Está siendo un comienzo de año movidito. A la pandemia mundial de COVID, hemos sumado estos días la ola de nieve y frío en la península, por no hablar del intento de asalto al Capitolio por las hordas trumpistas en los EEUU. Vemos con estupefacción como suben los recibos de la luz y el gas a máximos históricos en el Estado español mientras Filomena nos visitaba, y el caos generado en Aragón por la inminente vuelta a la presencialidad total en las aulas con la curva de contagios en ascenso. Todos ellos, ingredientes para una coctelera ya de por sí muy agitada.
Volviendo a la pandemia. La incidencia acumulada por COVID en los últimos 14 días en el Estado español se ha disparado hasta los 493 casos por cada 100.000 habitantes, el triple que hace un mes. "Hemos pasado unas vacaciones mejor de lo que deberíamos haber hecho y ahora estamos observando las consecuencias", ha dicho el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, achacando la subida de la curva a la relajación de las medidas en las fiestas navideñas. Algo que, por otra parte, era evidente que iba a pasar. Ahora, el Ministerio de Sanidad espera que las medidas de contención del virus aplicadas actualmente y la vacunación "logren revertir esta escalada de la pandemia y evitar la saturación de hospitales y ucis".
En Aragón la situación no es mejor. La tasa de incidencia acumulada a 14 días se sitúa en 434 por 100.000 habitantes y la tasa de positividad se elevó este martes hasta casi rozar el 20%, exactamente el 19,58% en 2.237 pruebas realizadas, con 438 contagios. El miércoles se notificaron las peores cifras desde el pasado noviembre, 692 nuevos contagios, y este jueves, según los datos provisionales del Gobierno de Aragón, son 907 los positivos nuevos. La tasa de positividad viene marcando en Aragón registros preocupantes, muy superiores al 5%, la cifra que la OMS fija para tener la pandemia controlada: 16,24% el lunes, 17,13% el domingo, 17,81% el sábado, 17,09% el viernes y 18,21% el pasado jueves.
Tampoco mejora la situación en los hospitales de Aragón. El 30 de diciembre eran 334 las personas ingresadas por COVID, 42 de ellas en UCI. Desde entonces, ha ido creciendo, hasta los 468 ingresos de este miércoles, 51 de ellos en UCI. Es decir, 134 más. La tasa de letalidad por COVID-19 se mantiene en el 3,2% y la mortalidad por cada 10.000 habitantes se eleva al 21,1%. Según el registro de la DGA, 2.774 personas han fallecido a causa del coronavirus desde marzo de 2020, el inicio de la pandemia, y un total de 86.344 personas se han contagiado, de las cuales 75.995 ya han superado el virus.
Tanto Sanidad como el Gobierno de Aragón siguen queriendo evitar un nuevo confinamiento domiciliario. Así lo ha expresado el presidente aragonés, Javier Lambán, sin descartar que "en las próximas fechas" se adopten nuevas medidas más restrictivas a las actuales. Por el momento, se mantienen las del nivel 3 agravado de alerta sanitaria, con cierre a las 20.00 horas de actividades no esenciales. Siguen activados el toque de queda entre las 23.00 y 6.00 horas y los confinamientos perimetrales de Aragón y las "tres provincias" hasta el día 31 de enero, aunque Lambán ya ha avisado que "hablar de levantamiento de confinamientos provinciales es imposible hoy en día".
Aragón: cuarto territorio que menos porcentaje de vacunas ha administrado
Desde el 27 de diciembre, día en que comenzó la campaña de vacunación, y hasta el 11 de enero, Aragón ha administrado 10.998 dosis de la vacuna contra el COVID-19, de las 23.715 dosis recibidas de Pfizer. Es decir, ha usado un 46,4%, un poco menos de la mitad, frente al 54,6% de la media estatal. Estas cifras sitúan a Aragón como el cuarto territorio que menos porcentaje de dosis ha administrado respecto a las recibidas.
Este lunes, llegaron otros 2.340 viales, de los que pueden salir entre 11.700 y 14.040 dosis, aunque el Gobierno de Aragón ha decidido mantenerlos "en reserva" y distribuirlas a los diferentes centros de salud. Además, este miércoles, el Hospital Clínico de Zaragoza ha recibido las primeras 1.200 dosis de la vacuna de Moderna. La previsión es que entre enero y febrero, se reciban 19.600 dosis de esta vacuna, con la que se podrá inmunizar a unas 9.800 personas.
En rueda de prensa, la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, ha pronosticado que este viernes se habrán usado el 80% de las vacunas recibidas. En esta cifra, la DGA descuenta "la reserva estratégica de 10.000 dosis" que "no se tiene en cuenta para calcular el porcentaje de vacunas inyectadas". Precisamente, sobre las críticas por el bajo porcentaje de vacunas administradas por esa reserva estratégica, la consejera ha asegurado que es "prudente" y "vital", como "hemos visto cuando ha habido un fallo en el envío semanal" a causa del temporal.
Pérez también ha indicado que el viernes se termina la primera vacunación en las residencias, en un total de 233 centros de mayores y 33 de personas con discapacidad, un 81,34% del total, puesto que faltan 61 centros. A partir de la semana que viene, está previsto iniciar la inmunización al personal sanitario que "trabaja en primera línea contra la pandemia" y se continuará "con la segunda dosis" en las residencias.
La nueva cepa: preocupante pero no relevante, según la OMS
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que la aparición de la nueva cepa del coronavirus es "preocupante" porque está aumentando la transmisibilidad del virus, pero apunta que no se ha producido un cambio relevante en la enfermedad. "Esta cepa se propaga a todos los grupos de edad, pero la infancia no parece tener un mayor riesgo. Nuestra evaluación es que esta cepa puede, con el tiempo, reemplazar a otros linajes circulantes, por lo que si no aumentamos los controles para frenar su propagación se producirá un mayor impacto en los servicios sanitarios, ya de por sí estresados y saturados", han avisado.
Un equipo de la OMS ha llegado ya a la ciudad china de Wuhan, donde a finales de 2019 comenzaron a registrarse los primeros contagios de COVID, para investigar los orígenes del coronavirus.