La Comisión de Educación, Cultura y Deporte ha aprobado dos de las cuatro propuestas planteadas por IU Aragón para mejorar y reforzar la ratio de orientación escolar, situándola en al menos un orientador por cada 600 alumnos y alumnas, en el curso 2022-2023 y aprobar la Cuarta Orden de Inclusión en 2022.
Para poder desarrollar esta orientación se necesitan unas cantidades mínimas de personal especializado, que posibiliten poder llegar a todas las situaciones de necesidad escolar. Dentro de la red hay diferentes equipos, pero por su volumen y funciones destacan los Equipos de Orientación Educativa de Infantil y Primaria, que tienen encomendadas múltiples responsabilidades. Para cumplirlas, solo se garantiza un mínimo de cinco horas semanales a los centros con menos de dos vías y a criterio del equipo los centros con más aulas.
Esta escasez de medios supone una dificultad añadida cuando muchos recursos y programas de refuerzo dependen del número de actuaciones de apoyo educativo identificadas. Las recomendaciones internacionales indican que la ratio apropiada es 1 Orientador por cada 250 alumnos y alumnas, como recoge también el documento «Bases para un Pacto por la Educación en Aragón» que proponía cumplir esa ratio en dos legislaturas sin que, hasta ahora, se haya mejorado un orientador por cada 800 alumnos y alumnas. Es decir, tres veces más de las recomendaciones internacionales.
También se ha conseguido la aprobación de la Cuarta Orden de Inclusión en este trimestre y se espera que recoja iniciativas aprobadas en las Cortes que no están en el borrador publicado. En concreto: la referencia a la dotación de orientación o a mejorar los recursos para centros en desventaja, que no solo se contemplen las unidades sino también las características de los centros.
Álvaro Sanz ha dejado constancia de que los grupos de gobierno, sin embargo, han votado en contra de que se aprueben dos propuestas fundamentales que estaban en el acuerdo de investidura del presidente Lambán:
- Distribuir el refuerzo de la orientación primando los centros en desventaja y un segundo orientador en todos los IES aragoneses con más de 400 alumnos y alumnas.
- Aumentar de manera significativa el presupuesto educativo, en función del PIB regional, para poder atender las necesidades presupuestarias que exigen las dotaciones pertinentes de la inclusión educativa en condiciones de calidad.
En muchos centros solo se valoran por los equipos escolares los casos más graves ya diagnosticados y no se hace una detección precoz de necesidades que propiciarían intervenciones tempranas que pudieran evitar que el problema se haga mayor. Identificar Alumnado Con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ACNAES) de forma precoz es fundamental y los centros en desventaja requieren que esto se garantice. Muchos centros en desventaja son colegios de una vía y por tanto con muchos menos recursos a pesar de que tienen más necesidades.
Desde IU se ha defendido que para hacer efectiva la inclusión, que es en teoría una apuesta del gobierno, es necesario dotarla de medios. Y se ha dejado constancia de que un estudio de la Federación de Enseñanza de CCOO refleja una caída de la inversión en educación en Aragón al pasar del 3,7% del PIB en 2009 al 3,3 en 2018. Muy lejos del 4,2% de la media estatal y situándonos los cuartos por la cola en porcentaje de PIB invertido en educación.
