Como tantos otros, el aragonés es un Pueblo acostumbrado a resistir. Aunque expolien muito y nos faigan plorar, cuando l'uno caye, l'otro a devantar. Para resistir, adaptarse y sobrevivir, las culturas milenarias como la nuestra deben plantar cara al mal tiempo, al mal gobierno, y conjurarse colectivamente para regalar al resto del mundo nuestra cosmovisión. Por que “o mal orache nos dixa por fin. Soi combenziu, lo sol plegará. Ya somos dispiertos d'a modorra. Cal prenzipiar a zangarriar (Mallacán)”.
Un fantasma recorre el Pirineo… Algo se mueve a través de estas montañas y discurre por los valles llegando a todos los pueblos y colándose por la puerta de cada casa que queda aún sin trancar. Se siente en diferentes lenguas pero cuenta lo mismo. Así arranca el Manifiesto por la Dignidad de la Montaña elaborado por el Movimiento Pirineo Digno.
Un Movimiento que nos convoca a todes les aragoneses a recordar que somos un Pueblo digno. “Tienes nombre de río, pequeña nación, agua del Pirineo que al mar no llegó. Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar, y has llegado a olvidarte del mar”, canta la inefable Ronda de Boltaña. Y rondando, una vez más, la resistencia se convoca en Chaca, este sábado 25 de octubre.

“Yo sigo mis andares resquebrajando la herida, una herida que también es vida, como el agua, que sigue viva”, palabras que conmueven de Alba Mur Tena. Y como el agua, Aragón sigue vivo. A pesar del colonialismo interior, contra el capitalismo extractivo, frente a los que anteponen el dinero a la vida, resquebrajando nuestras heridas con nuestros andares.
El Manifiesto por la Dignidad de la Montaña charra “de lo que un día fuimos, pero se centra en lo que hemos de ser. Habla de viejos pantanos y de nuevas pistas de esquí. De cañadas y de autovías a medio-construir, de centrales hidroeléctricas y de placas solares. De rebaños y de discotecas en puerto. Del precio del alfalce y del parte de nieve en temporada. De la bombera forestal y del píster. Del carpintero y del Ikea. De Casa -con mayúscula- y de apartamento. De la cartera y del repartidor de Amazon. Del practicante, y del hospital sin UVI móvil. De la vieja sentada junto al portal y de quien la viene a cuidar”, charra del Pirineo, pero amonico, amonico, nos abre os güellos y charra de todo Aragón.
El astral de la resistencia charra desde el Pirineo aragonés “de lo que nos pasa. Porque no estamos aquí de paso. Nos criamos en esta tierra o vinimos a trabajar en ella. Y cada día nos echamos a la cama con la preocupación de qué será esto en el futuro, porque a diferencia de quienes ven en el Pirineo sólo un paisaje, queremos vivir aquí”.
“Un día como hoy, hace 25 años, un manifiesto hablaba de estas montañas como el paradigma de una minoría. Minoría frente al llano aragonés, y minoría de Aragón en un mundo globalizado: éramos y aún somos parte de ese medio rural que llegaba agonizando al fin del siglo XX sin que las minorías hubiéramos contado para nada”, unas minorías que ven su reflejo en el sur del país, y como dicen Ni Zorra! “enta alto en os Pirineus a cultura resistindo, abaixo, Teruel resiste, treballando os nuestros suenyos”.
“Tenemos que volver a unirnos y levantarnos al unísono por los que se levantaron entonces. Hasta parar el último pantano. Hasta detener la última ocurrencia energética impuesta. Hasta que la vivienda sea un derecho. Para cortar los recursos a quien especula con el turismo de masas, y redistribuirlos entre quienes lo trabajamos. Para construir una tierra donde vivir, con unas infraestructuras pensadas para los que las sufrimos a diario, y no sólo para quienes las utilizan los fines de semana. Por un lugar del que no nos fuercen a marchar, o al que visitar sólo en vacaciones. Por un lugar al que inmigrar, al que volver. Por una montaña digna para quienes queremos vivir y trabajar aquí”, concluye el manifiesto de Pirineo Digno.
Nosotres solo podemos añadir que “tenim el dia marcat des de fa setmanes, tenim la roba planxada i la ruta clara ... la nit sembla que serà nostra, t'agradi o no (Amaral)”.

