El presidente del gobierno español, y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha cedido a las presiones de Marruecos sobre su postura con el Sáhara Occidental al avalar “como una base seria y creíble su plan de autonomía” para la antigua colonia española como cauce “para encontrar una solución al conflicto”, dando un giro radical y unilateral a la posición mantenida por el Estado español desde 1978, complaciendo al dictador marroquí y abriendo una crisis diplomática con Argelia, y el propio Sahara.
En una carta al dictador marroquí Mohamed VI, cuyo contenido ha sido divulgado por el gobierno de Rabat y no por Moncloa, Pedro Sánchez ha trasladado que “España considera la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”.
El reconocimiento unilateral del PSOE al plan de autonomía marroquí como una posible solución ha recibido de forma automática las críticas del Frente Polisario, cuyo delegado en el Estado español, Abdulah Arabi, criticaba que no se les haya avisado de antemano de este giro radical. En su opinión, Sánchez “sucumbe ante la presión y el chantaje de Marruecos” al avalar dicho plan como “peaje para retomar las dañadas relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países”.
El cambio de rumbo del PSOE enturbia las relaciones con Argelia
El cambio de postura de Pedro Sánchez conlleva otras consecuencias en política internacional. Su decisión ha incomodado también a Argelia, principal aliado del Frente Polisario y también principal suministrador de gas natural al Estado español, en un momento delicado en plena crisis europea de suministros energéticos. Argel ya rompió relaciones diplomáticas con Rabat el pasado agosto, y en noviembre procedió al cierre del Gasoducto Magreb-Europa, que bombeaba gas hasta la Península Ibérica a través de Marruecos.
Sánchez habló el pasado 6 de marzo con el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, quien reiteró no solo el compromiso de su país con garantizar el suministro a la Península Ibérica sino también la voluntad de Argelia de ayudar en lo posible, como socio fiable en materia energética que quiere ser, a los europeos, según indicaron fuentes gubernamentales.
El ministro de exteriores del gobierno de Sánchez, José Manuel Albares, no ha aclarado si Argelia había sido informada de antemano sobre el cambio de posición del Estado español, escudándose en que “la diplomacia requiere discreción”, pero sí se ha mostrado convencido que no afectará al suministro de gas por parte de este país. “Argelia ha demostrado repetidas veces que es un socio fiable”, ha sostenido, asegurando que mantiene una relación “fluida” con su homólogo argelino.
Sin embargo, este es el segundo desaire del gobierno del PSOE a Argelia en poco más de un mes, pues en febrero anunció que había cedido a la petición de Marruecos para ayudarle a garantizar su seguridad energética mediante la regasificación en el Estado español de Gas Natural Licuado para su posterior envío a este país mediante el gasoducto GME.
Entonces, Argelia ya advirtió de que “en ningún caso España podría hacer llegar gas argelino a Marruecos”. No parece pues, pese a las palabras de Albares, que Argelia esté satisfecha con el giro radical de Pedro Sánchez, y habrá que esperar a las medidas de respuesta que adopte el gobierno de Argel. De momento, Argelia ha llamado a consultas a su embajador en Madrid por el apoyo del Gobierno español al plan de autonomía diseñado por Marruecos para el Sáhara Occidental, y denuncia una "segunda traición histórica por parte de Madrid después del funesto acuerdo de 1975".
Como es obvio, sí ha sido celebrado positivamente por Marruecos, que da así por superada la crisis diplomática que desencadenó hace casi un año la acogida en el Estado español por motivos humanitarios del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Este lunes, EH Bildu, ERC, BNG, CUP, BNG, PNV, Junts, Más País, Compromis, Nueva Canarias y Coalición Canaria registrarán una petición de comparecencia de Pedro Sánchez para dar cuenta del cambio de posición respecto al Sáhara Occidental.
Comunicado oficial del Gobierno Saharauí ante el apoyo del Gobierno del Estado español al plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara
En una coyuntura marcada por la guerra que vive el Sáhara Occidental, España anunciaba su apoyo a la autonomía marroquí.
