Las I Jornadas sindicales del sector de la automoción exigen empleo de calidad y más control de las ayudas públicas

Cinco sindicatos, que representan a más del 90% de las marcas de automóviles en el Estado español, se reúnen en Zaragoza el viernes 22 y el sábado 23 para abordar cuestiones como la situación actual de las plantillas, el futuro de los motores de combustión o los retos del sindicalismo alternativo, con el objetivo de compartir experiencias y coordinar acciones

Presentación de las I Jornadas Sindicales de Automoción en Zaragoza. Foto: STOPEL.

El sector del automóvil representa el 10% del PIB en el Estado español y el 18% del total de exportaciones, pero vive un momento crucial ante la política de reducción de costes de las compañías y los cambios tecnológicos. Para hacer frente a los nuevos retos, cinco sindicatos alternativos -representantes de más del 90% de marcas que se fabrican, que dan empleo directo a más de 60.000 personas- se reúnen en Zaragoza en las I Jornadas Sindicales del Sector de la Automoción. La organización destaca entre los objetivos del encuentro “proteger las condiciones laborales de los trabajadores frente al modelo productivo de contratos basura y ‘todo a cien’ que se está instaurando, en especial en el grupo Stellantis, propietario de Opel”.

Las jornadas están organizadas por el Sindicato de Trabajadores de Opel (STOPEL) y STM, de la factoría Ford València, ambos pertenecientes a la Confederación Intersindical. También asisten representantes de CUT en Citroën Vigo (otra de las factorías del grupo Stellantis, fusión de PSA y Fiat-Citröen); LAB, en Volkswagen Iruñea y Mercedes-Benz Gasteiz; y TU, en Renault en el Estado español.

Durante los días 22 y 23, los y las participantes debatirán en distintas mesas redondas en el Centro de Historias de Zaragoza la situación de las plantillas en cada fábrica, la problemática y retos del sector, el futuro de los motores de combustión con el avance del vehículo eléctrico y de hidrógeno y los desafíos del sindicalismo alternativo. Con las conclusiones finales se quiere buscar vías de acción comunes ante las empresas y las instituciones para defender a todos las plantillas trabajadoras de la industria del automóvil.

Empleo de calidad

En la presentación de las I Jornadas Sindicales del Sector de la Automoción, que ha tenido lugar en el Centro de Prensa de Zaragoza, han participado Daniel Montejo, de STOPEL (Opel Figueruelas); Paco González, de STM (Ford València), y Raúl Portillo, de LAB (Volkswagen Iruñea).

La organización de las Jornadas ha resaltado que las empresas automovilísticas siguen teniendo beneficios millonarios; en parte por el deterioro de las condiciones laborales (aumento de la contratación precaria, mayores ritmos de trabajo, organización just in time…) y el “chantaje” a las instituciones con la amenaza de desmantelar las plantas. Frente a ello exigen la participación de los trabajadores y trabajadoras en la distribución de las ganancias y mayor control del dinero público para mantener un sector industrial puntero, con empleo de calidad en lugar de competir por abaratar los costes salariales.

Como ejemplo, la factoría de Opel en Figueruelas, entonces del grupo PSA, cerró 2020 con un beneficio neto de 2.173 millones. Tras su unión con Fiat-Citröen el pasado enero, la nueva sociedad, Stellantis, anunció unos beneficios récord de 5.936 millones en el primer semestre de este año. En paralelo, los trabajadores y trabajadoras “han perdido primas y complementos, se han empeorado sus condiciones laborales y desde 2018 los salarios no han aumentado ni el IPC”, confirma STOPEL.

En todas las factorías automovilísticas se ha producido una progresiva reducción de las plantillas. En el caso de Opel, en las últimas dos décadas ha pasado de tener unos 10.000 personas contratadas de forma directa a la mitad, apenas 5.000, aumentando además el porcentaje de contratos temporales.

Las jornadas sindicales demandan un nuevo modelo productivo que cuide de los trabajadores y trabajadoras como su mayor activo y para ello señala también la importancia también del papel de las instituciones públicas: condicionando las numerosas ayudas directas e indirectas, que no dejan de conceder para mantener la producción o que lleguen nuevos modelos, a que también favorezcan a los empleados y empledas directos y a los de las empresas auxiliares. En estas últimas ha habido especialmente una gran deslocalización, que ahora es una de las causas de los problemas de suministros que padece el sector.

Los problemas derivados de la pandemia, como la falta de microchips en la industria, o los motores eléctricos se han destacado como amenazas no para las empresas, sino para rebajar más aún las condiciones de las plantillas. Los organizadores recalcan que el futuro del sector automovilístico en el Estado español no puede basarse en un modelo de trabajo precario y a plena disponibilidad, ni la lucha sindical puede limitarse simplemente a velar por el número de puestos de trabajo ya que al final solo se facilita el cierre de las plantas con costes mínimos.

Con las conclusiones del encuentro se pretende actuar conjuntamente en la defensa de todos los trabajadores y trabajadoras de la industria del automóvil, que supone en la actualidad 70.000 puestos directos y cerca de dos millones de empleos indirectos sumando todos los ligados.

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