Exhumados los cuerpos de dos vecinos de Gurrea de Galligo

La exhumación tuvo lugar los días 25 y 26 de agosto en el término municipal de dicha localidad. Los trabajos los ha realizado la Asociación Por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO). Los restos mortales han permanecido 81 años en el enterramiento clandestino.

Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

Saturnino Til Luna y Ramón Navarro Sus fueron asesinados por falangistas en agosto de 1936. Los restos mortales se encontraban en el Monte Puilatos en Gurrea de Galligo, al lado de la autovía que une Uesca con Zaragoza. Los cuerpos de los jóvenes fueron abandonados allí por sus asesinos. Varios días después la familia de Saturnino Til recibió un aviso por una persona que había encontrado los cadáveres ya deteriorados. Los cuerpos fueron enterrados por un hermano y un cuñado de Saturnino Til, aunque las defunciones nunca fueron inscritas en el Registro Civil de la localidad.

La exhumación comenzó el viernes muy temprano por la mañana y se prolongó hasta el sábado a mediodía, cuando terminaron de retirar los cuerpos de la fosa. La excavación ha sido dirigida por el arqueólogo Francisco Javier Ruiz Ruiz, Francisco Javier Ortiz Lejarza y José Ignacio Piedrafita Soler, junto a la antropóloga forense Miriam Gracia Martínez. En la fosa han aparecido evidencias balísticas así como diferentes objetos, como un peine.

"Dentro de poco podremos entregárselo a sus familiares para que les puedan dar una sepultura digna donde ellos decidan", comenta el presidente Miguel Ángel Capapé en una nota de prensa.

Saturnino Til, nació en Gurrea de Galligo el 16 de octubre de 1907, su estado civil era soltero y trabajaba como labrador. Saturnino era hermano del entonces alcalde de Gurrea de Galligo del Frente Popular, Ramón Til Luna, que huyó del pueblo tras la toma por los golpistas. El 29 de septiembre de 1936 serían asesinados por los falangistas, su padre Mariano Til Polo, de 74 años, y su hermano Mariano Til Luna, de 31 años, junto a otros 13 vecinos de Gurrea de Galligo.

Desde hace un par de años existía en el lugar una dignificación con dos pequeñas cruces blancas, pero hasta tal fecha lo único que permanecía fue un círculo de piedras indicando el lugar del enterramiento, el cual ha sido respetado siempre por el propietario de la finca. 81 años después ARICO, en un ejercicio de Memoria Histórica, ha exhumado los cuerpos para que la familia les pueda dar una sepultura digna.

Exhumación_Gurrea de Galligo_marca de agua_foto-Pablo Ibáñez

ARICO asume los gastos de exhumación 

Por otro lado, ARICO espera contar con alguna subvención pública para financiar este proceso que incluye la investigación histórica, los trabajos arqueológicos de campo de localización y exhumación de la fosa común, la restauración de los objetos personas que se hallen, la memoria arqueológica final, los informes antropológico-forenses de los restos óseos, la identificación genética (ADN), el homenaje público y la entrega de los restos a los familiares, así como su posterior entierro.

"Seguimos esperando que las administraciones empiecen a trabajar seriamente y no dejen todo el trabajo en manos de las asociaciones y de los familiares", explica Miguel Ángel en una nota de prensa.

Por el momento, los gastos han sido asumidos por la asociación. Próximamente se solicitará una de las ayudas que concede la Diputación de Uesca para fomentar la Memoria Histórica.

Además, ARICO ha asegurado en declaraciones realizadas a AraInfo que van a solicitar al Ayuntamiento de Zaragoza un local para poder tener un lugar apropiado donde instalar un laboratorio arqueológico y antropológico-forense, y así, dejar en depósito los restos óseos de las víctimas que exhuman.

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