A través del acuerdo de la Conferencia Sectorial de Turismo, en la que participó el Consejero Aliaga en representación del Gobierno de Aragón y donde tienen presencia todos los territorios y el Ministerio de Industria, se conoció la semana pasada que Aragón va a recibir 33,7 millones de euros para cinco Planes Extraordinarios de Sostenibilidad Turística, de los que la unión de las estaciones Astún-Candanchú con Formigal se va a llevar 26,4 millones, dando de lado todas las opciones de apostar con valentía por un turismo sostenible y vertebrador.
La convocatoria del 2021 ya incluyó a los dominios esquiables como principal destino de estos fondos con un importe 26,1 millones de los 29 con los que contaba el plan aragonés, a los que hay que sumar tres millones más comprometidos por la Diputación de Uesca, y otros nueve millones comprometidos por la Consejera Gastón para la unión de Astún y Candanchú. Es decir, más de 38 millones de dinero público que implican que el Gobierno de Aragón selecciona el proyecto de la unión de estaciones de esquí del Valle del Aragón con las del Valle de Tena, por el entorno natural de alto valor de Anayet y Canal Roya, para que se lleve casi el 80 % de los fondos que le corresponden a Aragón.
Un atropello a la sostenibilidad
Con esta acción se comete un atentado contra el medio ambiente porque Anayet Partacua cuenta hoy con una orden vigente del departamento que resalta los valores ambientales de la zona y establece una limitación para este tipo de construcciones y actividades.
Además, el gobierno incumple de nuevo los acuerdos del pacto de investidura sobre la protección de las montañas que firmó con Izquierda Unida.
Incumple también el acuerdo de la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica por el cual ninguna medida de recuperación puede suponer una merma para los valores medioambientales.
No se respetan los objetivos ni la filosofía de los fondos de recuperación y resiliencia y de la estrategia de sostenibilidad turística que contemplan el desarrollo armonioso de todo el territorio, la sostenibilidad, medioambiente, resiliencia, adaptación de actividades económicas al cambio climático, el equilibrio y cohesión territorial, la desconcentración y diversificación de la oferta y actividad turística.
Por otra parte, se niegan las oportunidades al resto de comarcas para las que es una oportunidad perdida. El año pasado se seleccionaron solo 5 proyectos de los 30 que presentaron las entidades locales aragonesas y la nieve ya se llevó el 90% de los fondos.
“Nos constan quejas de algunos territorios que ven pasar la oportunidad de estos fondos para desarrollar alternativas económicas de turismo sostenible, con financiación al 100% ya que los planes ordinarios son cofinanciados, aumentando la injusticia”, aseguran desde IU Aragón.
Por lo tanto, la formación de izquierdas a través de su portavoz, Álvaro Sanz, ha anunciado en rueda de prensa que seguirán desarrollando iniciativas contra “esta atrocidad en todos los ámbitos”.
A nivel local, a través de mociones de denuncia del injusto y desequilibrado reparto político de los fondos en Aragón. En el ámbito aragonés, donde ya han solicitado las Comparecencias del Consejero en Pleno y de la Directora General de Turismo en Comisión para explicar el reparto Planes Extraordinarios de Sostenibilidad Turística y los criterios de selección, así como la petición del informe de valoración de todas las propuestas de las entidades de Aragón que han concurrido a esta convocatoria y la valoración de las mismas para determinar su exclusión.
Y, por supuesto, a nivel estatal con preguntas al Ministerio de Industria para que la Secretaría de Estado de Turismo explique la adecuación del Plan presentado por Aragón a los objetivos de la Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destinos y a los Next Generation.
En el Parlamento Europeo, donde está ya programada la visita de la Europarlamentaria de IU, Sira Rego a la zona, para conocerla y reunirse con la Plataforma en defensa de las montañas, con el objetivo de apoyar cuantas iniciativas fueran necesarias en las instituciones europeas y denunciar el catastrófico impacto sobre el medio ambiente y la negación de los efectos, científicamente constatados, que el cambio climático va a tener sobre este tipo de inversiones.
“Una acción que no contempla ni resiliencia, ni sostenibilidad ambiental o económica, ni por supuesto el impacto sobre un espacio que ya inició los trámites para la elaboración del Plan de Ordenación de los Recursos naturales, previo a la declaración de parque natural”, concluyen desde Izquierda Unida.