Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer que se conmemora cada 4 de febrero, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha publicado el primer informe sobre la inequidad del cáncer en el Estado español con el objetivo de señalar las desigualdades que agrava el cáncer.
Según el informe, hay desigualdades que tiene que ver con el acceso a entornos saludables, al diagnóstico precoz, a tratamientos como la atención psicológica, los cuidados paliativos y a la investigación, influyendo en las desigualdades el aspecto socioeconómico.
Por ejemplo, el código postal afecta más que el código genético a la hora de hacer frente al cáncer, ya que hay una parte de la población que no tiene las mismas oportunidades de prevenir y detectar precozmente el cáncer dependiendo de dónde viva. Hoy en día, siete territorios no han conseguido que toda su población de riesgo (50 a 69 años) tenga acceso a un programa de cribado colorrectal. Además, el 42% de los territorios no cuenta con regulaciones específicas para prevenir del humo del tabaco, responsable del 30% de los casos de cáncer. Hay que tener en cuenta que, casi el 43% de los y las menores de 12 años están expuestos al humo del tabaco en espacios públicos.
Respecto a cuidados paliativos, el Estado español está a la cola de las ratios recomendadas con 0,6 unidades por cada 100.000 habitantes –según la Asociación Europea de Cuidados Paliativos, para una adecuada atención se necesitan 2 unidades por cada 100.000 habitantes, una domiciliaria y otra hospitalaria-, siendo la media europea del 0,8 unidades por cada 100.000 habitantes.
Por otra parte, el nivel socioeconómico es un factor de desigualdad en el cáncer pues, entre gastos directos e indirectos, el cáncer provoca un coste económico al 41% de las familias superior a 10.000 euros durante la enfermedad. Estos gastos podrían ser inasumibles para cerca de las 30.000 personas que son diagnosticadas de cáncer y están en una situación de vulnerabilidad ya que, están en paro, están en régimen de autónomos o su salario se encuentra por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. El porcentaje de mujeres cuyo salario está por debajo del Salario Mínimo es el doble que el de los hombres.
Para AECC, la investigación es clave para aumentar la supervivencia. Impulsarla y garantizar el acceso de pacientes a los resultados es una prioridad para la Asociación con el objetivo de alcanzar el 70% de supervivencia media para el año 2030. En este sentido, cada año en el Estado 100.000 personas son diagnosticadas con un tipo de tumor cuya supervivencia es baja o está estancada porque necesitan más investigación.
El cáncer en Aragón
En Aragón, los pacientes de cáncer y familiares se enfrentan a inequidades en la accesibilidad a tratamientos y acciones de prevención secundaria. En el caso de la radioterapia actualmente solo hay tratamiento en la capital aragonesa pero el gobierno territorial se ha comprometido para dotar de radioterapia satélite en Uesca y Teruel para finales de 2023.
Existe una falta de cuidados paliativos en el territorio aragonés, actualmente existen pocas unidades y están adscritas a grandes núcleos de población y con un horario limitado (de lunes a viernes principalmente por la mañana), lo que no permite una estancia en el domicilio con garantías de asistencia sanitaria especializada.
Con respecto a los cribados poblacionales, actualmente solo hay implantado dos: el de cáncer de mama y el de cáncer colorrectal. En el caso del cáncer de mama la implantación es satisfactoria, sin embargo, el de cáncer colorrectal estuvo paralizado bastante tiempo con el COVID y todavía no se han cubierto las invitaciones al 100% de la población diana. Por otro lado, el cribado de cáncer de cervix no se ha implantado como tal en Aragón, es un cribado fundamental para detectar un tipo de cáncer que, cuando muestra señales, suele ser en estadios avanzados de la enfermedad.
Visibilizar el cáncer laboral y mejorar su prevención
Este 4 de febrero desde CCOO reiteran su compromiso frente a una epidemia que se sufre desde hace décadas y que va en aumento. Quieren incidir en cómo afecta a las personas trabajadoras, visibilizando que una parte de estos cánceres tienen su origen en la actividad laboral y la necesidad de impulsar su prevención en las empresas. Las exposiciones laborales son la cuarta causa del cáncer después del tabaco, la dieta y el sedentarismo.
Las campañas públicas de prevención del cáncer ponen énfasis en factores de riesgo individuales y lanzan mensajes para mejorar hábitos individuales (prevención del consumo de tabaco y alcohol, alimentación equilibrada, promoción del ejercicio físico) pero habitualmente se obvian factores colectivos, como que las condiciones de trabajo son responsables de al menos 10.000 nuevos casos de cáncer anuales en el Estado, siendo la primera causa de muerte en el trabajo. A pesar de ello, estos casos siguen permaneciendo ocultos y solamente se han comunicado 50 partes de enfermedad profesional por cáncer en 2020 y 51 en 2021.
