Entró en las Juventudes Socialistas en 1996 y en el Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Zaragoza, como asesora, en 1999. Fue consejera de Personal, Participación Ciudadana y Turismo de 2007 a 2015 (con Juan Alberto Belloch como alcalde) y ha estado en la oposición desde entonces. Como ella misma dice, “he sido parte del partido desde siempre”. Tras 16 años como edil, a Lola Ranera le llega la gran oportunidad de ser alcaldesa.
Hace cuatro años, afirma, el pacto natural era entre el PSOE y Ciudadanos, pero ahora sabe que deberá entenderse con los partidos a su izquierda, siempre y cuando la suma supere a la de la derecha. De la candidata popular, Natalia Chueca, estima que debería irse un tiempo a la oposición y aprender.
Asegura que la línea 2 del tranvía es factible económica y técnicamente, y pretende devolver el protagonismo a los vecinos alejados del centro después de cuatro años de olvido: “Al PP los barrios no le interesan, porque allí no están sus votantes”.
Es una mujer de partido, que conoce los barrios y ha estado mucho tiempo en un segundo plano, le llega ahora la gran oportunidad, ¿cree que ha tardado demasiado?, ¿le gustaría que hubiera llegado antes
No, ha llegado cuanto tenía que llegar. Es un reto. Vengo de las Juventudes Socialistas, he sido parte del partido desde siempre. Para mí es un placer, un honor y tengo mucha ilusión.
¿Siente que, si no puede gobernar, no habrá más oportunidades?
No, llevo ocho años en la oposición. Si no puedo gobernar, volveré a ella. Pero también te digo que voy a gobernar.
¿Se ha sentido apoyada por el partido?
Siempre, en los 16 años que llevo en el Ayuntamiento de Zaragoza. Tanto Javier Lambán como Juan Antonio Sánchez Quero han entendido que yo soy la persona ideal y por eso doy este paso. También me siento muy apoyada por los militantes.
¿Hasta qué punto en unas elecciones municipales puede afectar la marca estatal o autonómica del partido, e incluso de los líderes estatales o autonómicos?
Zaragoza es la cuarta ciudad de España y las marcas de los partidos son importantes. El 28 de mayo van a influir muchísimo. Aquí tenemos además un valor añadido, que se llama Javier Lambán, que ha estado a la altura de Aragón y de los aragoneses.
También yo soy una mujer empática, conozco los barrios, puedo hablar con la gente de cualquier problema que haya en la ciudad, porque los conozco. Yo le recomendaría a Natalia Chueca que se fuera un tiempo a la oposición para aprender, porque llega a los sitios y parece que está en la Gran Manzana.
Es muy probable que, en las elecciones aragonesas, el PSOE –sobre todo por el perfil de Lambán– se lleve votos de los que pierda Ciudadanos, ¿cree que también puede suceder en el Ayuntamiento de Zaragoza?
El PSOE es el único partido capaz de gobernar y de pactar por el centro y por la izquierda. Hace cuatro años, el pacto natural, en Zaragoza y en la comunidad autónoma, hubiera sido uno entre PSOE y Ciudadanos. Pero Ciudadanos ya empezaba a marcar su hoja de ruta, por eso todos sus miembros han terminado en el PP.
Tenemos que dirigir nuestras políticas a las cosas posibles, y ahí se tienen que sentir identificados los votantes de centro, que son personas que también necesitan viviendas para jóvenes, movilidad, seguridad... Esas políticas no son sólo para la gente de izquierdas, sino que responden al interés general.
Parte del votante de izquierdas considera que el PSOE ya no es de izquierdas, ¿por qué ha sucedido eso?
Habrá de todo. Eso tiene que ver con los momentos de cambio que hemos vivido. Con la llegada de los ‘comunes’ a muchas ciudades ha habido gente de izquierdas que se ha sentido más representada por otros partidos. Pero tenemos que pactar, y PSOE, Podemos y Zaragoza en Común (ZeC) tenemos un denominador común, que son los ciudadanos.
¿Le preocupa la desunión a la izquierda del PSOE?
Sí. Sólo podemos ser alcaldesas (con todos los respetos al resto de candidatos y candidatas) Natalia Chueca o yo, y ninguna de las dos va a obtener mayoría absoluta. Ella tendrá que gobernar con Vox y yo tendré que pactar con la izquierda.
Aragón y Asturias son las dos únicas comunidades en las que los comunes y Podemos van separados y eso no facilita que puedan llegar a ese 5% necesario para obtener representación en el Ayuntamiento. Si fueran unidos, sería más fácil sumar, pero hay que respetar las decisiones de cada partido.
¿Le viene bien al PSOE que Azcón se vaya a las Cortes de Aragón?
