En una acción coordinada con otras organizaciones trans de Latinoamérica, un grupo de activistas trans encabezados por la presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé, han protestado ante el Consulado de Perú en Madrid. También han hecho entrega de una carta dirigida al cónsul, en la que se pide al país una investigación de los crímenes cometidos y el desarrollo de medidas urgentes para el cese de la violencia hacia las personas trans.
Desde finales de enero, las mujeres trans de Perú se ha visto inmersas en una ola de sangre y amenazas que en el último mes se ha cobrado la vida de siete de ellas, en crímenes cuya brutalidad y crueldad atestiguan su naturaleza como crímenes de odio. Activistas del país, también denuncian la inexistencia de una legislación sobre crímenes de estas características, por lo que la indefensión y desprotección continua después de muertas.
La propia Defensoría del Pueblo del Perú, a través del Informe Defensorial N.º 175, Derechos Humanos de las personas LGBTI, evidenció que la falta de políticas públicas y la sensación de impunidad ante las denuncias que interponen las personas trans por los actos violentos que sufren produce una invisibilidad a la problemática que viven, agravado a que en Perú las personas trans no cuentan con el reconocimiento a un nombre legal acorde a su identidad sexual, lo que les hace objeto de burlas y ataques a su intimidad y les pone a diario en la diana de los discursos de odio, las agresiones y los crímenes brutales.
“Desde los colectivos trans del estado Español nos unimos a la campaña #NiUnaTransMenos iniciada por los colectivos de Perú. Les mandamos nuestro apoyo y toda nuestra solidaridad ante la insoportable situación que están viviendo”, ha dicho Cambrollé.
“La integridad física y moral es un bien a preservar por todos los Estados y ninguno puede llamarse estado de derecho si permite esta barbarie contra una parte de su ciudadanía, es urgente la identificación y puesta a disposición judicial de los presuntos asesinos, así como medidas que frenen una situación que ya es una alarma internacional”, concluye la presidenta de la Plataforma.
