Este viernes, 10 de marzo, se disputará uno de los partidos más inusuales. El equipo de rugby de los internos del Centro Penitenciario de Zuera se enfrentará al equipo del Ejército de Tierra. A su vez, este será el quinto partido que acoge la cárcel de Zuera, ya que anteriormente se jugaron tres contra el Fénix CR y otro contra el equipo de la Universidad San Jorge.
Desde hace más de cuatro años, la fundación del Fénix Club de Rugby lleva a cabo su proyecto "Estigma Cero" con el que cada martes, el equipo de rugby zaragozano, acude al centro penitenciario de Zuera para entrenar con ellos y de esta manera fomentar la práctica deportiva dentro de los muros.
Con estas actividades, el club intenta promover su futura inclusión social, además de brindar a los internos la oportunidad de aprender nuevas habilidades utilizando el rugby como un impacto positivo dentro de la cárcel, desarrollando sus habilidades sociales y ayudándoles a combatir los sentimientos de aislamiento y soledad.
Muchos textos legales consideran que el ejercicio físico y el deporte forman parte de las prácticas educativas que tienen como meta oficial la reinserción de las personas presas. En este sentido, la práctica deportiva tiene efectos dentro de la población reclusa, que aprende a aceptar el cumplimiento de normas, la pertenencia a un grupo y sus formas de relación, sin la necesidad del castigo como medio de aprendizaje.
En el caso concreto del rugby, el deporte les exige, debido al contacto físico, una demanda de atención que está generando efectos positivos en los presos. Pero además un ejercicio de solidaridad con sus compañeros. Hay autores que señalan el valor educativo del contacto en el deporte, puesto que realza los componentes éticos al colocar en una posición central el respeto a las personas. El rugby en este sentido es un deporte especial, puesto que además de tener esa confrontación física, es de balón y de equipo.
