Un año más se conmemora el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y Cuidados, un día al año donde este enorme sector productivo (unas 10.500 personas en Aragón) encuentra un hueco en la estructura social, política y económica del sistema neoliberal, patriarcal, colonial y racista para salir a las calles “con nuestras pancartas y nuestras voces para reivindicar la importancia de nuestro trabajo en el sostenimiento de la vida”.
Así lo explica la Asociación de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados de Zaragoza que desde hace varios años trabaja por dignificar un sector que como hace explicaban allá por el 2018, son “los hombros sobre los que descansa Aragón”.
Ahora, con un movimiento muy extendido, con más de 350 trabajadoras en la asociación, con un espacio propio con nombre propio, La Geraldine, prepararon una jornada de actividades y activismo para este 30 de marzo. Con el punto de mira en erradicar el trabajo de interna, una forma de esclavitud moderna, y por políticas públicas de cuidado se concentraron a las 19.00 horas en la plaza España de Zaragoza.
La asociación @THogarZaragoza cumple seis años y lo han celebrado este Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y los Cuidados con una concentración emocionante donde la rabia y la risa han sido las protagonistas https://t.co/KieDquJTmG pic.twitter.com/wSgpiVbyHK
— Rocío D.H. (@rociodher) March 30, 2023
Después a las 19.30 horas presentaron la pasarela Fashion de la Precariedad y 15 minutos más tarde leerán un manifiesto preparado para la ocasión y al que ha tenido acceso AraInfo. En él lo primero que presentan es el gran éxito del movimiento que supuso que el 6 de junio de 2022 el Estado español ratificara el Convenio 189 de la OIT después de 11 años de lucha.
“Se reconoce nuestros derechos laborales como el acceso a la prestación por desempleo, a vacaciones, a descansos, a inspecciones de trabajo, la eliminación de la figura de desistimiento, etc. Pero este logro no es la panacea ante la explotación, invisibilización y violencias múltiples de las mujeres que cuidan, porque sí, es un trabajo feminizado y aquí hay mucho más por lo que seguir luchando. Esto se ha reconocido y ahora tenemos que conseguir su cumplimiento y la plena conciencia de la sociedad en garantizarlos”, explican en el texto.
Desde la Asociación de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados de Zaragoza recuerdan que ahora con la globalización de los cuidados, las mujeres del Norte Global que rompen sus techos de cristal y pasan a formar parte de ese mercado activo lleva a mujeres empobrecidas de los Sures a tomar el relevo en “sus magníficas sociedades progresistas, mientras dejamos a nuestras propias familias al cuidado de otras mujeres y así esta cadena de cuidados pasa a ser una cadena de porquería que tenemos que limpiar”.
También explican algo tan sencillo como que una trabajadora del hogar y los cuidados también es humana, no es una herramienta del cuidado o la limpieza irrompible. Merecen que se las proteja de los riesgos laborales que supone su profesión como múltiples enfermedades físicas, mentales y emocionales.

Este año sigue habiendo mucho por lo que luchar, por ejemplo, por las trabajadoras que no pudieron estar en la jornada, muchas de ellas en régimen de interna: “Un trabajo precarizado y de esclavitud moderna con connotaciones penitenciarias que les recuerda que su vida ahora está 24/7 en cuatro paredes”.
Y añaden, “sin garantías de descansos, de tiempo propios, de derecho a una vida sexual activa, etc. Un trabajo racista y clasista que es una herramienta más del Norte Global para que otras personas asuman lo que sus Estados no le da la gana de asumir”.
Además reclaman la inclusión del colectivo de trabajadoras del hogar dentro del régimen general de la seguridad social, dejando de ser así trabajadoras “de segunda” o la eliminación de las cotizaciones por tramos: "Queremos cotizaciones acordes a los salarios que se perciben".
Otra tarea pendiente es la creación de categorías profesionales, donde se distingan las labores de limpieza de las de cuidados, y en las que la formación, experiencia y salarios estén acorde al trabajo que se realiza. Las condiciones laborales también deben recoger el reconocimiento del impacto en la salud tanto física como psicológica de las trabajadoras, especialmente de las mujeres migrantes que trabajan como internas.
El día Internacional de las Trabajadoras del Hogar también es, en gran medida, un día para visibilizar el trabajo migrante. La asociación zaragozana lo tiene muy claro y denunciará las políticas racistas del Gobierno español que mantiene en la precariedad a las personas migradas.
Por eso, este jueves también reclamaron que se elimine la ilegalidad de otras vidas (las no blancas), de permitir su libre acceso a otros trabajos y formaciones que no sean las meramente del servicio (limpiar, cuidar, servir bebidas, recoger verduras, repartir paquetes...).
Pero no solo eso, también denunciaron las barreras arquitectónicas y discriminaciones al mercado laboral y la vida social a personas con diversidad funcional y neurodivergentes o a aceptar la diversidad sexogenérica porque podemos amar y amarnos sin límites.
Este jueves también hubo espacio para el extractivismo energético, y apoyarán las luchas ambientalistas por la protección de los recursos naturales y otras vidas no humanas, “sacando sus empresas de nuestras montañas y al expolio de nuestros recursos”. Y reclamaron la participación ciudadana de las, los y les jóvenes en un mundo adultocentrista que les niega la igualdad de trato.
La jornada acabó con la celebración del sexto aniversario de la Asociación de las Trabajadoras del Hogar y los Cuidados de Zaragoza en la misma plaza una vez acabado el manifiesto.
Seis años de trayectoria de lucha (cómo asociación), con la ratificación del convenio 189 como victoria. Desde que las entrevisté en 2018 cuando eran unas pocas hasta las cientos que son ahora. Son un ejemplo de lucha sindical, enhorabuena y felicidades. Real que os quiero. pic.twitter.com/42qZ22nz2j
— Rocío D.H. (@rociodher) March 30, 2023