La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón sigue trabajando con empeño en uno de sus grandes retos, poner nombre y apellidos a todas aquellas personas que "sufrieron muerte o represión por la dictadura franquista".
Poco a poco, y con mucho esfuerzo, en un trabajo voluntario que no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional, su último proyecto "Las Huellas de la Guerra y la dictadura en Aragón", se va completando.
Ya son casi 30.000 los nombres y apellidos registrados por ARMHA de personas que "fueron asesinadas, expoliadas, tuvieron que exiliarse o están desaparecidas". En resumen, "que sufrieron las consecuencias del golpe militar que al fracasar derivó en la Guerra Civil y posterior dictadura".
"Buceando en los archivos históricos, los consejos de guerra, la Causa General, los testimonios de familiares o recopilaciones realizadas por historiadores", han reunido todo este material para volcarlo en una página web: connombreyapellidos.es.
Hasta ahora, pueden ser consultadas 14 de las 33 comarcas aragonesas, pueblo a pueblo. La última en incorporarse es la Chacetania, a la que se suman: Andorra-Sierra de Arcos; Aranda; Baixo Aragón-Casp; Bajo Cinca/Baix Cinca; Bajo Martín; Campo de Belchite; Campo de Borja; Campo de Cariñena; Cinca Meya; La Llitera; Ribera Baja del Ebro; Sierra de Albarracín; y Valdejalón.
"Este es un proyecto de recopilación, nuestro objetivo es que en un mismo espacio se puedan consultar esas huellas de nuestro pasado reciente. Fosas, exhumaciones, memoriales, vestigios militares, represión, muerte. Todavía queda mucho trabajo por realizar, muchos nombres por registrar, pero poco a poco el objetivo se va cumpliendo", explica la coordinadora de la iniciativa, Mercedes Sánchez de ARMHA.
"Sabemos que puede contener errores y desde luego sabemos que habrá omisiones", por lo que animan a la colaboración, "indicándonos si detectáis datos que no sean correctos, si tenéis más información de la que aquí relacionamos y compartiendo con nosotras vuestras historias". La memoria sigue viva, y se reconstruye cada día.