Chuaquín Bernal se afilió a CHA en 1996. El aragonesismo, dice, le viene casi de cuna. Es miembro del Comité Nazional de CHA desde 2008, presidente del partido en la Comarca de Zaragoza y el encargado (como cabeza visible) de devolver a la formación al Consistorio de la capital aragonesa.
Asegura que han reflexionado mucho sobre la salida de CHA del Ayuntamiento en 2019, y que deberían haber entrado en Gobierno con Zaragoza en Común en 2015, “pero fue culpa de ellos, no nuestra”, afirma. Sobre la posibilidad de haber formado una confluencia a la izquierda del PSOE, deja claro que CHA nunca se lo ha planteado.
Se muestra orgulloso del trabajo que han hecho durante los últimos cuatro años sin tener representación en el Ayuntamiento: “Hemos hecho oposición a Jorge Azcón sin concejales, y eso ha demostrado que somos necesarios”. Sobre la candidata popular, Natalia Chueca, afirma que está deslegitimada para gobernar, después de su gestión al frente de la Consejería de Servicios Públicos, con la mayor huelga en la historia del autobús urbano.
Lleva en CHA desde los 19 años, ¿de dónde le viene esa inquietud por la política, por el aragonesismo, por el activismo?
El amor por el aragonesismo me viene de casa, mis padres me educaron en él. Uno de mis primeros recuerdos son esas cadenas humanas que se hacían contra la presencia de la base americana en Zaragoza, y que terminaban con un concierto de Labordeta.
Y ya cuando fui más joven, esa rasmia que transmitían personas como Chesús Bernal me hizo afiliarme a CHA en 1996. Estoy muy satisfecho de haber tomado esa decisión.
Ha ocupado varios puestos, entre ellos, el de presidente comarcal –que aún mantiene–, ¿por qué dar el salto ahora a la política más pública o en primer plano?
Me presento como candidato a la Alcaldía de Zaragoza, entre otras cosas, porque he trabajado en el grupo municipal. Conozco la institución. Y eso es algo que le falta a Natalia Chueca, que fue elegida en 2019 para estar en una candidatura municipal, porque era amiga del alcalde.
Además, he sido vocal en las juntas municipales de Universidad y de Torrero. Creo que las juntas en Zaragoza son escuelas políticas de participación ciudadana. Pasar por ahí te hace tener una visión amplia, conocer muy bien y respetar a los colectivos, que son, junto con los partidos, los que han conseguido que tengamos la Zaragoza de hoy. Zaragoza sin participación ciudadana no es nada. Marca la diferencia entre las grandes ciudades y las mejores.
¿Cree que el haber estado en esas juntas contrarresta el hándicap que podría suponer el hecho de que, por no estar en el primer plano político, no le conozcan?
Sí, creo que es un plus, ahora me presento porque he tenido un crecimiento interno en el partido y la gente confía en mí. En CHA hemos tenido grandes concejales y concejalas que han dejado huella. Zaragoza no sería lo que es si no fuera por esta formación.
¿Por qué salió CHA del Ayuntamiento, habéis hecho esa reflexión?
Hemos hecho muchas reflexiones. En 2019, el hecho de que Zaragoza en Común (ZeC) saltase en dos opciones políticas no hizo bien ni a ZeC, ni a Podemos, ni a CHA. Si nosotros hubiéramos llegado al 5%, Azcón no hubiera sido alcalde de la ciudad.
En estas elecciones, ZeC y Podemos vuelven a ir separados, y también se os ha metido a vosotros en la ecuación, ¿ha habido opciones reales de conseguir una confluencia a la izquierda del PSOE?
Nos han llamado mucho y hemos tenido reuniones. Nos han hablado de esa posibilidad de unión, en alguna ocasión de una manera excesiva y abusiva. Yo entiendo que lo hagan, porque su genética es esa, pero la nuestra es otra. Internamente, en CHA no se ha producido ningún debate acerca de una posible confluencia en Zaragoza capital. Ninguno.
¿Esas presiones venían de ZeC?
Fundamentalmente, sí.
¿Deberían haber entrado en el Gobierno con ZeC en 2015?
Sí, pero eso no dependió tanto de nosotros como de ZeC, que se sintieron superiores. Si en 2023 los números dan, y pueden dar, CHA no solamente hará todo los posible porque haya un cambio político en Zaragoza, sino que formará parte de él. Lo que no vamos a hacer es apoyar un Gobierno desde fuera, porque eso no tiene ningún sentido.
