José Luis Soro: "Tenemos uno de los gobiernos más centralistas de la historia, el desprecio a las comunidades autónomas es tremendo"

José Luis Soro afronta la que podría ser su tercera legislatura en el Gobierno de Aragón. Hace ocho años, y tras unos resultados electorales muy malos, el debate interno en Chunta Aragonesista fue intenso. Decidieron gobernar y aquello les ha venido muy bien.

José Luis Soro, candidato de CHA a la presidencia del Gobierno de Aragón | Foto: CHA

Es muy crítico con el Gobierno de España, al que califica como el más centralista de la historia, y con la forma en la que se ha desarrollado la Ley de Vivienda: “Cómo vas a diseñar una política de vivienda sin contar con las CCAA”.

También muestra sus reparos hacia Aragón Existe: “Han hecho que desapareciera una herramienta que era de todos, como Teruel Existe. No me fío de los que están dispuestos a hablar con el PP y con el PSOE”. Algo de esa equidistancia también percibe en Lambán: “A mí no me gustaría recibir votos de eso que llaman centro-derecha”.

Si dan los números, será la tercera legislatura en la que podría gobernar

De lo que se trata es de que haya una mayoría de progreso. Para esa suma, que estoy seguro de que se va a dar, CHA va a ser imprescindible. Seremos necesarios para sumar y nuestro objetivo es seguir en el Gobierno (porque las transformaciones se consiguen desde dentro) y aportar aragonesismo. Pero no vamos a estar en el Gobierno a cualquier precio.

¿Le ha sentado bien a CHA gobernar?

Sobre todo, le ha sentado bien a Aragón, porque hemos gobernado de otra manera: escuchando a todo el territorio, llegando a acuerdos, diciendo la verdad. Con rigor y responsabilidad, pero también con pasión y audacia.

Sin duda, cuando entramos en el Gobierno hace ocho años, lo hicimos después de un muy mal resultado electoral (luego hemos recuperado y estoy seguro que el 28 de mayo recuperaremos más) y con un Podemos fortísimo. Y ha sido muy positivo, porque nos ha permitido transformar la realidad y que la gente conozca mejor a esta formación.

Internamente había personas que no tenían claro lo de entrar a gobernar, ¿han desaparecido esas discrepancias?

Hubo mucho debate entra la militancia, pero al final el acuerdo fue generalizado. Hace cuatro años hubo mucho menos debate y entiendo que ahora no lo habrá.

Se les critica argumentando que se han acercado mucho al PSOE, ¿qué opina?

Es muy fácil estar abrazado al tarro de las esencias desde fuera del Gobierno, porque evidentemente estás hablando de Izquierda Unida. Pero gobernar es asumir riesgos. Esta ha sido una legislatura complicada, porque éramos cuatro partidos muy diferentes, y por la pandemia, las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, y, a pesar de ello, hemos conseguid ser útiles para la sociedad. No puedes hacer el 100% de las cosas que quieres, en algunos casos porque no se puede o no hay recursos suficientes, pero merece la pena.

Hay algún partido que gobierna en Madrid, pero en Aragón no, que prefiere echarte a ti las culpas de cosas que no dependen del Gobierno de Aragón.

El cuatripartito ha conseguido que las discrepancias no salieran demasiado a la luz pública, ¿cómo?

Hemos actuado con mucha lealtad a los socios, con diálogo y responsabilidad. Y ha habido discrepancias sonoras, la que más la unión de estaciones, pero ha habido más. También muchas cosas buenas. Un ejemplo es la reforma fiscal: si CHA diseña una reforma fiscal no sería la que aprobamos, iríamos mucho más allá, pero conseguimos hacer algo aceptable, que favorecía al 99% de la población, se hace pagar más a los que más ingresan y no se pierden recursos públicos. Conseguimos una reforma con la que nos sentíamos los cuatro más o menos cómodos. Un Gobierno es mejor y más fuerte si es plural.

¿La polémica por la unión de estaciones ha sido el momento más complicado?, ¿la ha bloqueado?

Ha sido un momento muy duro. Creo que he mostrado una lealtad total. He permanecido callado como consejero (en nombre del partido hablaban otras personas), y he recibido críticas muy duras. La paralización se ha conseguido por sentido común y por la movilización ciudadana, pero también ha sido muy importante el informe negativo que emitimos desde el Departamento de CHA. Y ese fue un momento muy tenso. A partir ahí ya empecé a hablar, porque tenía algo que decir como consejero.

