Pueblos como Moneva, Letux o Belchite, que toman el agua del río Aguasvivas para el abastecimiento doméstico, tendrán problemas para seguir utilizando el agua del grifo. La razón: una empresa de Fraga tiene la intención de instalar una explotación de porcino industrial con capacidad para 3.200 cerdos, a menos de un kilómetro del lugar en el que parte de las aguas del río Aguasvivas se derivan hacia el canal que da servicio a todos los pueblos de su curso medio.
Además, estaría situada justo en el centro del gran depósito de aguas freáticas denominado cubeta de Oliete, que surge en el río Martín antes de su paso por Ariño, Albalate del Arzobispo o Puebla d'Íxar.
Uno de los principales problemas, como señalan desde Aguas Vivas y Limpias, es la enorme cantidad de purines que esas industrias generan, que se repartirá como supuesto fertilizante por los campos de secano circundantes.
Allí esos residuos se descomponen en gases contaminantes, y en nitratos, que permanecen en el suelo. Los cultivos sólo absorben una pequeña parte de los residuos. El resto es arrastrado por las lluvias hasta el río, o se filtra al nivel freático, contaminando pozos y manantiales utilizados para consumo humano. “Y los nitratos suponen un alto riesgo de cáncer y otras enfermedades”, puntualizan.
"¿Por qué se siguen concediendo licencias? En Aragón la ley es muy permisiva, y el control sobre su cumplimiento es casi inexistente. Cientos de proyectos como éste reciben cada año la autorización del INAGA, y cada vez más pueblos se quedan sin poder usar el agua en las casas”, denuncia Pedro Arqued, portavoz de la plataforma vecinal.
Además recuerda que “después de saturar la provincia de Huesca, las empresas se dirigen a áreas poco pobladas de Teruel, asumiendo que no encontrarán oposición para extenderse a sus anchas".
Para Aguas Vivas y Limpias, lo más lamentable es que estas explotaciones ganaderas, altamente automatizadas, crean muy pocos puestos de trabajo y no fijan la población, “sino todo lo contrario, porque destruyen muchos empleos”. Después de cada nueva factoría, la población de los pueblos del entorno se reduce. Una atmósfera pestilente y la necesidad de utilizar garrafas de agua para todo, no son los mejores atractivos para el desarrollo turístico y social.
La Plataforma Aguas Vivas y Limpias "ya cuenta con el apoyo de diversos ayuntamientos y asociaciones de pueblos afectados en el Aguasvivas, y ha iniciado una campaña de concienciación en los pueblos del Martín". También está integrada en la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial y participa en la recogida de firmas estatal que busca promover una moratoria en la concesión de permisos para este tipo de instalaciones hasta que se realice un plan de sostenibilidad realista.