Cerca de 600 personas participan en el ‘O Camín d’as Almetas’ de Lopinyén

Este sábado el municipio ha acogido la tercera edición de la marcha senderista teatralizada que visibiliza las tradiciones aragonesas en torno a la Nueit d’Animas o Noche de Almetas. La novedad de esta edición fue que todos los elementos de la fiesta giraban en torno a la historia de Martín con la memoria de su difunto pariente Francho.

Lopinyén
Noche de Almetas en Lopinyén en 2019. Foto: Comarca Plana de Uesca.

La localidad de Lopinyén ha acogido en la noche del sábado 2 de noviembre la tercera edición de la marcha senderista teatralizada ‘O Camín d’as Almetas’, una actividad que, fundamentada en las tradiciones locales de la noche de ánimas, ha evolucionado hacia una fiesta en la que se combinan deporte y cultura y que ha reunido a cerca de seiscientas personas, entre inscritas, voluntarias y visitantes.

La novedad de esta edición fue que todos los elementos de la fiesta giraban en torno a la teatralización de una narración tradicional de la zona en la que se cuenta la misteriosa experiencia de Martín con la memoria de su difunto pariente Francho en la noche de ánimas. En su recreación en una veintena de escenas que se salpicaban a lo largo de los cinco kilómetros de marcha por caminos del entorno de Lopinyén han participado alrededor de un centenar de vecinos y vecinas del municipio. “La participación e implicación de las gentes de Lupiñén es creciente y el resultado excelente, logrando transformar la imagen de este pueblo y generando episodios escénicos de gran impacto visual”, aseguran.

Tras la recepción con café y repostería de la zona y los talleres de maquillaje, el acto dio inicio con la entrada en la plaza de la comitiva de totons (fantasmas negros) encarnados por los Gaiters d’a Tierra Plana que anunciaban la llegada, como es tradición, de L’Abadesa, esa bruja de Aniés que fue ajusticiada en 1574, y que, en esta ocasión, acompañada por los integrantes de la compañía Habana Teatro, se subió al escenario para narrar el cuento de Francho, con el apoyo de sombras chinescas y la música de Traverso a cargo de Jennifer Cremallet.

El público guardó un sobrecogedor silencio durante toda su intervención y los más pequeños se agolparon en las primeras filas hasta que L’Abadesa prendió su antorcha e hizo el alegato con el que abría la marcha y, acompañada de la alcaldesa de Lopinyén y la comitiva de totons, no sin dificultad, encendió la hoguera situada en el centro de la plaza Torraza.

A las 19.15 horas arrancaba la marcha de quinientas almetas, cubiertas con capas blancas, por las calles del pueblo, donde fueron topándose con las casas decoradas, con antiguas fotos de difuntos y con escenas variadas, desde una morgue con el enterrador que tomaba medidas a los caminantes mientras cavaba una fosa, hasta las beatas rezando en reclinatorios por el alma de Francho, pasando por una extraordinaria recreación de un tétrico cementerio donde los y las más jóvenes colaboradoras danzaban sobre las tumbas.

Lopinyén
Cementerio de Lopinyén. Foto: Comarca Plana de Uesca.

Abandonado el casco urbano y con la noche ya cerrada, las almetas iniciaban el recorrido por los caminos donde se salpicaban hasta una decena de escenas de la historia de Francho. Actores y actrices de todas las edades se transformaban en escolares, en abuelos, en pastores, en sacerdotes, en enterradores, en la muerte y en un sinfín de personajes que interaccionaban con los participantes pasando por lugares como el humilladero, la Cenia, la ermita de la Virgen de la Huerta o la ermita de San Pedro, donde estaba el avituallamiento,con frutos secos, zumos y golosinas y los tradicionales buñuelos acompañados de vino moscatel para las personas adultas.

Después de alrededor de dos horas de andada, la marcha desembocaba en la plaza de la Torraza donde en torno a la hoguera a los y las inscritas se les daba un bocadillo de longaniza acompañado de trenza y refresco. Los Gaiters d’a Tierra Plana tocaban las últimas notas y la música para los más pequeños ambientaba una noche que el tiempo había respetado con una temperatura agradable sin lluvia ni viento.

La organización se muestra especialmente satisfecha por la participación alcanzada, por la calidad del trabajo desarrollado por el voluntariado y por la excelente acogida de los y las caminantes.

Lopinyén
Beatas rezando en reclinatorios por el alma de Francho. Foto: Plana de Uesca.

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