La posible abstención del partido bisagra, Ciudadanos, tampoco permitiría a Rajoy ser investido

El partido dirigido por Albert Rivera transforma su ‘no’ a Mariano Rajoy en una abstención en segunda votación “por responsabilidad de Estado”. Aun así, la situación continúa bloqueada y la sombra de unas terceras elecciones se alarga peligrosamente.

Rajoy y Rivera Foto: PP

Mariano Rajoy y Albert Rivera, uno de sus socios potenciales –según Pedro Sánchez-, han mantenido una reunión en el Congreso que no ha servido para gran cosa, o por lo menos eso es lo que se desprende de las declaraciones de ambos. Aunque si bien es cierto, esta vez Ciudadanos vuelve a cambiar de opinión y lo hace para garantizar una posible abstención en segunda votación, lo cual no cambiaría nada siempre que el PSOE no cambie su voto.

Lo que sí ha cambiado, parece, es el ánimo del líder Popular. El cual ha mostrado su optimismo porque con dicha reunión se ha dado “un primer paso”. Lo que no se sabe muy bien es en qué dirección, ya que la investidura sigue estando en el aire. Rajoy ha ofrecido a Rivera una “negociación leal, abierta y sin límites”, pero nada más.

El proceso de negociación entre ambos partidos “no va a ser ni fácil ni rápido”, ha manifestado el secretario general del PP. El techo de gasto y la presentación de los Presupuestos del próximo año son la base de dicha negociación. “Hemos dado un primer paso, y la más larga caminata comienza siempre con un primer paso”, ha confesado Rajoy, y ha añadido que si no contemplara “ninguna posibilidad” no hubiera aceptado el encargo de Felipe de Borbón.

Para él, la prioridad continúa siendo el no convocar unas nuevas elecciones, algo que según ha explicado serían “una vergüenza”. Y queda claro que mientras el PSOE no varíe su posición, como sí ha hecho Ciudadanos, el bloqueo político está asegurado. “Unas terceras elecciones serían inadmisibles y eso exige el concurso y el compromiso de todos. Tenemos que hablar y lograr algún tipo de entendimiento que acabe con el bloqueo y devuelva la normalidad a la política española”, recordaba Rajoy.

Por su parte el líder de la formación naranja, Albert Rivera, ha expresado su compromiso ante la “urgencia” de la situación. Por eso le ha solicitado a Rajoy “toda la información que tenga” sobre la senda de déficit pactada con la Comisión Europea, los posibles ajustes que se tengan que realizar en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2017 y el techo de gasto. Todos ellos aspectos que nada tienen que ver directamente con la investidura de Rajoy.

Rivera ha mostrado la disposición de su partido a corresponsabilizarse de los temas importantes, y ha advertido al PSOE de que si éstos se desentienden de la gobernabilidad del Estado español, “alguien tendrá que sentarse en una mesa por lo menos para que los temas importantes del país puedan negociarse”.

Por otro lado, el calendario previsto para la realización del debate de investidura continúa sin novedad. Rivera considera que se necesita tener “un calendario cuanto antes, España necesita certidumbre. En mi opinión, este pleno de investidura se debería celebrar como muy tarde a finales de este mes”. Pero Mariano Rajoy sigue sin dar pistas sobre una posible fecha.

Así pues, el panorama actual en el ámbito político exige un desbloqueo que no llega. El líder de los Populares no cuenta con el apoyo suficiente para ser presidente del gobierno. Mientras tanto, el tiempo avanza de manera inexorable hacia la única posibilidad factible en estos momentos, la repetición de elecciones. Algo que sin duda ninguna fuerza política desea pero que nadie parece que va a remediar. Hagan sus apuestas.

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