Aragón juega limpio

Salir de clase. Ir a casa andando. Tener tiempo. Hay partido, el sábado juega mi equipo. Además he recordado que toca derbi. Casa de apuestas. Salón de juegos. ¡Apuesto! No me importa el tiempo, me da igual si llueve o qué esté pasando ahí afuera. Es mi momento y tengo dinero. Me sobró algo del sábado pasado y he pillado la cartera con algún billete que ahorraba por ahorrar. Da igual, aquí me han dado comida y bebida gratis y puedo poner cualquier excusa. No voy a ir a casa. He ganado 20 pavos y me puedo quedar un rato …

Salir de clase. Ir a casa andando. Tener tiempo. Hay partido, el sábado juega mi equipo. Además he recordado que toca derbi. Casa de apuestas. Salón de juegos. ¡Apuesto! No me importa el tiempo, me da igual si llueve o qué esté pasando ahí afuera. Es mi momento y tengo dinero. Me sobró algo del sábado pasado y he pillado la cartera con algún billete que ahorraba por ahorrar. Da igual, aquí me han dado comida y bebida gratis y puedo poner cualquier excusa. No voy a ir a casa. He ganado 20 pavos y me puedo quedar un rato más. Juego. Hay más máquinas para gastar el dinero, total, podré coger a mi padre algo de la cartera, nunca se entera. Me encanta la adrenalina que siento. Juego y vuelvo a apostar. He llamado a otro colega para que me acompañe, es un mierdas y desde que se ha echado novia no quiere venir, dice que es un gasto tonto, ¡tonto él! Me da igual. Juego. Apuesto. ¡Apuesto! ¡No puedo parar de apostar! Joder, acabo de perder los 20 euros. Han pasado las horas. Cierran. ¡Mierda! Mañana puedo venir antes, me salto alguna clase y tendré más tiempo para recuperar y seguir ganando.

Ganar perdiendo nunca es una buena opción y menos si eres jóven y estás forjando tu futuro. El arranque de este artículo podría ser el día a día de un jóven que a la salida del instituto se topa en su barrio con una casa de apuestas. El avance y proliferación de estos locales es uno de esos grandes peligros que acechan contra el futuro de la juventud. Hablar de ludopatía es hablar sobre una de las adicciones sin sustancia más extendidas sobre la población más joven. Y ahora, es momento de poner en marcha los mecanismos necesarios para poder frenar esta lacra.

El avance y proliferación de los locales de apuestas son grandes peligros que acechan contra el futuro de la juventud. Hablar de ludopatía es hablar sobre una de las adicciones sin sustancia más extendidas sobre la población más joven. Y ahora, es momento de poner en marcha los mecanismos necesarios para poder frenar esta lacra.

En Aragón llega por fin una modificación de la Ley del Juego que permitirá no danzar al baile del equilibrio entre la salud y el negocio de las casas de apuestas si no que, de aprobarla, podrá priorizar el bienestar de la gente. Enfocar esta problemática y la necesidad de regular el juego y apuestas desde una perspectiva sanitaria nos hará comprender que estamos ante un grave problema de salud pública. Hablamos de poner límites a una actividad empresarial que, aunque legal, genera problemas de adicción y que se expande y lanza sin miramientos sus redes de captación de forma agresiva. Un sector que en Aragón cuenta con más locales dónde apostar que centros públicos de educación secundaria, del que en los últimos años hemos conocido numerosos incumplimientos sobre publicidad, falta de control de acceso o la incentivación directa al juego, entre otros.

Este mismo jueves 23 de septiembre ha llegado al parlamento aragonés la adaptación legislativa para su debate y ojalá próxima aprobación. Trámites políticos aparte, la propuesta normativa que se presenta ha sido posible gracias al esfuerzo y trabajo realizado por técnicos que desde hace años trabajan día a día en evitar que avance más el negocio de las casas de apuestas, la proliferación de estos locales en nuestra comunidad autónoma y también por la insistencia constante de una sociedad civil que no quiere permitir que la juventud y el futuro esté en juego.

La propuesta de modificación de la Ley del Juego es una oportunidad para proteger a la ciudadanía de las garras capitalistas de las casas de apuestas. Gracias al empuje de Podemos Aragón, el texto presentado plantea una regulación del Juego y las apuestas desde el ámbito de la prevención y protección de la salud. Es el momento en que la actividad de juego con dinero en Aragón, por sus riesgos intrínsecos, deje de abordarse como una mera actividad económica tal y como venía haciéndose hasta día de hoy. Esto pasa por que los poderes públicos y sus responsables aborden sus repercusiones sociales y por lo tanto impulsen acciones de prevención de conductas adictivas, como son la ludopatía o el juego patológico. Cuidar de las personas más vulnerables frente a la lacra de las adicciones es una obligación y un deber para todas las administraciones. En este empeño, hemos conseguido que la ley blinde que desde los servicios públicos sociosanitarios se amplíe y de atención a quienes sufren de esta problemática de salud.

La ludopatía es un trastorno adictivo sin sustancias, reconocido como una enfermedad mental, que provoca en la persona que lo padece un deterioro o malestar clínicamente significativo, que, a su vez interfiere en su esfera familiar, patrimonial, laboral, social, entre otras. Y recordemos que dicha enfermedad, la ludopatía, figura como adicción comportamental en la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 y en el III Plan de Adicciones de la Comunidad Autónoma de Aragón 2018 -2024, siendo objeto de intervención sanitaria, conforme al Plan de Salud de Aragón 2030 y en el Plan de Salud Mental de Aragón 2017-2021.