Si CHA hubiera estado en la legislatura de 2015 con ZeC, creo que todo hubiera sido mucho más tranquilo y calmado, que muchas cuestiones se hubieran desbloqueado y que habría habido menos titulares negativos, porque teníamos lo que les faltaba a ellos: conocer la institución.
En la última legislatura han tratado de hacer oposición sin tener representación en el Ayuntamiento, ¿cómo se ha gestionado eso?
Ha sido tan difícil como bonito. Hemos hecho auténtica artesanía política. Ir a los plenos a intervenir no ha sido fácil, muchos de los concejales que estaban allí no hubieran hecho eso para después formar parte de una candidatura. Y eso nos ha servido para demostrar que CHA está viva, que tenemos un discurso y un proyecto de ciudad.
Hemos preparado los plenos de manera concienzuda. Mucha gente nos ha reclamado mejoras para la ciudad, pensando que teníamos concejales. Hemos hecho oposición a Jorge Azcón desde fuera y la gente se ha dado cuenta de que somos necesarios.
Y no sólo en los plenos. También en la calle. Hemos tenido presencia ininterrumpida, hemos hablado con asociaciones, con entidades... Hemos hecho de ventanilla ciudadana.
Ahora todos los partidos, incluso los que han renegado de ella, usan la palabra “aragonesismo”, ¿qué le parece?
El aragonesismo es la política que consiste en hacer mejor la vida de las personas y resolver sus problemas. Ese es el aragonesismo que representamos. Nosotros tomamos las decisiones en la calle Refugio, y no en Génova o en la Puerta del Sol.
Puede estar de moda enarbolar el aragonesismo, porque hay partidos de corte más estatal que tratan de diferenciarse por ahí, pero es poco creíble. El que quiera aragonesismo en Aragón, ya sabe dónde encontrarlo.
¿Les beneficia la más que posible desaparición institucional del PAR?
No es bueno para la sociedad aragonesa que un partido que congregaba al centro-derecha aragonesista salte por los aires. Lo beneficioso sería un bipartidismo en Aragón y una alternancia política entre CHA y el PAR. Viviríamos en un Aragón muy distinto.
¿Puede jugar Aragón Existe ese papel que hacía el PAR?
Ellos juegan en otra liga. Una liga más provincialista. Aragón Existe tendrá opciones en Teruel, pero en el resto de Aragón no creo que tengan demasiado apoyo. Aunque esos votos de Teruel, puede que les haga ser decisivos para la conformación de Gobierno en Aragón.
Hablaba de participación ciudadana, ¿cómo se debería enfocar?
Creo que uno de los errores que cometió ZeC, curiosamente, fue no darle la importancia que tienen a las entidades sociales. Las propias entidades nos dicen que se las dejó un poco de lado. Hay que potenciar las juntas municipales como foros de participación, darles herramientas, presupuestos que se les han negado en esta legislatura, tratarlas como la primera ventanilla a la que pueden acceder los ciudadanos. Y otorgarle a las entidades vecinales el espacio que siempre han tenido.
Proponemos una ventanilla 24/7, que será un lugar de encuentro, en el que los vecinos y vecinas de Zaragoza encontrarán la forma de plasmar sus reivindicaciones y participar en la elaboración de reglamentos y de la normativa municipal. Por ejemplo, precisamente la actualización del reglamento sobre participación ciudadana, que se ha quedado en un cajón, como tantas otras cosas.
¿Qué se puede hacer desde un Ayuntamiento para ayudar a las personas con el alto precio de los alimentos?
Hay que fomentar la huerta de Zaragoza y que todo lo que vaya a los comedores escolares salga de ahí. También hay que potenciar los mercadillos. Y se tiene que promover una sociedad municipal de la energía, para generar autoabastecimiento y que la energía sobrante se vaya a las comunidades energéticas. Son medidas que tratan de reducir la pesada carga que tienen los hogares.
¿Es factible realmente esa sociedad?
Sí, y sabemos cómo hacerlo. En Zaragoza ya hay varias sociedades municipales, de vivienda, deporte, cultura. Creo que, o bien se puede hacer una de energía, o darle esa atribución a alguna ya existente, y estoy pensando en Ecociudad.
¿Y en vivienda?
Los anuncios que estamos escuchando parecen subastas. No es serio. Lo que hay que hacer es dirigirse a la gente más joven. Por ello, hay que trabajar en el Casco histórico. Zaragoza Vivienda, en esta legislatura, ha sido una inmobiliaria al servicio de Jorge Azcón y del PP, en vez de proponer un modelo para los jóvenes que pueda regenerar urbanística y socialmente el Casco.