Le viene bien a la ciudad, porque Azcón lleva dos años sin ser alcalde. Desde que decidió ser el candidato autonómico, se acabaron las buenas relaciones con el Gobierno de Aragón. A Zaragoza le va a venir bien tener una alcaldesa que cree en los ciudadanos y que no use la ciudad para hacer partidismo.
Los ayuntamientos son las instituciones más cercanas a la gente, ¿pero a veces no cree que se pierden en debates muy amplios y que no van de verdad a los problemas de los vecinos?
Sí, yo invito a pensar sobre cuál es el legado de Azcón: 400 metros de la Avenida Navarra (que acaban en un gran edificio que ya sabemos de quién es), Tenor Fleta (que lo hizo ZeC) y la puesta en marcha de las viviendas de Las Fuentes (que le vienen de la época del PSOE). Además de las plazas de Santa Engracia y Salamero, que parece un horno. Su único legado sería La Romareda y no va a ser capaz de poner ni una piedra, de ahí que ahora le haya dado esa locura de emergencia electoral.
También hay que sumar la huelga más larga de la historia del autobús y unos pliegos que caducan este año y con los que aún no se ha hecho nada. Y todo esto con más dinero del Gobierno de España y del autonómico.
Cuando el PP llego al Gobierno (y ya durante la campaña) repitió aquello de que venían a sanear un Ayuntamiento arruinado por la izquierda, ¿cómo diría que ha sido su gestión económica?
Todo lo que se ha hecho en esta ciudad, cualquier equipamiento que iguale a la ciudadanía, lleva el logo del PSOE y de otros partidos de izquierdas. El auditorio, la Harinera, la Azucarera, los centros cívicos, las escuelas infantiles.
Durante estos cuatros años, el PP ha invertido 34 millones de euros al año en capítulo 6 y 7. El PSOE, en plena crisis en 2011, invertía 71 millones. Pero es que ellos han tenido 310 millones de euros más de ingresos. Un 17,5% del presupuesto en 2011 se gastó en Acción Social, ellos dedican un 11%. Es decir, teniendo la mayor cantidad de ingresos, han hecho la menor inversión.
Su discurso se ha basado sólo en la bajada de la deuda. El Ayuntamiento tiene un 80% de endeudamiento, unos 500 millones de euros por los que se pagan 50 millones todos los años. Por tanto, en 10 años, si todo va bien, la deuda estará saldada. Pero es que el PP es incapaz de gestionar.
¿Qué hay que hacer con la movilidad?
Cuando gobierna el PP, deciden para quién gobiernan, por eso no han hecho nada en movilidad en estos cuatro años. Tenemos una línea 1 del tranvía, que une norte y sur, y que tiene 30 millones de usos al año, es el tranvía que más se usa de Europa. Había que hacer algo con el eje este-oeste, aunque sea reordenar los autobuses, pero no han hecho nada, porque no son sus votantes. La gente de Delicias, Las Fuentes o San José no les interesa, no les van a votar.
Proponemos la línea 2 del tranvía, que, como dice el plan de movilidad de 2018, tendría 20 millones de usos y aumentaría en cuatro los de la uno. Chueca dice que esta línea es técnica y económicamente imposible, pero no es verdad.
¿Cómo se financia esa línea 2?
Cuando propusimos la línea en Bruselas, nos dejaron claro que había que pensar en un ámbito metropolitano, e incluso nacional. Esta línea debería conectar con el AVE y también habría que llegar hasta el aeropuerto, ya veríamos si con el tranvía o con un tren-tram. Y, por supuesto, hay que conectar Plaza, donde van cada día 16.000 personas en coche. La verdadera revolución de la ciudad ha de estar en la movilidad: hay que dejar el coche en casa, porque no hay planeta B. Y Europa va a pagar todos los proyectos que tengan que ver con la lucha contra el cambio climático.
Hay que dejar de hacer calles porque se revientan las tuberías, que para eso no hacen falta políticos, porque los funcionarios saben perfectamente lo que hay que hacer. Hay que dejar de vender como si fuera Bienvenido Mr. Marshall los 400 metros de la Avenida de Navarra (con todos mis respetos por una reivindicación histórica de los ciudadanos) y hay que apostar con ambición por una ciudad que se debe preparar para ocupar un espacio imprescindible a nivel de Aragón y nacional.
¿Habría que hacer una empresa pública que gestionara toda la movilidad en la ciudad?
Ahora que vencen los pliegos del autobús, es el momento. Tenemos que sentarnos con el Gobierno de Aragón y decidir qué apuesta hacemos por la movilidad. No me cabe duda de que todos los partidos de izquierdas lo tienen igual de claro que yo. Haremos una estrategia con un objetivo claro: luchar contra el cambio climático. No sé si con una empresa pública o con el consorcio, pero lo que no puede ser es lo que hay ahora. Los autobuses tienen unas velocidades comerciales que son las mayores de España, porque estamos con unos pliegos por kilómetros. Del modelo de Chueca no sabemos nada, y eso que ha sido consejera de movilidad, pero los pliegos tendrían que estar ya licitándose y aún no han empezado.
