Convocada la huelga estudiantil para este 8 de marzo “anticapitalista y revolucionario”

Contracorriente y Pan y Rosas llaman a sumarse a la manifestación convocada a las 12.00 horas en la Plaza San Francisco de Zaragoza por el eje estudiantil del 8M

8M
Manifestación estudiantil del 8M Zaragoza este 2022. Foto: Rocío Durán.

Este 8 de marzo la agrupación de mujeres Pan y Rosas y la agrupación juvenil Contracorriente ha convocado huelga estudiantil en Zaragoza, contra las múltiples violencias del capitalismo patriarcal, LGBTIfóbico y racista que lo único que ofrece es “un futuro de explotación y opresión, más punitivismo y represión policial y que invierte en gasto militar mientras desmantela los servicios públicos”.

Aseguran que quieren levantar esta huelga en cada barrio, instituto, facultad y centro de estudio. Por eso, llaman a sumarse a la manifestación convocada a las 12.00 horas en la Plaza San Francisco de Zaragoza por el eje estudiantil del 8M y pelean por que la organización de la juventud se extienda más allá de esa jornada.

Luchan por una educación pública inclusiva, feminista, gratuita y de calidad, y por una educación afectivosexual amplia, que recoja la diversidad: “Sabemos que esta solo podrá hacerse efectiva mediante la separación total de la Iglesia y el Estado, acabando con la educación privada y concertada, que deja en manos de esta institución la educación sexual de la juventud”.

“Nos rebelamos contra la violencia machista, racista, LGTBIfóbica y la precariedad, que afecta gravemente nuestra salud mental y denunciamos la falta de medios públicos para atender la misma, impidiéndonos vivir nuestras vidas plenamente”, añaden.

Pan y Rosas y Contracorriente se posicionan en contra la violencia estructural de “este estado racista e imperialista, que mantiene vigente la criminal Ley de extranjería, con deportaciones y CIEs, y las condiciones de superexplotación de miles de mujeres migrantes, jornaleras y cuidadoras entre otras, y que es responsable de la masacre de migrantes en Melilla”. Por eso también salen a pelear contra las reformas laborales, que este gobierno mantiene y que precarizan especialmente a las mujeres y por la regularización ya, con papeles y sanidad universal para todes.

“También peleamos contra la justicia patriarcal y para ricos en manos de la casta judicial conformada por jueces machistas, que solo nos ofrece elevar las penas de prisión, sin poner medios para que cese la violencia antes de que se produzca”.

Pretenden además levantar comisiones de mujeres autoorganizadas contra la violencia patriarcal en cada centro de estudio y de trabajo, por el aumento del presupuesto para educación y sanidad, por el derecho a abortar en la sanidad pública de cualquier comunidad -también para las personas migrantes y menores- y por viviendas accesibles para todes. “Necesitamos más financiación de los recursos públicos para mujeres en situación de riesgo, no un aumento sin precedentes de los presupuestos militares”, reclaman.

Además denuncian que contra la extrema derecha que niega la violencia de género, el "feminismo" de los ministerios no es una alternativa suficiente: “Un gobierno que manda a policías a espiar los movimientos sociales engañando a mujeres para tener relaciones con ellas, que protege a los empresarios que nos explotan y discriminan, que manda tanques a Ucrania, que minimiza conquistas de décadas de lucha como la Ley Trans, que desahucia o que asesina en las fronteras, no puede ser la solución”.

Por eso desde Pan y Rosas y Contracorriente pretenden construir un feminismo socialista y revolucionario.

“Nos organizamos y solidarizamos también con las trabajadoras en lucha, las esenciales de los servicios públicos y de cuidados, las precarias, las migrantes, las que hacen el trabajo doméstico que los capitalistas no pagan” y añaden, “hagamos como las luchadoras de Inditex y salgamos a conseguir victorias, a luchar como las de la sanidad, de la limpieza, del hogar, de los cuidados, las que hacen huelgas contra la brecha salarial y por la subida de los salarios, y junto a todas aquellas que sufren la alianza criminal entre el patriarcado y el capital”.

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