La tramitación siguió. Yo he mostrado siempre mi discrepancia en el Consejo de Gobierno y nunca he votado a favor. Es mentira que la unión de estaciones estuviera en los presupuestos.

Una vez que Aramón presentó el proyecto de interés general, el siguiente paso era la firma del consejero competente (o sea, yo) para la aprobación inicial del mismo. Y yo ahí comuniqué al presidente por escrito que no lo iba a hacer, porque incurriría en un conflicto de intereses. Lambán podría haberme destituido, nombrar a otro consejero y la tramitación seguiría. Así que sí, lo he bloqueado.

Ahora, lo que hay que hacer de manera urgente es aprobar la protección y decidir qué futuro queremos para el sector de la nieve en Aragón. Por eso proponemos la creación de una mesa de la nieve y ver qué modelo responsable y sostenible queremos.

¿Qué se puede hacer para combatir la sequía?

Es uno de los problemas más graves que tenemos en este momento. Afecta a los agricultores, por supuesto, pero también a todos los demás. Esto no puede arreglarlo sólo el Gobierno de Aragón, sino que se necesita un compromiso firme del Gobierno central con los agricultores. Y hay que ser ambiciosos con las medidas fiscales, no es el momento de recaudar impuestos del sector agrícola. Y tiene que haber ayudas directas importantes.

La agricultura es un sector clave para darnos de comer, pero también retener población. Es imposible luchar contra la despoblación sin agricultura y ganadería. Tiene que ser una absoluta prioridad.

Ya ha pasado varias veces que Aragón se queda con los perjuicios y los beneficios van para otro lado, ¿está volviendo a suceder con las energías renovables?

Sin duda, con las energías renovables tenemos que preguntarnos qué queremos ser: impulsores de la energía de kilómetro cero de las comunidades energéticas o productores para otros. Es algo parecido a lo que pasaba con los cerdos (esto ahora ha mejorado): nosotros nos quedábamos con los purines, pero el valor añadido se iba fuera.

Hay que defender las renovables, pero no así. No se puede hipotecar el futuro de determinadas comarcas o municipios. Necesitamos una planificación, que es algo que no se ha hecho hasta ahora. Proponemos crear un grupo de trabajo para ver qué zonas hay que declarar como no idóneas para acoger plantas fotovoltaicas o eólicas. Aragón tiene muchas hectáreas y se pueden instalar las plantas sin perjudicar ni al turismo, ni a la ganadería, ni a la agricultura.

¿Y qué hay que hacer con la vivienda, que, además, era una competencia de CHA?

El problema de la vivienda en las ciudades no tiene nada que ver con el del medio rural, y en Madrid sólo piensan en las grandes ciudades, donde lo que pasa es que el precio es muy alto. Y eso únicamente se puede solucionar aumentando el parque público de viviendas. Nosotros lo hemos intentado, pero es que no ha habido fondos para hacerlo. Sólo estamos haciendo una promoción (en Huesca, en La Merced), que hacía 14 años que la empresa pública de vivienda no promovía.

Hemos buscado alternativas, por ejemplo, tenemos 21,3 millones para comprar vivienda. Hemos rehabilitado vivienda propia y hemos destinado los fondos europeos a rehabilitación y a construcción por los ayuntamientos. Hemos explorado todas las fórmulas posibles. También la permuta del suelo por vivienda en Zaragoza y Huesca.

Eso es en las ciudades, pero el problema en los pueblos es que no hay vivienda. A través del Fondo de Cohesión Territorial, hemos financiado a ayuntamientos de municipios muy pequeños para que rehabiliten vivienda. En total, han sido 177. En estos pueblos, que haya una o dos viviendas más permite que una familia se quede allí. Necesitamos más recursos públicos del Gobierno central, que ellos sí que los tienen, pero tenemos un sistema absolutamente infradotado.

Y me preocupan algunas medidas: desde lo público hay que impulsar el alquiler y la rehabilitación, no la compra. Quien quiera comprar, que compre, faltaría más, pero los recursos públicos no pueden ir a fomentar la compra. Un buen ejemplo son las viviendas de protección oficial, que fue un modelo que sirvió para que mucha gente adquiriera vivienda, y después todo ese dinero se ha quedado en el patrimonio particular. Si se hubiera invertido todo ese dinero en un parque público de vivienda, el problema estaría bastante bien encarrilado.

