Tras el derribo de la Fuente al Torico hemos visto como el equipo de gobierno encabezado por su alcaldesa Emma Buj está construyendo su propio relato sobre lo sucedido con el monumento, por el que solamente cabe pensar que se ha producido un accidente fruto del azar, y que menos mal que se ha caído en este momento, por que en otro tendríamos que lamentar fallecimientos.
Este relato omite, de manera intencionada, recordar que el monumento se cae por que se tomó la decisión política de amarrar al mismo una estructura desmontable -sin haber realizado ningún estudio de la carga que el Torico podía soportar- con motivo del Congreso del Toro de Cuerda, organizado por el equipo de gobierno PP – Ciudadanos.
Tras los acontecimientos, han tratado de dulcificar un hecho que es muy grave. Estamos hablando de la destrucción del Torico. Un suceso de enorme magnitud en términos patrimoniales y simbólicos que Emma Buj intentó minimizar con explicaciones simplonas sobre el mal estado de una varilla de hierro y aludiendo a unas afecciones menores que enseguida serían reparadas, cuando la realidad es bien diferente. Fue la alcaldesa quien prefirió no convocar de inmediato Junta de Portavoces e implicar a todos los grupos en la búsqueda de una solución.
PP y Ciudadanos decidieron dosificar la información según sus intereses particulares, de partido, y por ello tras afirmar que no había apenas daños comenzaron a acelerar los plazos de restauración prometiendo un arreglo inmediato, sin siquiera contar con la opinión de profesionales del Museo de Teruel. En ese momento daba igual hacer las cosas mal, lo importante era llegar a la puesta del pañuelico, y enviaron la escultura a Zaragoza.
La Ley de Patrimonio Aragonés obliga a que el Ayuntamiento de Teruel solicite informe a la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural ante cualquier actuación que se haga en el Conjunto Histórico de Teruel, por carecer de un Plan Espacial de Protección. Lo omitieron antes, y también después del destrozo de la Fuente del Torico. Afortunadamente después se produjeron contactos con expertos y la Dirección General de Patrimonio Cultural, para reconducir la situación.
La observación de lo sucedido apunta a que el concejal de Fiestas así como el de Infraestructuras y Patrimonio Cultural son los responsables políticos de lo sucedido, por acción o por omisión. Resulta llamativo que los señores Javier Domingo y Juan Carlos Cruzado aún no han realizado ninguna declaración sobre lo sucedido ni dado ninguna explicación en los órganos municipales ni ante la opinión pública.
Respecto a lo sucedido después del derribo y la mala gestión política posterior, la responsabilidad es exclusivamente de la Alcaldesa, que ha decidido que sea así. Igualmente los méritos de un pronto arreglo son de los trabajadores y las trabajadoras que han participado en la restauración, esmerándose para que estuviera listo para la Vaquilla.
Se han dado algunas explicaciones sobre lo sucedido. Ha quedado demostrado por los informes técnicos que fue la colocación de los tirantes metálicos lo que tiró el monumento, pero hay algunas cuestiones que el equipo de gobierno no ha respondido todavía. La memoria de instalación de la estructura sobre el Torico está fechada con posterioridad a que se anclaran los tirantes, concretamente al día siguiente del derribo. El documento se hace cuando ya ha caído, por lo que es imposible que se advirtiera nada a los operarios que desmontaron.
Tenía que pasar la procesión, aunque fuese una instalación crítica, y había advertencia a los responsables políticos de que no se podía hacer lo que se hizo. Los concejales Domingo y Cruzado, responsables de montaje y desmontaje, deben explicaciones a la ciudad.
No estamos ante un accidente, nos encontramos ante una negligencia que podría haberse evitado. El hecho es que se ha destrozado el símbolo de la ciudad por el torticero uso que la Alcaldesa y el Equipo de Gobierno municipal ha hecho de nuestro patrimonio.
Ahora podremos dilucidad si es necesario o no que alguien asuma responsabilidades políticas por lo sucedido y la gestión posterior, algunos pensamos que sí es necesario, especialmente por responsabilizar al azar, no enfrentarse a la situación con honestidad y humildad, y apartar a los grupos de la oposición de la gestión de este desastre.