La Directa ha destapado el caso de un agente del Cuerpo Nacional de Policía español, que permaneció infiltrado durante tres años en los movimientos sociales de Barcelona. Se incorporó al centro social La Cinétika, en el barrio de Sant Andreu de Palomar de la capital catalana, en 2020 y estableció relaciones sexoafectivas instrumentales con mujeres que le facilitaban participar en asambleas, jornadas y manifestaciones.
En el reportaje, publicado este lunes, 30 de enero, por los periodistas David Bou, Gemma Garcia y Jesús Rodríguez, recuerdan el caso que destaparon hace unos meses, en junio de 2022, en el que un agente iniciaba su infiltración en la izquierda independentista y en el movimiento por la vivienda bajo la identidad falsa de Marc Hernández Pon. Siete meses después de publicarlo en este medio catalán, certifican que no estaba solo.
En paralelo, un joven mallorquín que se hacía llamar Daniel Hernàndez Pons aterrizaba en el barrio de Sant Andreu de Palomar de Barcelona. Tras una larga y minuciosa investigación, la Directa ha podido confirmar que estamos "ante una operación de introducción de múltiples espías en el activismo, bajo la batuta jerárquica del ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska". Cabe recordar que según el marco legal actual, este tipo de infiltraciones sólo pueden llevarse a cabo amparadas en una orden judicial, en supuestos de terrorismo, crimen organizado y tráfico de estupefacientes.
A principios de junio de 2020, este segundo infiltrado, que entonces tenía 31 años, se presentaba por primera vez en el gimnasio del centro social okupado La Cinétika, en el paseo de Fabra y Puig de Barcelona. "Decía que había encontrado la dirección por internet mientras buscaba un lugar económico donde entrenar", recuerda una activista del espacio. Su rápida implicación en la vida de barrio y en el movimiento libertario, así como la camaleónica adaptación estética a la que se sometió de forma progresiva, hicieron que se ganara la confianza de todos.
La Directa ha podido confirmar la identidad real que se esconde detrás de Daniel Hernàndez Pons. Se trata de un agente del Cuerpo Nacional de Policía español con las iniciales D.P., que coinciden con las de la identidad falsa. Dos de los métodos de obtención de su identidad real han sido posibles por los errores cometidos por el infiltrado, que han permitido acceder a datos en abierto sobre su pasado y su presente. El tercero es una prueba pericial fisonómica, que compara fotografías de su paso por la escuela de policía de Ávila en el bienio 2018-2019 y de su galería de imágenes como activista en Barcelona.
La minuciosa investigación de la Directa se completa con otras publicaciones, como el reportaje titulado "Las relaciones sexofectivas como estrategia de infiltración", o una entrevista con una de las activistas que llegó a ser pareja del policía infiltrado. Así como con más información del paso de este agente infiltrado por Madrid y Euskal Herria. El medio libre de Països Catalans redondea su trabajo hablando del "precedente británico, una vulneración de los derechos fundamentales".
Cinco mujeres afectadas por el caso del policía español infiltrado presentan una querella criminal
Este martes, según informa la Directa, cinco de las mujeres que mantuvieron relaciones con el policía infiltrado han presentado una querella criminal contra el agente, su superior y el Ministerio español del Interior como responsable civil subsidiario. Aseguran que nunca las habrían mantenido si hubieran sabido que era policía. La acción jurídica, impulsada por el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos Irídia y el sindicato CGT –donde milita una de las denunciantes– considera que los hechos serían constitutivos de los delitos de abusos sexuales, contra la integridad moral –pudiendo haber llegado a la tortura–, de descubrimiento y revelación de secretos y de impedimento del ejercicio de los derechos cívicos.
El entorno de las personas afectadas denuncia el caso y hace un llamamiento al apoyo mutuo
El mismo lunes, el centro social okupado La Cinètika difundió un comunicado en el que tilda de "abuso arbitrario" la infiltración del agente del Cuerpo Nacional de la Policía española. Así mismo, el sindicato CGT, donde milita una de las mujeres con quienes el policía mantuvo una relación sexeafectiva, publico un texto donde alienta a "la denuncia". Por su parte, CGT estatal, hacia lo propio, y exigía a Interior información sobre la presencia de policías infiltrados dentro del movimiento libertario de Barcelona.
Unidas Podemos, ERC, Junts, PDeCAT, la CUP, EH Bildu y BNG piden la comparecencia de Grande-Marlaska
El caso descubierto por la Directa también ha levantado polvareda en la política institucional, llegando hasta el Congreso de los Diputados español. El lunes por la mañana, horas después de que se diera a conocer la noticia, diputados y diputadas de ERC, Junts, el PDeCAT, la CUP, EH Bildu y el BNG han registrado una solicitud de comparecencia en la comisión de Interior del Congreso por parte del ministro Fernando Grande-Marlaska. El motivo textual de la petición es dar explicaciones "en relación con las informaciones sobre el agente infiltrado en el movimiento popular e independentista de Barcelona durante tres años".
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