¿Cómo se resuelve el problema de la vivienda?
Los socialistas somos los únicos que hemos hecho vivienda pública en esta ciudad, 15.000 viviendas. Y lo volveremos a hacer, porque en estos cuatro años no se ha licitado ni una.
Tenemos un proyecto claro: la ciudad tiene suelo público para hacer 6.000 viviendas. Proponemos hacer 1.500, de las que 700 estarían en Arcosur y 800 en los barrios tradicionales (con lo que se conseguiría una regeneración y un rejuvenecimiento de los mismos). Serían viviendas de entre 70 y 90 metros cuadrados en las que invertiríamos 120 millones de euros en cuatro años. Y tendrían unos precios de 450 euros, 300 por debajo de la media ahora mismo en Zaragoza. Es la manera de pinchar el mercado y bajar los precios.
También pondríamos en marcha la Oficina de Alquila2 para captar vivienda vacía. Los agentes de la propiedad inmobiliaria (APIs) nos dicen que hay 10.000 viviendas vacías en Zaragoza. El Ayuntamiento, en colaboración con los APIs, tiene que recuperar y arrendar esa vivienda con un tasador independiente. Así se garantiza que el propietario cobre y se pondría más vivienda en el mercado.
¿Está de acuerdo con las ayudas a la compra que han anunciado Sánchez y Lambán?
Sí, en España no hay cultura del alquiler, hay personas que siguen optando por una vivienda en propiedad y también hay que trabajar por ellas. Es un gran avance. Si la media de los pisos en Zaragoza es de 200.000 euros, y de entrada se pide un 20%, son 50.000 euros, que casi nadie tiene.
¿Qué hay que hacer con La Romareda?
Primero tengo que dejar claro que habrá una nueva Romareda. De hecho, ya la habría si el PP no la hubiera judicializado en 2005. Esta ciudad necesita un campo de fútbol, porque genera economía y empleo y porque ya se han gastado 5 millones de euros en los distintos proyectos.
El modelo que han elegido no es el nuestro, ellos han apostado por un derecho de superficie, o sea, una privatización, y nosotros queríamos una concesión para seguir teniendo el control municipal. Pero así lo decidieron ellos, porque a mí por este tema Azcón me ha llamado una vez y estuvimos una hora de la que él habló 55 minutos.
Hace cuatro años, el único partido que entró en La Romareda a presentar el proyecto fue el PP. Christian Lapetra les abrió la puerta y a los demás no. Ojalá Azcón hubiera movido algo más en estos cuatro años y ahora no le entraran las prisas electorales. Además, todo ha sido muy poco transparente. Lo tenían ya todo diseñado. Dicho esto, reitero que habrá campo de fútbol.
En la pasada legislatura se pusieron en marcha los presupuestos participativos, que no acabaron de funcionar del todo bien, ¿qué hay que hacer para implicar a los barrios?
La participación ciudadana es una de las deudas que tiene este Ayuntamiento. Los barrios están absolutamente abandonados. Es lo que he dicho antes, como en los barrios no están sus votantes, pues no les interesan.
El tejido asociativo tiene una fortaleza impresionante. Soy presidenta de una junta de distrito en la que llevo 16 años y hacer una obra escuchando al tejido asociativo es garantía de éxito. Porque son los vecinos los que conocen los problemas del barrio, no la Administración ni las empresas. Teniendo esto claro, hay que darle una vuelta a la participación ciudadana.
¿Y el Buñuel?
Debemos ir a una doble velocidad: que siga habiendo servicios públicos gestionados municipalmente, pero que convivan con otros modelos, como los de autogestión. Ambos modelos pueden convivir. El PP ha tratado de dar una imagen del Buñuel que no era cierta. Allí se mezclaba mucha gente y era un espacio de encuentro. Creo en el mestizaje y en la suma.
¿Hay que recuperar el empleo público perdido durante esta legislatura?
Sin duda, empezando por la Policía, que tenemos que cubrir 250 vacantes. El PP no cree en lo público, por eso no contrata a funcionarios. No gestiona lo público, porque eso iguala a las personas. Ellos no necesitan piscinas públicas, porque las tienen en sus urbanizaciones; tampoco colegios que abran por la tarde, porque en sus centros privados se pagan las extraescolares. Es una cuestión de ideología, de gobernar para unos pocos que tienen más dinero. Nosotros queremos gobernar para la inmensa mayoría.