Cubero: "Toda persona que no encaja con la lógica de la ultraderecha es amenazada, y ante esto decimos: no tenemos miedo, no vamos a ser indiferentes y no lo vamos a normalizar"

El partido ultraderechista Vox sigue judicializando la política, retorciendo el relato, torpedeando la normalidad democrática y haciéndose pasar por víctima. Su última acción, de una larga lista, presentar una querella contra el concejal de Zaragoza en Común, Alberto Cubero.

El concejal Alberto Cubero durante la rueda de prensa de este lunes. Foto: ZeC

"Entendemos esta querella como una amenaza más, como un hostigamiento más a la izquierda política y a sus representantes". Así ha respondido el concejal de Zaragoza en Común a la formación ultraderechista Vox. Cubero, que ha recibido ya decenas de muestras de apoyo, ha recordado que el otro día fue a Pablo Iglesias, y también el ataque con gasolina a la sede de Podemos en Cartagena, los ataques a las sedes de Izquierda Unida y Podemos en León y en Burgos, o a "mi camarada, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, que recibe constantemente amenazas de la ultraderecha de Vox".

"Nosotros somos cargos públicos y caras visibles de la izquierda política, pero lo primero que me gustaría recordar es que cientos de militantes anónimos y anónimas de de este país reciben constantemente amenazas y hostigamientos de la ultraderecha. Incluso en ocasiones son criminalizados y condenados como los seis antifascistas de Zaragoza", ha denunciado el concejal de ZeC. Pero "no solo militantes de la izquierda política. Personas migrantes, transexuales, toda persona que no encaja con la lógica de la ultraderecha de Vox es constantemente amenazada y amedrentada", ha alertado Cubero.

"Y no solo amenazas, propagan el discurso del odio, como con el cartel del metro de Madrid. Un cartel injustificable, absolutamente condenable, en el que señalan a las y los menores migrantes. Amenazar y señalar a menores que están lejos de su casa es de cobardes, y de ultras, como es Vox", ha manifestado.

Así, Cubero ha querido dejar claro que "ante sus amenazas, sus incitaciones del odio, sus querellas, las provocaciones rompiendo cordones policiales -como Santiago Abascal en Vallecas-, nosotras y nosotros tenemos que decir que ni tenemos miedo, ni nos vamos a amedrentar, ni vamos a ser indiferentes y, desde luego, tampoco vamos a colaborar ni a normalizar el discurso de la ultraderecha como hacen el Partido Popular y Ciudadanos gobernando o permitiendo que influyan en las políticas públicas de la Comunidad de Madrid, en la Junta de Andalucía, y también aquí, Jorge Azcón y Sara Fernández, en el Ayuntamiento de Zaragoza".

En este sentido, el concejal de ZeC ha criticado que desde que Vox está en el Ayuntamiento de Zaragoza "se han roto consensos históricos", como el de la lucha contra la violencia machista, la lucha contra la LGTBfobia, la inversión en cooperación al desarrollo y en solidaridad internacional.

"Ante esto, no vamos a ser indiferentes. Les vamos a plantar cara el 4 de mayo en Madrid, en las urnas. Y les vamos a seguir plantando cara todos los días en las calles, en los centros de estudio, en los centros de trabajo, con la misma firmeza y la misma templanza que como lo hicieron las y los vecinos de Vallecas", ha zanjado.

"Les molesta que les digamos las verdades a la cara"

Minutos antes de la comparecencia de Cubero, los portavoces de Vox en el Consistorio zaragozano, Julio Calvo y Carmen Rouco, confirmaban en rueda de prensa la querella presentada en el Juzgado de Guardia de Zaragoza contra el concejal de ZeC. Una querella, anunciada en Twitter por la formación ultraderechista este domingo, que han elaborado de forma conjunta con la dirección de Vox en Madrid, en la que le acusan de un supuesto "delito de odio".

Ni una palabra explícita, ni de Calvo ni de Rouco, a las amenazas de muerte de la ultraderecha a cargos públicos: a Gabriel Rufián este domingo en Denia, o las cartas con balas de uso militar recibidas por Pablo Iglesias, Grande Marlaska y la directora de la Guardia Civil, a las que este lunes se ha sumado el sobre con una navaja ensangrentada que ha recibido la ministra Reyes Maroto -cuyo autor, declarado seguidor de Vox, según publica La Marea, está emparentado con el diputado de Vox Espinosa de los Monteros, según ha informado Público-.

Lejos de denunciar sin ambigüedades estas amenazas, Julio Calvo ha llegado a afirmar, sin vergüenza alguna, que "nunca" un cargo de Vox ha incitado a la violencia. Parece olvidar el bochornoso espectáculo que ofreció su compañera de partido, Rocío Monasterio, en el debate de la SER la pasada semana dinamitando la campaña electoral madrileña, por citar el más reciente, o el mismo cartel del metro de Madrid al que se refería el propio Cubero.

Eso sí, Calvo se jactaba de la verdadera intención de esta nueva querella de su partido: "Si conseguimos que Cubero sea inhabilitado como cargo público, habremos hecho un gran servicio a la ciudad". Ante estas declaraciones, Cubero respondía: "Está claro que a Vox le molesta que ciertas personas ejerzamos de cargos públicos. Y lo demuestra cuando plantean mi inhabilitación. Les molesta que les digamos las verdades a la cara. Les molesta que seamos tan claros y tan rotundos ante sus provocaciones".

El concejal de ZeC se ha mostrado orgulloso de que a la ultraderecha le resulte molesto. "Significa que estoy en el lado bueno de la historia, no como la señora Ayuso. Cuando colaboras y das voz a la ultraderecha y te llaman fascista, es que seguramente seas un fascista. El lado bueno de la historia es el lado del antifascismo, y eso lo ha demostrado la historia de este país. Yo estoy en ese lado y tengo clarísimo que siempre voy a estar ahí", ha añadido.

La manipulación del relato por parte de Vox es una constante. Una estrategia en la que colaboran, día sí y día también, las cabeceras de muchos medios de comunicación. En este sentido, el periodista de La Marea, Miquel Ramos, advierte: "Llevamos mucho tiempo alertando sobre el peligro de aceptar el discurso de odio como una opinión democrática. De la impunidad de la violencia de la ultraderecha y la banalización del fascismo". Y como apunta la politóloga y escritora Laura Méndez: "Posicionarse contra el odio implica que a veces te juzguen igual que a quienes lo propagan". Tomemos nota.

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