El desalojo ha afectado a un número indeterminado de personas sin techo que se refugiaban en el edificio del 72 de calle Mayor y a ocho familias, compuestas de 13 personas adultas y ocho menores de edad, que residían en los seis pisos del edificio del Coso 147. Además una frutería y el bar situados en los bajos de este último inmueble también han sido clausurados por ahora.
Sin alternativa habitacional
Como en otras emergencias vividas en la ciudad en los últimos años, el Ayuntamiento de Zaragoza en manos del Partido Popular y sostenido por Vox, niega una alternativa habitacional a las personas afectadas por las mismas. Ya ocurrió en el edificio situado en la calle Libertad del Casco Histórico, como recogió AraInfo en su momento.
En la comunicación remitida pasadas las 14:30 del martes, 25 de marzo, el Ayuntamiento decía que se les ha ofrecido una alternativa a los residentes en ambos edificios. En el primer edificio, el de calle Mayor 72, el consistorio decía haber “ofrecido solución habitacional con el Protocolo de Servicios Sociales que se activa siempre en estos casos”. Y para las 21 personas residentes en el edificio del Coso 147 decía que “se les ha ofrecido a las familias mediante los servicios sociales municipales posibilidad de realojo”. Y añadían que “todos han manifestado que tenían alternativas con familiares”.
Lo que no explica el Ayuntamiento es que en ningún caso ha ofrecido una alternativa habitacional o realojo. Lo que se ha ofrecido es un ingreso en el Albergue Municipal, un dispositivo que no está pensado, ni es adecuado, para dar respuesta este tipo de acontecimientos. Ese es el motivo por el que las familias han preferido acudir a casas de familiares, aunque según una de ellas en conversación con AraInfo esto “no es sostenible por mucho tiempo”. Además distintas fuentes consultadas por este Diario Libre d'Aragón coinciden en que este dispositivo se encuentra con una alta ocupación y dudan de su capacidad para albergar a tantas personas.
El Ayuntamiento de Zaragoza y Zaragoza Vivienda se dotaron, ya en 2017, de un ‘Protocolo de coordinación en emergencias residenciales derivadas de siniestros en la vivienda’. En el mismo se ponían a disposición de su cumplimiento, por parte de Zaragoza Vivienda, pisos que se denominaron de emergencia, es decir preparados para su rápido uso. Además el protocolo planteaba el uso de recursos inmediatos a través de ‘ayudas de urgente necesidad’ mientras se producían los realojos. En todo caso, el Ayuntamiento debería, de no disponer de la cantidad suficiente de dichas viviendas de emergencia, de facilitar alojamientos adecuados, ya sea recurriendo al alquiler privado o a establecimientos hoteleros, para las familias zaragozanas afectadas por este tipo de emergencias. No se puede repetir, una y otra vez, la misma situación de desamparo para quienes enfrentan situaciones llenas de incertidumbre.
La Asociación Vecinal Madalena "Calle y Libertad", en una nota de prensa remitida a AraInfo, ha reivindicado “un realojo en condiciones dignas de aquellas vecinas y vecinos desalojados que lo precisen. Y que se haga todo lo posible para que las familias y negocios del edificio de Coso 147 puedan volver a una vida normal en el menor tiempo posible”.
Un entorno de un alto valor cultural
En la nota de prensa difundida por el consistorio se informaba que tras el análisis de Bomberos y del Servicio de Inspección Urbanística declaraba en ruina el inmueble situado en el 72 de la calle Mayor. Al mismo tiempo anunciaba así su inminente derribo: “La actuación subsidiaria se acometerá a partir de esta tarde. Se mantendrá la fachada pero se derribará el interior, que por ahora queda balizado y cerrado para impedir el acceso”.
La decisión llegaba “tras detectarse una grieta e inestabilidad en una de las paredes del medianil de un inmueble”, dándose el caso de una más que probable relación con las obras de construcción que se están dando en el edificio contiguo (calle Mayor, 70). Una actuación urbanística muy agresiva, que significó el derribo total del inmueble, excepto la fachada. Algo que la portavoz de Apudepa, Belén Boloqui, ha denominado como “fachadismo”. Este mismo miércoles AraInfo publicamos un altavoz de Boloqui en el que explica de forma extensa el valor patrimonial de este entorno, así como la necesidad de preservarlo.
En este mismo sentido, se ha expresado la asociación vecinal. “Esta coartada de la ruina se utiliza cada vez más habitualmente por parte del Ayuntamiento. La última vez con el desalojo y derribo por la vía de la urgencia del edificio catalogado situado en Coso 184, tras un incendio”, reflexionan. Además, denuncian, que “la vía de urgencia no es la única para acabar con nuestro patrimonio. El solar en obras que ocupa los números 68 y 70 de la calle Mayor, también en la plaza de la Magdalena, solo conserva en pie la fachada cuando Patrimonio Cultural del Ayuntamiento obligaba a respetar además la caja de escaleras”.
