco más el enfoque de su partido, que integra una coalición que se presentará en las próximas elecciones del 7 de julio.

La UFD es el primer partido de la oposición en Mali. Fue creado en el año1991 en la  clandestinidad cuando el general dictador Moussa Traore era presidente. El fundador del partido se llamaba Demba Diallo, que fue fundador también en Addis Abeba de la OUA, Organización de la Unidad Africana. A día de hoy nosotros conformamos una coalición de 12 partidos políticos y 23 asociaciones civiles, más algunos movimientos populares que exigen un cambio. Es ahora o nunca el momento de tomar el poder en Mali, porque las masas populares  aspiran a un cambio real, entre otras cosas para disminuir el porcentaje de la pobreza en el país. Así pues, nos presentaremos como candidatos a las elecciones presidenciales del próximo 7 de Julio.

Hoy en día casi nadie confía en los políticos malienses, porque son ellos que traicionaron al país desde la Primera República democrática, con el primer presidente Alpha Oumar Konare. En la última década gobernó Amadou Toumani Toure, que llegó al poder en el año 2002, tras una trampa “legal” del presidente saliente para no ser juzgado por el pueblo. Aquí en Mali, como en tantos lugares, los políticos  son los primeros enemigos de la nación; son peones del imperio.

Nosotros nos hemos planteando intentar llegar al gobierno de Mali con un programa elaborado por nosotros mismos y con la ayuda de los cubanos que viven en nuestro país. Ellos y ellas tienen un importante papel en la formación de la conciencia, ya que colaboran en la descolonización de las mentes de la población. Acá todavía mucha gente piensa que el desarrollo es imposible sin el imperio.

Mali es una tierra fértil, una reserva para las superpotencias mundiales. Uno de los países más ricos del continente africano, pero donde la población no se beneficia en nada. No nos podemos cruzar de brazos ante esta situación injusta.

Ustedes han viajado recientemente a América Latina para recabar apoyos a su candidatura. ¿Qué países visitaron y cómo fue la acogida a su proyecto?

Nosotros visitamos a Venezuela, Cuba, Ecuador y Brasil para buscar apoyo económico y político para nuestra campaña, pero aún no hemos logrado concretar algo. Estamos en espera y nadie nos ha respaldado todavía la candidatura, lo que nos dificulta las cosas por el momento.

Ojala ustedes nos puedan ayudar vehicular nuestro proyecto; hacer llegar a todos los revolucionarios de América Latina, que solicitamos de verdad apoyo de los países aliados. Ojalá que Venezuela y toda al Abya Yala pudiera respaldar esta candidatura para poder expulsar al imperio y poner en marcha nuestro proyecto de integración Mali –Venezuela-América Latina, siguiendo los pasos de Chávez.

Es claro que tienen muchas coincidencias con algunos de los gobiernos progresistas de la región. ¿La integración latinoamericana es un ejemplo válido para los países africanos?

La integración Latinoamericana es un ejemplo para nosotros, las sociedades civiles africanas, no para los actuales gobiernos. Éstos son funcionales para “Occidente”; nuestros presidentes son antes gobernadores del Estado francés, Inglaterra y de los EEUU.

Vamos a luchar hasta el último aliento para que haya integración africana y de África con América Latina, cosa que “Occidente”, los países capitalistas ricos, van a intentar impedir. Pero como dicen en la Isla Infinita, Venceremos.

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[Javier Sánchez es corresponsal de AraInfo en América Latina]

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