Los vecinos y vecinas residentes en el edificio número 21 de la calle San Francisco de Teruel, derrumbado el pasado martes 13 de junio a las 11.30 horas, están trabajando de forma conjunta para esclarecer lo sucedido. A través de la recién constituida Plataforma de Afectados calle San Francisco Teruel han hecho público un comunicado en el que aseguran que el estado de los pilares maestros del bloque era correcto dos horas antes del suceso.
"Las imágenes difundidas donde se muestran los pilares maestros deteriorados en su parte superior se corresponden a minutos antes del derrumbe del edificio. El estado aparente de los mismos un par de horas antes era correcto", subrayan en el comunicado. "Las informaciones que vemos que dicen que los pilares se encontraban así durante semanas no es cierta. Esa foto está tomada por la policía momentos antes del colapso. Jamás hubiésemos puesto en riesgo la vida de los vecinos, más aún cuando fuimos nosotros los que nos desalojamos", inciden en un tuit.
Las informaciones que vemos que dicen que los pilares se encontraban así durante semanas no es cierta. Esta foto está tomada por policía momentos antes del colapso. Jamás hubiésemos puesto en riesgo la vida de los vecinos más aún cuando fuimos nosotros los que nos desalojamos pic.twitter.com/1Cd39nRuLk
— Plataforma Afectados Calle San Francisco Teruel (@DerrumbeTeruel) June 16, 2023
Las filtraciones de agua se producían desde hacía varias semanas en varias de las paredes del garaje del edificio, y por ello, habían contactado con el Ayuntamiento de Teruel telefónicamente. Incluso el viernes 9 de junio, se personaron en las oficinas de Urbanismo del consistorio, servicio dirigido por el concejal Juan Carlos Cruzado, para solicitar una inspección que "pudiera valorar la situación del inmueble y determinar las actuaciones a seguir".
Además, como ha indicado el portavoz de las personas afectadas, Javier Carbó, "la noche anterior al derrumbe los vecinos tenían sus coches en el garaje y cuando se marcharon a trabajar antes de las 8.00 horas, no se veían daños en los pilares, porque si hubiera sido así, la alarma se habría dado a primera hora de la mañana, y no escasamente una hora antes del derrumbe". Carbó insiste en que "el deterioro de los pilares fue muy rápido y en menos de una hora, se deshicieron y cayó nuestra casa".
Por otro lado, las y los vecinos afectados, tanto las personas residentes en el número 21 como las de edificios aledaños, han querido agradecer "todo el cariño y la solidaridad" que están recibiendo por parte de "la sociedad turolense, entidades y personas de otros muchos lugares". Para Carbó, "este apoyo nos ha dado fuerzas para aguantar y para sentirnos comprendidos y saber que aunque lo hemos perdido todo, estamos aquí y no estamos solos".
CHA-EMT y Ganar Teruel proponen soluciones para realojar a las familias
El derrumbe del edificio de Teruel afecta a un total de 23 familias, residentes tanto en el número 21 de la calle San Francisco, que se vino abajo el pasado martes, como en los bloques 19 y 23. Una decena de ellas han sido alojadas temporalmente por el Ayuntamiento en el albergue de San Nicolás y en la residencia Madre Rafóls. El resto han podido acudir a familiares. Las familias demandan a Emma Buj "concreción" en las medidas en materia de vivienda, hasta ahora insuficientes. La alcaldesa se ha limitado a asegurar que "como muy tarde" este martes estarán "reubicadas en viviendas de manera estable".
Mientras tanto las familias siguen a la espera. Este sábado, volvieron a concentrarse a las puertas del consistorio donde en el interior se llevaba a cabo la investidura de Emma Buj por tercera legislatura consecutiva. Unas 300 personas arroparon a los vecinos y vecinas en una protesta en la que la alcaldesa y Juan Carlos Cruzado, que seguirá al frente de Urbanismo, volvieron a ser abucheados.
CHA-EMT propuso la pasada semana la adquisición de vivienda ya construida por parte del Ayuntamiento para el realojo de las familias afectadas. Una medida que "resolvería de manera rápida el problema de vivienda de las personas desalojadas de sus hogares", que "con toda seguridad se prolongará más de dos años". Así, añaden que "una vez reconstruido el edificio derrumbado u otros afectados, cuando las familias puedan volver a sus casas, serviría para hacer políticas públicas en materia de vivienda a través de bolsas de alquiler social y alquiler asequible, gestionadas por la Oficina de Vivienda". El portavoz de CHA-EMT, Zésar Corella, considera que "una vía de obtención rápida de viviendas" podría ser alcanzar un acuerdo con el Gobierno español, "ya que, según el registro oficial, la Sareb -Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria- es propietaria de 21 viviendas en la ciudad de Teruel ya construidas", y con esta operación el Ayuntamiento tendría la posibilidad de "conseguir rápidamente viviendas que en estos momentos se necesitan". Como es posible que algunas de estas viviendas estén ocupadas por inquilinos, desde CHA-EMT plantean que otra vía a explorar es la compra de las 17 viviendas de la carretera de Cubla en Villaspesa, construidas y vacías desde 2006, hoy en manos privadas.
En la misma línea se ha expresado Ganar Teruel - IU. La formación propone que las viviendas de la Sareb en Villaspesa "pasen a titularidad municipal" y "sean acondicionadas con fondos propios y de la DGA para alojar a las familias". En una nota de prensa, recuerdan que "han pasado ya las primeras noches desde que se produjera el derrumbe por lo que, tras cubrir las necesidades básicas de los vecinos y vecinas afectadas, llega el momento de que el Ayuntamiento lleve a cabo planes a largo plazo". Desde el Ayuntamiento "se les ha comunicado que tan sólo disponen en estos momentos de tres pisos de la Diputación de Teruel y uno del propio consistorio", algo "claramente insuficientes para este realojo".