Ante lamentable decisión, la Presidencia de la República y el Secretariado General del Frente POLISARIO emitieron el siguiente comunicado:
Con mucho asombro, el gobierno de la República Saharaui y el Frente Popular para la Liberación de Saguia El-Hamra y Rio de Oro -Frente POLISARIO- se informaron esta tarde del contenido de las dos declaraciones emitidas por el ocupante marroquí y el Gobierno de la potencia administradora española, y en consecuencia quieren expresar lo siguiente:
1- La posición expresada por el gobierno español está absolutamente en contradicción con la legitimidad internacional. Las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Unión Europea, la Corte Internacional de Justicia, la Corte Europea de Justicia y todas las organizaciones regionales y continentales no reconocen, todas ellas, ninguna soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
Es España además, junto con Francia, el país que trazó las fronteras entre el Sáhara Occidental y sus tres vecinos, Marruecos, Argelia y Mauritania, tiene más responsabilidades jurídicas y políticas que otros en la defensa de las fronteras internacionales reconocidas y repeler la expansión marroquí además de sus responsabilidades hacia el pueblo saharaui y las Naciones Unidas juntos. Esta responsabilidad no caduca mientras el pueblo saharaui no haya podido ejercer su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia.
La posición emitida en las dos declaraciones carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo, porque es una desviación peligrosa, contradice la legitimidad internacional, apoya la ocupación, alienta la agresión y la política de los hechos consumados y la huida hacia delante , y pretende legitimar la represión, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el saqueo de riquezas que Marruecos continúa empleando contra el pueblo saharaui en violación de las resoluciones de legitimidad internacional.
Esto se produce en un contexto muy grave por el que atraviesa el conflicto del Sáhara Occidental tras el estallido de la guerra en noviembre de 2020, y el estado de tensión en la región por la persistencia del Reino de Marruecos en sus políticas expansionistas y planes para perturbar la seguridad y la estabilidad de la región.
2. Esta transformación parece ser el resultado de intensos meses de chantaje marroquí contra España para restablecer las relaciones diplomáticas a su estado anterior. Desgraciadamente, en lugar de que Madrid pretendiera restablecer sus relaciones bilaterales con su vecino del sur sobre bases fuertes y sólidas, optó por someterse, una vez más, al chantaje marroquí.
3- La posición expresada contiene elementos muy peligrosos, como referirse a la propuesta marroquí como “la más seria, realista y objetiva… etc., para resolver el conflicto del Sáhara Occidental”, en claro apoyo al enfoque unilateral, en contradicción con la legitimidad, el derecho internacional y la libre práctica democrática por parte del pueblo saharaui de su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia. La declaración del Gobierno español no se quedó ahí, sino que fue más allá, al referirse al acuerdo de “respeto a la integridad territorial de los dos países”, que, en el contexto del conflicto del Sáhara Occidental, no es sino una clara adopción de la tesis expansionista marroquí.
4. Esta posición, de forma significativamente negativa, afecta a cualquier posible papel de España en la solución del conflicto y en la descolonización del Sáhara Occidental, y los esfuerzos actuales para reactivar y revitalizar el proceso de paz por parte de las Naciones Unidas. Esperábamos que España, por imparcialidad y sentido de sus responsabilidades legales e históricas, acompañe a las dos partes y al nuevo enviado personal para revitalizar el proceso político. Es lamentable que Madrid opte, una vez más, por someterse al chantaje marroquí y disipar las esperanzas que existían, alimentando la tensión, la escalada y empujando hacia más desatinos.
5- A pesar de todo ello, España no puede despojarse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas para con el Sáhara Occidental y su pueblo, siendo potencia administradora del Territorio a la espera de la descolonización del mismo. Tampoco puede dar la espalda a sus responsabilidades políticas, ya que es el principal responsable del sufrimiento del pueblo saharaui, y de hecho de todos los pueblos de la región, que hasta ahora no han podido disfrutar de la estabilidad debido a la herida sangrante dejada por España en 1975, y que sigue envenenando las relaciones de los pueblos y países de la región.
6- El pueblo saharaui, su gobierno y el Frente POLISARIO hacen un llamamiento urgente a las fuerzas políticas españolas y a todos los pueblos de España, para que presionen al gobierno español para que corrija este lamentable error, y obliguen a Madrid a asumir sus responsabilidades originarias, que no prescriben, en la erradicación del colonialismo del Sáhara Occidental de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, especialmente en lo que respecta al disfrute del derecho de los pueblos coloniales a la libre determinación y la independencia.