Este martes han comenzado las primeras reuniones con los líderes de los partidos para tantear a un candidato que pueda resultar investido. Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, descarta presentarse a la sesión de investidura si continúa sin tener los votos necesarios que le garanticen la formación de un nuevo gobierno. Las conversaciones con PSOE y Ciudadanos siguen manteniéndose “a todos los niveles”, aunque de momento, ninguno de los dos partidos se inclina por el ‘sí’ a Rajoy.
Una posible abstención del PSOE, en caso de que el partido de Albert Rivera se posicionara a favor de la investidura del líder popular, se convertiría en la única opción para la reelección de Rajoy. Los 170 votos a favor, contando con el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria, abriría las posibilidades para que el PP pueda formar gobierno. Para ello, su vicesecretario Sectorial, Javier Maroto, se ha mostrado dispuesto a ser “absolutamente generoso” para conseguir tan ansiado apoyo.
Dicha generosidad, consiste en suavizar algunos aspectos de la reforma laboral y de la Ley de Seguridad Ciudadana –comúnmente conocida como Ley Mordaza-, y que llevarían a ambos partidos, PSOE y C’s, a inclinarse por una posible abstención y apoyo respectivamente. Maroto, ha lamentado que el partido de Pedro Sánchez no se haya siquiera "molestado en leer las propuestas" que se enviaron desde el PP, y que Ciudadanos siga instalado en el “ahora no, ya veremos después”.
Por su parte, el secretario de Política de Podemos, Iñigo Errejón, se ha preguntado si quienes rechazan ser “cómplices” del líder popular “aguantarán” la presión. En caso de una investidura fallida, la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ha defendido la posibilidad de que tanto PSOE como Unidos Podemos puedan ir de la mano para consolidar una alternativa al partido de Rajoy y formar así un gobierno de carácter progresista.
De la misma opinión es Marta Ribas, coordinadora general de ICV (Iniciativa per Catalunya Verds), quien ha manifestado que Pedro Sánchez “lo tendría que intentar” si la investidura de Rajoy fracasa. Por otra parte, en lo único que están todos de acuerdo es, que la repetición de unas nuevas elecciones supondría un perjuicio para toda la ciudadanía y abriría un periodo de inestabilidad, aun mayor, en el ámbito de la política estatal.