Las BRIF de Daroca: jugarse el puesto de trabajo cada año

La plantilla de esta empresa pública reclama que las pruebas que evalúan cada año su condición física no sea excluyentes y no superarlas no suponga el despido sino que funcionen como una "baja laboral"

Marcha Negra de las BRIF por Madrid en 2015 | Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Durante estos días, a las bomberas y bomberos forestales de las brigadas de apoyo de incendios forestales (BRIF Daroca), comúnmente llamadas “las BRIF”, se les realizan anualmente una serie de pruebas tanto médicas como de esfuerzo físico, en las cuales, se les evalúa su condición física.

En esta profesión se les realiza el mayor número de pruebas médicas posibles debido a sus funciones, como sería; una espirometría, una prueba de tensión arterial, un electrocardiograma, entre otras. Hasta aquí, algo común en casi todos los trabajos como es hacer un reconocimiento médico, salvo por una salvedad, si no las superan, o lo que es lo mismo, no dan el APTO, optan a cinco puestos por base de los llamados “segunda actividad”.

Teniendo en cuenta que hay más de 50 bomberos y bomberas forestales en esta situación, una vez completas estas cinco plazas, finalmente la empresa recurre al despido.

La realidad para los bomberos y bomberas forestales, no sólo únicamente para las BRIF, sino también para el resto de los dispositivos de incendios de los territorios, es que, como denuncian desde las BRIF de Daroca, “nos encontramos que anualmente nos tenemos que jugar el puesto de trabajo con unas pruebas excluyentes que realizan las mutuas laborales que contratan las diversas empresas del estado y comunidades autónomas”.

Y añaden, “tener la tensión arterial el día del reconocimiento medico con valores diferentes a los establecidos por la empresa y la mutua, puede significar acabar en un despido. Igualmente, si el Pack-Test o comúnmente llamado ‘la prueba de la mochila’ (que es realizar 4,800 km con 20 kilos a la espalda en menos de 45 minutos) no es superada por los bomberos y bomberas forestales, se consideran no aptas y puede acabar en despido”.

varias bomberas y bomberos de las BRIF de Daroca posando con una pancarta que pone no a las pruebas excluyentes
Foto: BRIF Daroca

Por ello, desde este dispositivo se preguntan; “¿cómo es posible que después de una vida apagando incendios forestales, con la carga física y mental que esto conlleva, nos quedemos en la calle? ¿No sería lo lógico que las mutuas laborales se encargasen de las personas no aptas como una baja laboral más, sin que esto conllevase el despido?”.

Además, exigen que las empresas como TRAGSA reubique a los bomberos y bomberas forestales en un puesto acorde a su condición física y exigen también al Estado español que tome cartas en este asunto, puesto que “los bomberos y bomberas forestales trabajamos para ellos y también para las comunidades autónomas, y no tener unos coeficientes reductores, o lo que es lo mismo, una edad de prejubilación acorde a nuestras funciones, nos parece indigno”.

Por lo tanto, a día de hoy, desde las BRIF Daroca exigen unas pruebas no excluyentes para poder tener un futuro como bomberos y bomberas forestales.

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