El festival solidario Sahara Colour Rice recauda más de una tonelada de arroz y lápices de colores

Tremendo Capazo, Perdita Durango, Bicho Humano, Zumo de Lepra, Fongo, Kikeman y Sho Hai amenizaron la noche del festival, que también contó con cuentacuentos y charlas sobre la situación del Pueblo saharaui

Actuación musical nocturna del festival Sahara Colour Rice
Actuación musical nocturna | Foto: Sahara Colour Rice

El festival solidario Sahara Colour Rice recabó el pasado sábado en Campo (Comarca de la Ribagorça) en su décima edición más de una tonelada de arroz y lápices de colores, que en los próximos meses serán enviados a los campamentos de refugiados saharauis. Una cifra que es todo un éxito y que se logró gracias a la asistencia de centenares de personas, que pagaban su entrada, precisamente, con un kilo de arroz y una caja de lápices.

Es por ello que desde la organización del festival quieren agradecer a toda la gente que participó en el festival, así como a las personas asistentes al mismo, "ya que nos ha demostrado que pese a los dos años de ausencia que hemos tenido por el COVID-19 la solidaridad no conoce límites y nos ha dado más fuerzas para seguir adelante con nuestro objetivo de dar a conocer el sufrimiento del pueblo saharaui". Una vez acabada la décima edición ya están preparando la undécima.

La jornada empezó al mediodía con juegos infantiles de mano de la Asociación Juvenil Barasona, bajadas en barca a cargo de la empresa Agualate y un concurso de paellas donde tanto expertos como amateurs pudieron poner a prueba sus dotes culinarios ante el resto de asistentes. También hubo sesión vermut amenizada por Ritmo Sánchez, que se encargó de dar el pistoletazo de salida de toda la actividad musical del festival.

A pesar de las amenazas de lluvia el tiempo dio tregua. Las actividades de la tarde se pudieron desarrollar con total normalidad, con cuentacuentos y charlas informativas sobre la situación del pueblo saharaui, sus necesidades más inmediatas y los riesgos a los que se deben enfrentar en su día a día.

La asociación de Amigos del pueblo saharaui en Aragón (Alouda) también ha colaborado activamente en el festival, que ha permitido que desde su primera edición pudiera haber charlas para concienciar sobre la realidad del Sáhara Occidental.

El festival también contó con la presencia de varias food trucks con todo tipo de alimentos, que sirvieron para saciar el hambre y la sed de todas las personas desde primera hora hasta su cierre.

El alumnado del colegio Cerbín y las y los habitantes de la residencia para la tercera edad de Campo participaron diseñando y haciendo pulseras con la bandera saharaui.

A nivel musical, las actuaciones de Tremendo Capazo y Perdita Durango sentaron las bases de cómo iba a ser la noche: divertida, variada y enérgica.

Ya por la noche fue el turno del pop-rock de Bicho Humano, que cedió más tarde el testigo Sho Hai de Violadores del Verso, para demostrar su habilidad en los vinilos. De la sesión de DJ se pasó al punk desenfadado de Zumo de Lepra, mientras que Fongo y Kikeman pusieron los últimos acordes musicales del festival ya bien entrada la madrugada y al ritmo de ska, funk, electrónica y, sobre todo, techno.

El balance que hacen desde la organización del festival "no podría ser mejor", ya que "a pesar de haber sufrido una pandemia durante dos años la solidaridad todavía sigue muy viva en Campo y el conjunto de Aragón y ya estamos preparando ideas, corrigiendo errores y planificando actividades para la undécima edición".

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