Los tres inmuebles, los desalojados y el ya derribado para hacer pisos que vecinos y vecinas de la zona definen como “de lujo”, se encuentran en un entorno BIC por su cercanía a la antigua muralla romana y a la Iglesia de la Magdalena. Los tres edificios se encuentran, además, en el ‘Catálogo de edificios y conjuntos de interés’ del Ayuntamiento de Zaragoza. El 70 de calle Mayor, ya derribado en la práctica, y el del 147 del Coso, tienen protección por su “interés ambiental”. El del 72 de calle mayor declarado en ruina de forma fugaz, situado entre ambos, tiene una mayor protección por su “interés arquitectónico”.
En concreto el edificio cuenta “con una fachada medieval, reformada en el XVII muy interesante” según explican fuentes de Apudepa. Además el edificio incluye una de las jambas de la Puerta de Valencia, una de las entradas a la ciudad antigua.
Sobre esta misma cuestión la entidad vecinal sostiene que “a la espera de lo que pase con el inmueble del Coso 147, también catalogado, este equipo de gobierno va a alcanzar el dudoso honor de ser el campeón en derribos históricos, en una ciudad que tradicionalmente ha sido un desastre en este ámbito. La plaza de la Madalena, tal y como la conocemos, puede acabar convertida en un inmenso cráter.
Una inspección independiente para esclarecer responsabilidades
“Esta situación podría ser fruto de la dejadez y la despreocupación de los ediles que sufrimos en la ciudad, y particularmente en el Casco Histórico, si no se impusiera la sospecha, debido al edificio de lujo que se planea construir en los números 68-70, colindantes con el presuntamente ruinoso candidato al derribo. Sabiendo que han sido trabajadores de la obra los que han denunciado las grietas, nos tememos que los promotores puedan tener algo que ver con los daños estructurales detectados, empezando una especie de limpieza étnica en la plaza”, sostiene la asociación vecinal del barrio.
Por ello, la entidad solicita “una inspección arquitectónica independiente para delimitar las responsabilidades oportunas y saber si los trabajos de construcción de los pisos de lujo han influido en la situación de los inmuebles de Mayor 72 y Coso 147. Quizás, nueva y terrible sospecha, el rápido derribo del edificio no permita asignar dichas responsabilidades y saber por qué después de más de 20 años abandonado se detectan ahora gravísimos daños”.
Respecto a este inmueble derribado, no se puede llamar rehabilitación a la actuación, Belén Boloqui en su altavoz recuerda, como hemos adelantado, que el inmueble de Mayor 68-70 “también estaba catalogado, por lo que se obligaba a conservar la fachada, el zaguán y la escalera, pero se han derribado el zaguán y la escalera incumpliendo las propias normativa municipal”. Y denuncia, apoyada por fotografías, que se pueden apreciar “ciertos sillares sueltos que allí se encontraron, al parecer romanos, pero al menos en apariencia nada de todo ello sigue allí, lo que resulta un atentado contra el patrimonio y que cuestiona también el seguimiento realizado por el equipo de arqueología”.

Un plan integral de rehabilitación
Tanto la portavoz de Apudepa, Belén Boloqui, consultada por Arainfo este martes por la tarde, como la asociación vecinal coinciden en la necesidad de impulsar una rehabilitación que tenga dos patas fundamentales, la función social de las edificaciones y el respeto del patrimonio. Boloqui explicó a AraInfo que esta forma de proceder está ya definida a nivel europeo como "Conservación integrada". Es decir adecuar los usos de los edificios a las necesidades de la sociedad actual pero "sin perder los valores esenciales de ese patrimonio".
La entidad que agrupa los vecinos y las vecinas de la zona plantea la necesidad, “de una vez por todas”, de “una política integral de rehabilitación de inmuebles, que atienda a las condiciones económicas y sociales de las personas que habitan los edificios antiguos, de forma que se consiga tanto la conservación de los mismos como del tejido social del barrio”.
El vecindario se concentra y el Ayuntamiento mantiene el derribo
Una concentración de urgencia, reunió la tarde de este martes a unas decenas de residentes de la zona para tratar de impedir el derribo del edificio del número 72 de la calle Mayor, así como para exigir una alternativa habitacional para todas las personas afectadas por los desalojos. El Ayuntamiento de Zaragoza por el momento parece dispuesto a continuar con la política de derribo.