¿Qué le parece la Ley de Vivienda?

Cuando legislas sin contar con quien tiene que aplicar la ley, es muy difícil hacer las cosas bien. Como consejero de Vivienda jamás he hablado con alguien del Ministerio sobre esa ley. Esto es impresentable. Tenemos uno de los gobiernos más centralistas de la historia, el desprecio por las comunidades autónomas es tremendo.

Cómo vas a diseñar una política de vivienda sin contar con las CCAA, sin convocar una sectorial. Además, lo han usado como arma arrojadiza entre los socios de Gobierno y eso es un error. Es una ley que únicamente piensa en el problema de Madrid o Barcelona, pero que para la inmensa mayoría de Aragón no va a servir. Cuando las cosas se hacen mal, es muy difícil que los resultados sean buenos.

¿Y los pisos turísticos en lugares como Jaca?

En los municipios turísticos, como Jaca, el problema es que las personas que van a trabajar allí no pueden pagar lo mismo que un turista. Hay un enorme problema de adecuación de la oferta y la demanda. Muchos sectores dicen que no encuentran mano de obra. Para empezar, hay que decirle a la empresa que dé unas condiciones dignas y, probablemente, comenzará a encontrarla. Pero la segunda parte es la vivienda, y por eso estamos impulsando la construcción de vivienda pública en estos lugares.

¿Qué hay que hacer con la sanidad pública?

En el medio rural, el problema es que los profesionales no quieren ir allí. Pero, de aquellos barros estos lodos: algunos llevan tanto tiempo diciendo lo mal que se vive en el pueblo y la falta de servicios, que han conseguido estigmatizar la vida en el pueblo.

Y la clave es la financiación del Gobierno central, si no, la sanidad se llevaría todo el presupuesto autonómico. La fórmula para acabar con las listas de espera no es seguir externalizando servicios.

Si los números dieran para repetir la fórmula de Gobierno, es probable que Aragón Existe sustituya al PAR, ¿qué le parece?

No entiendo por qué nos sorprende tanto que un partido político se presente a las elecciones. Lo que me da pena de Aragón Existe es que ha desaparecido una herramienta que era de todos, como la plataforma Teruel Existe. Se pueden hacer las cosas de otra manera y no apropiarte de una marca que ha sido muy útil.

Me preocupa que alguien esté dispuesto a gobernar con el PP y con el PSOE. Cuando alguien dice que es de centro o que no tiene ideología, es que es de derechas o muy de derechas. Me preocupa que se hagan políticas sólo para el 10% de la población. El provincialismo está en las antípodas del aragonesismo.

Dicho esto, estamos dispuestos a compartir Gobierno con ellos. Y ojalá todos dijeran las cosas tan claras. Nos diferencian cosas de ellos, pero también, del PSOE, de Podemos, de Izquierda Unida o del PAR. Se trata de evitar que gobiernen el PP y Vox.

¿Es buena o mala para CHA la desaparición del PAR?

La desaparición del PAR es mala. Aragón, como nacionalidad histórica, necesita a este tipo de partidos. Es bueno que haya un partido aragonesista de derechas, igual que sería bueno que hubiera un partido liberal de verdad. O una derecha homologable a las europeas, que, en ningún caso, se plantearía gobernar con los herederos del franquismo.

¿Lambán cogerá votos de Ciudadanos?

Lo ha dicho el propio Lambán. Hace cuatro años, su objetivo era gobernar con Ciudadanos, si no fue así, fue porque Daniel Pérez Calvo quería ser presidente. Luego hizo una buena gestión convenciendo al PAR, ese mérito no se lo quito.

Ahora ya ha dicho que quiere recoger votos de lo que llaman centro-derecha, yo no quiero conseguir ningún voto de ahí. No vamos cambiar lo que somos por poder pescar en más caladeros de votos.

¿Qué le parece que ahora todos sean aragonesistas?

Menos Vox, el PC y Teruel Existe, todos son aragonesistas. Es evidente que es postureo, el aragonesismo vende, sólo hay que ver cómo CHA está recuperando espacio. El aragonesismo se demuestra desarrollando políticas aragonesistas. Llevamos 37 años aragonesizando Aragón, CHA sin Aragón no existiría, pero Aragón sin CHA sería muy distinto.


En este especial toda la información del 28M en Aragón.

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