Sobre el cambio climático y la calidad del aire, parece imprescindible reducir el tráfico en el centro, ¿cómo se debe actuar?
Esta legislatura se ha quedado en blanco en ese sentido. La zona de bajas emisiones ha sido un engaño, que se ha hecho deprisa y corriendo. Se tendría que ampliar paulatinamente esa zona y plantear un modelo que ha sido de éxito en otras ciudades, como son las supermanzanas, que serían muy útiles en Las Fuentes, San José o Delicias. Así se mejoraría la calidad del aire, se crearía más espacio para el peatón y se reverdecería la zona.
¿Qué hay que hacer con La Romareda?
En 2006, con CHA, se pusieron las máquinas a trabajar. Y eso mismo día, el PAR y el PP lo judicializaron. Los que ahora dicen que se les ponen palos en las ruedas son los culpables de que Zaragoza no tenga ya un estadio de primer nivel. Eso sí, CHA no va a judicializar ningún proyecto, eso que quede claro. Aunque haremos todo lo posible para que los pliegos actuales cumplan con la legislación vigente
La Romareda ha de ser 100% pública. Todas las administraciones tienen que poner dinero, también el Gobierno central, que puso mucho para el Estadio de La Cartuja, en Sevilla.
Mucha gente considera que hay cosas más importantes que La Romareda, y es probable que así sea, pero cuánto antes nos quitemos esto de encima, antes podremos pensar en otras cuestiones.
¿Cree que el proyecto que está planteado no va a salir adelante?
Cuando entremos a gobernar, veremos cómo están los expedientes. Si una empresa ve beneficio en La Romareda, habrá que hacer todo lo posible para que se quede en lo público. En Zaragoza ya tenemos un buen ejemplo con el Pabellón Príncipe Felipe.
Otro tema polémico en esta legislatura ha sido el Buñuel
Uno de los problemas que ha tenido el Buñuel es que se ha politizado en exceso. Es una de las pocas cosas que ha cumplido el Gobierno del PP y Ciudadanos.
Pensamos que en Zaragoza tiene cabida la participación reglada, en torno a las juntas municipales y los centros cívicos, pero también el modelo autogestionado que representaba el Buñuel.
Dentro de ese legado que deja el Gobierno está la mayor huelga del autobús de la historia, ¿cómo se debe mejorar la movilidad
Natalia Chueca está deslegitimada para gobernar por su gestión y sus datos, después de ser la consejera de Servicios Públicos, aunque Servicios Públicos y PP es un oxímoron. Y estoy seguro de que, aunque no lo diga en voz alta, Chueca sabe que el actual modelo de movilidad no es viable.
Hay que crear una empresa municipal de transporte, que ya funciona en capitales como Valencia o Madrid. Que se coordine con el Consorcio de Transportes, porque entendemos la movilidad desde una visión metropolitana.
Se debe poner sobre la mesa la gratuidad del transporte público y hay que evitar que una empresa se lleve millones de euros de beneficio empresarial.
¿Por qué no se consiguió la municipalización en la legislatura de ZeC?
ZeC creyó que todo se podía hacer por el artículo 33. Proponemos que las fuerzas políticas nos sentemos, consensuemos y pactemos hacia dónde tiene que ir la movilidad. Además, este año vence la contrata del autobús urbano, es un buen momento.
¿Esa empresa municipal debería incluir al tranvía?
Habría que ver cómo está Tranvías de Zaragoza, pero de entrada no decimos que no. Esa empresa debe tener una visión global e incluir a todos los sistemas de transporte, incluso los patinetes o las bicis compartidas.
¿Qué se puede hacer con los patinetes?
Yo me muevo en patinete y hay que hacer todo lo posible por regular y concienciar a las personas. Los carriles bici no pueden ser una jungla. Tiene que haber más, por supuesto, pero también revisar los ya existentes, porque existen auténticas trampas para quien circula por ellos y para los peatones, que se juegan la vida en algunas paradas de bus.
¿Debería haber línea 2 del tranvía?
Por supuesto que sí. En la ciudad hay un eje norte-sur, que tiene mejores servicios y mejor calidad del aire, porque no hay emisiones de los autobuses. Los vecinos del eje este-oeste tienen los mismos derechos. Pero mientras llega la línea 1, hay que solucionar la movilidad.