Grupos llegados de todos los territorios del Estado español conformaron una colorida marcha que marchó desde Atocha hasta la Puerta del Sol con multitud de pancartas reivindicativas en defensa del sistema público de pensiones. Una nueva demostración del músculo de este movimiento que mantiene una inquebrantable lucha desde hace años.
No obstante, la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones -COESPE-, denuncia en un comunicado que "la convocatoria ha sufrido dificultadas de aprobación administrativa y política por parte del Ayuntamiento de Madrid, cuestionando el acceso, el recorrido y la posibilidad de un escenario". Desde la coordinadora quieres resaltar "que en marchas previas jamás se han producido alteraciones del orden público y que ha habido una clara voluntad de reducir el impacto de la movilización y el derecho de expresión y manifestación de la ciudadanía".
Aragón presente en la marcha

Decenas de aragoneses y aragonesas, que se trasladaron en bus, tren o en coches particulares, respondieron a la convocatoria formando un animado cortejo en la manifestación. Además el grupo aragonés ‘Adebán’ participó en la clausura de la misma ofreciendo una actuación musical.
Manifiesto de la manifestación
Así arrancó el manifiesto de la marcha "Hoy miles de personas nos manifestamos en Madrid convocadas por las plataformas y movimientos de pensionistas de los pueblos y comunidades del estado. Y lo hacemos porque sabemos que la garantía para alcanzar nuestros objetivos es luchar hasta conseguirlos".
El speech denunció el impacto de la inflación en el colectivo: "los problemas de las personas pensionistas no sólo no han desaparecido, sino que el incremento del coste de la vida está empeorando drásticamente nuestras condiciones de vida". Según el manifiesto esto se concreta en una mayor dificultad para "acceder a una alimentación sana y a los medicamentos, a unas condiciones habitacionales dignas que garanticen la movilidad y una temperatura adecuada en nuestras casas, al acceso a los servicio sociosanitarios de atención a la dependencia, a residencias con condiciones dignas..."
La alocución repasó las reivindicaciones del movimiento pensionista, ya difundidas de forma previa a la marcha por COESPE. Entre ellas destaca "el establecimiento de la pensión mínima en 1080 euros con efectos retroactivos a enero de 2023", así como su revalorización en función del IPC real.

Respondieron así al anuncio gubernamental de una subida de las pensiones del 4%: "la subida anunciada es positiva, pero no cubre la totalidad del poder adquisitivo perdido los últimos años por la congelación de las pensiones que impuso el gobierno Rajoy. El IPC real está muy por encima del 4%. Además, se han anulado mecanismos compensatorios como la paguilla, que exigimos se restituya y mantenga".
El manifiesto alerto que los pensionistas saben "que los tiempos que se acercan no serán fáciles. La exigencia de mayores sacrificios sociales para pagar la deuda externa, cuando al mismo tiempo de multiplica el gasto militar, se silencia la contestación social y se persigue la disidencia con leyes y un ruido mediático que trata de ocultar el malestar real, no anuncia un futuro esperanzador".
Y terminaron con un llamamiento para el sostenimiento de la movilización es estos términos: "sólo la movilización social continuada puede abrir ese camino y ello exige compromiso colectivo, confluencia entre movimientos, acción efectiva en los barrios, centros de trabajo y estudio". El cierre se produjo con el ya conocido grito de guerra del movimiento pensionista: "¡Gobierne quien gobierne las pensiones públicas se defienden!"