Gracias a dicha propuesta de modificación de la Ley del juego, se defiende la prohibición de toda aquella publicidad que incite o estimule al juego por cualquier medio y especialmente en el deporte, protegiendo a sectores vulnerables de la población. Los centros deportivos deben de ser promotores de salud, de ocio alternativo y bien en su interior, exterior o en las mismas equipaciones y cuya participación esté restringida en exclusiva a menores de edad, se establece la prohibición de la publicidad, patrocinio y promoción de las actividades, empresas y de los locales de juego y apuestas.

Una forma de atracción a estos locales es la publicidad que podemos encontrar en el exterior de los mismos, así como en páginas web o en las redes sociales. Para evitarlo, se propone eliminar toda publicidad engañosa, que incluya información sobre el importe de premios, cuotas de las apuestas o mensajes que sugieran la facilidad para obtener ganancias, consecución de éxito mediante la práctica de juego y demás reclamos que inciten a apostar. Del mismo modo, de aprobarse, no podrán utilizarse acciones publicitarias de captación y fidelización (bonos, tarjetas…), juego gratuito como gancho y reclamo, así como las consumiciones gratuitas o a bajo coste.

Es casi incomprensible que, en el avance de este tipo de negocio, la industria del juego haya puesto su mirada en las personas menores de edad como futuro nicho de mercado y, a día de hoy, podamos encontrar en nuestra comunidad autónoma máquinas que van dirigidas a los más pequeños y que en su funcionamiento emulan a las que comúnmente conocemos como “máquinas tragaperras”, con sus mismos riesgos adictivos. Gracias a la nueva modificación de la Ley del juego, no se permitirá la existencia de este tipo de máquinas en Aragón.

Hemos logrado que la propuesta concrete en la ley barreras técnicas que se incluyan en las máquinas instaladas en hostelería, para impedir el acceso de colectivos vulnerables como las personas auto prohibidas, insistiendo y sabiendo que este tipo de medidas podrían mejorarse implantando un lector de DNI, para así garantizar la efectividad de no acceso al juego de las personas inscritas en el Registro de personas prohibidas al juego o menores de edad. En este sentido y con el empeño de poner freno al riesgo de la falta de control de accesos, se ha eliminado la posibilidad de instalar terminales de apuestas en los bares y de esta forma impedir su expansión y accesibilidad.

De aprobarse la propuesta legislativa que realiza el ejecutivo aragonés, se pondrá freno a una práctica abusiva y peligrosamente extendida en estos negocios, quedando absolutamente prohibido conceder préstamos, créditos o asistencia financiera, por parte del personal y propietarios de las empresas de juego a las personas usuarias estos locales. Una medida que ayude a cerrar posibles conductas de riesgo y a combatir acciones irregulares que estimulen al consumo del juego de forma compulsiva.

La modificación de la Ley del juego, cuya tramitación y debate se ha iniciado en las Cortes de Aragón, debe de tener una visión muy clara basada en tres aspectos fundamentales: Herramientas de prevención e información desde al ámbito público, un mayor control e inspección de posibles fraudes o irregularidades en la actividad del juego y las apuestas, junto con la dotación de recursos públicos de asistencia y ayuda por problemas con el juego dirigidos a la población que consume este tipo de (no) sustancias.

Las cifras hablan claro. El juego con dinero es una realidad cada vez más presente en la vida de los menores, y su incidencia no deja de aumentar. La última encuesta ESTUDES, realizada a estudiantes de enseñanzas secundarias de Aragón, reveló que el porcentaje de chicas y chicos jóvenes que dicen haber apostado alguna vez en su vida se ha duplicado en sólo dos años. Según este estudio, uno de cada cuatro estudiantes de entre 14 y 18 años, el 26%, confiesa haber jugado alguna vez en formato presencial, mientras que un 11% dice haber apostado online. Estos porcentajes dos años antes eran del 13% y del 6%, respectivamente.

En otro estudio reciente, la Doctora en Psicología Yolanda López del Hoyo, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón y profesora en la Universidad de Zaragoza, afirmó que un 20% de 50.000 jóvenes de entre 14 y 17 años encuestados en Aragón, apuestan en locales físicos. Asimismo, un 38,4% de estudiantes de instituto juegan a apuestas deportivas y un 6% reconocen tener problemas con el juego. Cuestión de la que también advirtió el Justicia de Aragón en su "Informe especial sobre el juego y los menores en Aragón", alertando del aumento de adicciones en esta franja de edad. Datos que sin duda ponen en evidencia la necesidad de aprobar una Ley como la que ahora orgullosas presentamos.

Todavía queda por avanzar un largo camino. Construir un entorno sano y libre de adicciones, pasa por aumentar distancias que alejen definitivamente los locales de juego y apuestas de los lugares frecuentados por adolescentes y jóvenes. En este sentido, se hace necesario implantar más medios de control que eviten un fácil acceso a esta actividad de negocio, que no de ocio, en bares y aquellos lugares de encuentro donde hay instaladas máquinas "tragaperras" y donde colectivos vulnerables puedan caer en el engaño del "dinero fácil".

Puede que los tiempos parlamentarios nos hagan soñar un poco más lentas de lo que quisiéramos. Puede que tarden más esos futuros donde las alternativas de ocio se extiendan en los barrios y en los pueblos, pero en Aragón, hemos plantado la semilla que hará que, a partir de ahora, podamos tener la oportunidad de ese futuro y con ello comenzar a jugar limpio. Es posible frenar a las casas de apuestas y a las adicciones que ellas generan, con un único fin: garantizar el futuro de las y los más jóvenes, garantizar el futuro de nuestra gente.

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