Las obras del trasvase del Jalón dejan secos los manantiales históricos en las faldas de la Sierra Vicor

La fuente de Paracuellos de la Ribera ha dejado de manar agua esta semana, algo que no había ocurrido nunca. También varios pozos agrícolas de esta localidad y de El Frasno, por que el acuífero se ha secado debido a que las obras del trasvase del Jalón al Grío han seccionado los acuíferos. Las personas afectadas piden la paralización de la obra hasta que se aclare la situación, y recuerdan que ya advirtieron de este peligro en las alegaciones a la obra del pantano de Mularroya que fueron ignoradas.

Las obras del trasvase del Jalón dejan secos los manantiales históricos en las faldas de la Sierra Vicor
Foto: Ayuntamiento de Calatayud

Describen con tristeza algunos de los habitantes de la comarca como “la fuente de Paracuellos de la Ribera ha dejado de manar agua esta semana”, y que “las piedras muestran la erosión de un caudal de agua de calidad que no se había detenido desde la construcción de la actual en torno a 1560 y, mucho antes, desde la fundación de la población en la edad media”.

“El abrevadero está vacío. El acuífero se ha secado, como ha pasado con varios de la zona usados para fines agrícolas, debido a que las obras del trasvase del Jalón al Grío han seccionado los acuíferos que bajan desde la Sierra Vicor”, relatan. De momento, los afectados son los términos municipales de Paracuellos y El Frasno, pero los vecinos y vecinas de Sabiñan y Embid de la Ribera -pedanía de Calatayud- saben que serán los siguientes.

La fuente de Paracuellos de la Ribera se conoce desde antiguo. Excursionistas, ciclistas y vecinos de las localidades vecinas solían acercarse a ella para rellenar sus cantimploras, incluso decenas de garrafas de agua para el consumo de toda la semana. Ya no podrán hacerlo de nuevo.

Tampoco podrán usar sus pozos 4 explotaciones agrarias de los términos de Paracuellos y El Frasno. Se han secado. Y en decenas de otras explotaciones tienen que extraer el agua desde mucha profundidad porque el acuífero ha bajado mucho su nivel. “No se trata de la sequía, sino de que se ha pinchado por las obras y esta agua ya llena en el pantano de Mularroya”, explican desde Jalón Vivo.

Esta situación supone la puntilla para la agricultura tradicional de la zona, en donde se produce fruta de hueso de la máxima calidad. Un elemento más para acelerar la despoblación en una de las zonas más despobladas de Aragón.

Las obras del trasvase del Jalón dejan secos los manantiales históricos en las faldas de la Sierra Vicor
Foto: Ayuntamiento de Calatayud

Las personas afectadas, agrupadas entorno a la plataforma Jalón Vivo, avisaron en su momento de esta situación y presentaron alegaciones al proyecto. Pero no fueron atendidas “esgrimiendo supuestos estudios geológicos que se están demostrando errados o directamente inútiles. De hecho, ya se han invertido más de 15 millones de euros adicionales en la obra para corregir errores de este tipo”, destacan desde la entidad de defensa de la tierra, que sin embargo, duda “de las verdaderas intenciones por revertir el secado de los acuíferos cuando estos han sido desviados para el llenado de Mularroya, lo que supone una nueva ilegalidad en un proyecto que ya ha recibido numerosos varapalos judiciales pero que sigue adelante por la vía de los hechos consumados”.

Jalón Vivo reclama a la CHE -dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico- y al Gobierno de Aragón que se paralice la obra del trasvase hasta que se realicen nuevos estudios y ante el peligro que supone la progresiva eliminación de los manantiales de la zona. Además, advierte de que “se van a estudiar posibles demandas desde el punto de vista patrimonial tanto contra las administraciones responsables como contra las empresas que realizaron los estudios que se están demostrando inútiles”.

“Esperemos que los estudios sobre sismicidad y seguridad en las obras estén mejor, pues de lo contrario es posible que tengamos que lamentarnos por la pérdida de alguna vida”, han comentado responsables de Jalón Vivo en referencia a que existen estudios sobre la construcción del pantano de Mularroya no tenidos en cuenta por la CHE y que ponen en tela de juicio la seguridad de la obra frente a posibles temblores de tierra que pudiesen derivar en consecuencias nefastas para localidades cercanas como Ricla.

Los afectados por el embalse de Mularroya y el trasvase del río Jalón han recordado que “en este momento todo el proyecto sigue adelante fruto de una irresponsable política de hechos consumados”, sin haber tenido en cuenta ninguna de sus alegaciones ni tampoco las 4 sentencias judiciales que lo han declarado ilegal. Pese al avance de las obras, consideran que “queda margen para salvar la agricultura del tramo medio del Jalón y la vida de sus pueblos, así como un espacio natural tan importante como las Hoces del Jalón”.

También han recordado que, una vez terminado el proyecto “los vecinos aguas abajo del punto del trasvase verían reducido su caudal de manera extraordinaria, lo que pone en peligro la agricultura tradicional y hasta la vida misma de los pueblos de una de las zonas que más sufre la despoblación” en nuestro país.

Asimismo, también la vecindad del Jalón aguas arriba, prácticamente toda la comarca de la Comunidad de Calatayud, se verá afectada “puesto que el uso prioritario del agua pasará a ser el llenado del embalse de Mularroya y el embalse de La Tranquera pasará a tener un uso subsidiario, de acuerdo con lo que se indica en el proyecto”.

Mularroya: retorcer la ley para despilfarrar 200 millones en hormigón, desecar el río Jalón y poner en riesgo a Zaragoza

Varias sentencias firmes del Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional anulando el proyecto del pantano de Mularroya, e incluso paralizando sus obras ya iniciadas, no han sido obstáculo suficiente para el Estado español, que retorciendo la ley para incumplir los mandatos judiciales, la normativa medioambiental de la Comisión Europea, y el sentido común, ha continuado destrozando el territorio, el patrimonio cultural, y enterrando cientos de millones de euros en las obras de Mularroya, cuya seguridad está en entredicho, y por tanto supone un riesgo para poblaciones como Ricla, Calatorao, o incluso la ciudad de Zaragoza.

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