El sindicato pone algunos datos sobre la mesa para entender la magnitud del problema, como que mueren más personas por cáncer laboral que las que lo hacen por accidente de trabajo y por accidente de tráfico juntas. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada año mueren 600.000 personas en el planeta por cáncer laboral, una cada 52 segundos.
No existen registros oficiales, pero según la única estimación disponible, la cuarta parte de la población laboral española está expuesta a agentes cancerígenos. En Aragón, en 2020,a pesar de la pandemia, se diagnosticaron 8591 nuevos casos de cáncer. Los distintos tipos de tumores fueron la tercera causa de muerte en mujeres (17,3%) y la primera en hombres 26,7%. Un 21,9% de las defunciones, 3667 personas fallecidas (2020) de las defunciones fueron por causa de tumores.
Las exposiciones profesionales son peligros evitables a los que las personas se exponen de forma no voluntaria. “Nadie tiene por qué aceptar un mayor riesgo de cáncer en el trabajo, especialmente si la causa es conocida, y las empresas tienen la obligación legal de evaluar el riesgo y adoptar medidas preventivas”, señala el sindicato. Los cánceres profesionales pueden evitarse con la adopción de las medidas preventivas adecuadas.
Algunas medidas necesarias a la población trabajadora frente al cáncer son, en opinión de CCOO, asegurar que las empresas cumplen su obligación de evitar el riesgo, sustituyendo las sustancias y procesos toxicas y peligrosas por otras inocuas o menos peligrosas, disminuyendo la exposición a radiación solar de las personas que trabajan en exteriores.
También incluyen en sus propuestas el establecimiento de límites más estrictos para sustancias como el cadmio, el polvo de maderas, el cromo VI, la sílice cristalina o los humos diésel, entre otros, ajustándolos a la evidencia científica existente.
Exigen la creación de registros de personas trabajadoras expuestas y de empresas con riesgo de exposición a cancerígenos para mejorar la notificación de casos cáncer laboral y garantizar su adecuada vigilancia de la salud una vez finalizada su vida laboral. Por último, piden aprobar en el Congreso español la creación del fondo de compensación a las víctimas del amianto.
CCOO recuerda que millones de trabajadores y trabajadoras utilizan diariamente sustancias que pueden producir cáncer donde las mejores herramientas para prevenir es dar información clave, la sustitución de productos indispensable y una vigilancia de la salud de calidad y adaptada a los riesgos a los que el personal está expuesto.
La DGA apuesta por la renovación tecnológica
Por su parte la DGA, en un comunicado hecho este 4 de febrero, dice que “mejorar el tratamiento contra el cáncer en toda la comunidad y optimizar los recursos en un servicio de alta tecnología sanitaria han sido las líneas claves” en el trabajo desarrollado en los últimos años y que ha permitido “notables avances” en todo el territorio aragonés.
Gracias a la Unidad Multihospitalaria de Oncología Radioterápica de Aragón, los y las pacientes pueden acudir a su hospital más cercano para las consultas de evaluación, seguimiento y revisiones. De este modo, es el personal facultativo el que acude a los hospitales que no están ubicados en la capital aragonesa, evitando un gran número de desplazamientos a sus pacientes.
También se ha implementado ya la práctica de la Radioterapia Intraoperatoria (RIO) de cáncer de mama en los centros hospitalarios del territorio, gracias a la implicación de los servicios de Oncología Radioterápica, Física y Protección Radiológica y Cirugía de Mama. Este procedimiento permite que en la misma sesión quirúrgica en la que a la mujer se le extrae el tumor se le administre la radioterapia en el mismo procedimiento, evitando los traslados posteriores para recibir radioterapia.
Además, tras la inauguración el pasado mes de octubre del nuevo acelerador del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, Aragón cuenta ya con seis aceleradores para el tratamiento de los pacientes de cáncer. Cada uno de ellos puede tratar entre 550 y 700 pacientes al año.
También se renovaron hace pocos años los mamógrafos destinados al cribado de cáncer de mama en todo Aragón y los diferentes hospitales aragoneses cuentan también con seis nuevos mamógrafos digitales y 16 ecógrafos de altas prestaciones.
El cribado uno de los instrumentos fundamentales para la detección del cáncer de mama y el cáncer de colon. En el caso de los tumores de mama, este programa, indicado para mujeres entre los 50 y 69 años, cuenta con una participación global del 75% de las mujeres, con una tasa de detección global de 5,6 cánceres por 1000 mujeres exploradas. En el caso del cáncer de colon, la participación es del 50% y en el 5% de los casos es preciso realizar una colonoscopia posterior para confirmar o descartar una lesión.