El 2 de febrero de cada año se celebra el Día Mundial de los Humedales recordando de esta manera el Convenio de Ramsar de 1971 que definió un humedal como aquella "zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan", siendo zonas húmedas aquellas "extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”.
La mejor forma de celebrar esta efemérides, como ocurre con casi todas, es defender y conservar todos los días estos ecosistemas que resultan claves para que la vida sea posible en todo el planeta pues a pesar de que las zonas húmedas cubren una pequeña parte de la superficie de la Tierra resultan ser unos ecosistemas ricos en biodiversidad y muy importantes para el mantenimiento de los ciclos vitales pues actúan como filtradores naturales de agua. Sabido es que los humedales costeros como los manglares, los arrecifes de coral, estuarios y praderas marinas tienen las comunidades más productivas y biológicamente diversas del mundo.
Sin embargo, el papel de estos ecosistemas como reservas de biodiversidad está amenazado, ya que se están perdiendo y degradando a un ritmo más rápido que cualquier otro (desde 1900, se han perdido más del 64% de zonas húmedas de todo el mundo) y algunas especies de fauna y flora que son completamente dependientes de los humedales se encuentran en peligro de extinción.
En la comarca de las Cinco Villas existen varios y diversos humedales: Bolaso, San Bartolomé, la estanca del Gancho, el Moncayuelo, Malvecino, Valdelafuen, Escorón, la estanca del Sabinar. Estos hábitats albergan miles de seres vivos como aves, anfibios, peces, reptiles, roedores e insectos; y vegetación como algas, masas flotantes de potamogeton y zannichella, salicos, marroquines, carrizo, anea y caracea. Toda esta variedad hace del territorio que habitamos un entorno rico, no sólo en valor paisajístico, también en biodiversidad.
Esta es una de las muchas razones por las que desde la Plataforma en Defensa del Territorio de Cinco Villas denunciamos que los macroproyectos que empresas como Forestalia quieren instalar en nuestra comarca destruirán su riqueza biológica y eco-social a través de la modificación y el ensanchamiento de centenares de kilómetros de caminos actuales para el paso de camiones de más de 75 metros, la creación de nuevos caminos, los kilómetros de zanjas eléctricas, los kilómetros de tendidos eléctricos y centenares de torres que sumado a los más de 450 aerogeneradores proyectados causarán daños irreparables.
Nosotras queremos unas Cinco Villas llenas de vida, sostenibles, sanas, autosuficientes, autogestionadas y libres de la especulación extractivista que tan sólo genera riqueza para las élites, locales y extranjeras, produciendo excedentes de energía que no hacen sino mantener el ritmo desquiciado de producción y consumo que redunda, aumenta y acelera el calentamiento global, el agotamiento de los recursos, el desborde de los insumos y el fin de la vida tal y como la conocemos.
Por todo ello gritamos alto y fuerte, "Renovables sí, pero no así".
Hoy, #DíaMundialDeLosHumedales os mostramos la riqueza y la biodiversidad que existe en #CincoVillas y la gran amenaza que supone para éstas los megaproyectos eólicos.#Humedales #Biodiversidad #RenovablesSíPeroNoAsí pic.twitter.com/UE2YxaYGtx
— Plataforma en Defensa del Territorio de 5 Villas (@territorio5v) February 2, 2022