Los caminos para continuar regando con dinero público el deficitario negocio taurino son inescrutables. Así lo demuestra la fórmula elegida por el Gobierno de Aragón para inyectar fondos y mano de obra barata para facilitar distintas actuaciones de reforma y mejora en el Coso de Margarita. El INAEM asumirá el 80% del coste de un proyecto valorado en 900.000 euros, lo que equivale al desembolso de 720.000 euros (en realidad la cantidad concreta serán 724.000 euros).
A través de talleres de inserción, ahora denominados Programas Experienciales de Empleo, llegarán los fondos y la incorporación de 36 personas durante un año para acometer, entre otras, la puesta a punto de la capilla, mejora de la zona de enfermería y quirófano o la rehabilitación de varias zonas del graderío del coso taurino de Calatayud. Además de las actuaciones descritas, también se adecuará un espacio para albergar la sede de la asociación taurina ligada a la plaza de toros y un nuevo espacio museístico.
Albañilería, fontanería, electricidad o carpintería hipersubvencionadas para mantener la actividad taurina en un coso que es la segunda instalación aragonesa por su capacidad para albergar espectadores y que, como es norma en el sector, es de explotación privada. La actual adjudicataria es la empresa Tauronavarra.
Critican reformar la plaza de toros de Calatayud en lugar de reconvertirla
Por su parte la Fundación Franz Weber ha remitido un comunicado en el que apuesta "por una reconversión de actividades y usos para el coso de Margarita". Los naturalistas recuerdan que la excusa de realizar talleres de inserción sociolaboral por parte del INAEM, Instituto Aragonés de Empleo, podría tener un mejor fin, como es la reconversión de usos y actividades de la plaza de toros para abrirla realmente a la participación ciudadana.
La fundación menciona casos como el centro comercial de la plaza de toros de Las Arenas, en Barcelona, la reconstrucción en espacio hotelero en Albufeira (Portugal) o Zacatecas (México), o el recinto multiusos que se habilitará en Viana do Castelo, también en Portugal.
Así, advierten que el uso de fondos públicos para mantener de forma artificial la tauromaquia y sus equipamientos responde a una necesidad acuciante para el deficitario sector: cada vez menos aragonesas y aragoneses participa de las corridas de toros. De acuerdo con la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales 2021-2022, el 96,9% de la ciudadanía de la comunidad no asistió a esta actividad.