Aragón estabiliza la incidencia COVID pero los ingresos mantienen una "tendencia ascendente"

La positividad se mantiene en el 10%, el doble de lo recomendado por la OMS, y la prevalencia de la cepa británica asciende al 74,2%. Un 9% de la población mayor de 18 años ha recibido la pauta completa de vacunación, cuyo ritmo volverá a descender la próxima semana.

Personas esperando a ser vacunadas. Foto: DGA

La incidencia de COVID-19 en Aragón se ha estabilizado, experimentando incluso un leve descenso, y situándose en estos momentos en una tasa de 132 casos por 100.000 habitantes en los últimos 7 días. Así lo afirma la DGA, recordando que la semana pasada la incidencia era 110, "si bien esta tasa llegó a alcanzar los 142 casos por 100.000 habitantes el pasado sábado, fecha desde la que comienza una ligera tendencia descendente que tendrá que ser confirmada en los próximos días".

Por zonas, en estos momentos Zaragoza y las comarcas centrales acumulan una incidencia a 7 días de 144; Uesca y las comarcas altoaragonesas de 131; y Teruel y las comarcas del sur, 17 casos por 100.000 habitantes. Teruel ciudad presenta una incidencia de 24,8 casos por 100.000 habitantes en la última semana; y Uesca ciudad, 42,6 casos. En lo que se refiere a Zaragoza capital, en el punto de mira del Departamento de Sanidad que por el momento descarta el confinamiento perimetral, presenta una tasa de 134 casos por 100.000 habitantes, "cifra que lleva en descenso también desde el pasado sábado, cuando se alcanzaron los 150 afectados por 100.000 habitantes", confirma el Ejecutivo aragonés.

Este viernes, Salud Pública notifica 291 nuevos contagios de COVID-19 en Aragón. Son 21 más que en la jornada anterior, pero 37 menos que el mismo día de la semana pasada. De total de los contagios nuevos, 262 corresponden a Zaragoza y las comarcas centrales. Por zonas de Salud, Exeya es la que más positivos nuevos ha confirmado, 14. Le sigue Tauste, y los espacios urbanos de Zaragoza de Sagasta-Ruiseñores y San José, con 11. Se han dado 152 altas en las últimas 24 horas.

La DGA también informa de que otros indicadores reflejan esta "estabilización en el crecimiento de nuevos casos". Entre ellos, el índice de reproducción básico que se sitúa en 0,9 (el número promedio de casos que cada sujeto infectado puede llegar a infectar en una semana) frente al 1,16 de la pasada semana. A pesar de ello, la positividad global de pruebas diagnósticas se mantiene en el 10%, igual que la semana pasada, el doble de lo recomendado por la OMS para mantener "controlada" la pandemia.

Sin embargo, los efectos de la nueva ola repercuten con más intensidad en los centros hospitalarios. A pesar de que la cifra de ingresos, según afirma la DGA, se mantiene "similar" a la pasada semana, se observa una "tendencia ascendente". En estos momentos la ocupación de camas en planta por enfermos COVID es del 7,3% (6,4% la semana anterior) y de un 22,5% de las camas de cuidados intensivos -UCI- (20% la semana anterior). Con datos del jueves, en Aragón hay 339 personas hospitalizadas, 32 más que la pasada semana. De ellas, 53 están en la UCI, 11 más que hace siete días.

En este aspecto, la prevalencia de la cepa británica, que ya asciende al 74,2%, tiene mucho que ver. Esto indica que la enfermedad ha cambiado, tal y como explica el periodista Aritz Intxusta en un artículo en Naiz, analizando la situación del territorio vecino, Nafarroa. "La cepa británica no solo se transmite de forma diferente, sino que también causa una enfermedad distinta, más grave que la conocida hasta ahora y, que como consecuencia, termina consumiendo mayores recursos hospitalarios y de UCI. Algo que, desde luego, invita a ser el doble de responsables para que la incidencia no se nos escape como lo está haciendo los últimos días".

En cuanto a los números absolutos, Aragón acumula desde el inicio de la pandemia, un total de 115.497 casos confirmados de COVID-19, de los que 107.378 han recibido ya el alta epidemiológica. Respecto a la mortalidad, se han registrado desde el inicio de la pandemia 3.386 fallecimientos. La tasa de letalidad (porcentaje de fallecimientos sobre el total de infectados) se mantiene en Aragón en el 3%. También se mantienen, hasta el 9 de mayo, las restricciones actuales: confinamientos perimetrales de Aragón, Cuarte, Fraga y la comarca de La Llitera y el toque de queda -de 23.00 a 6.00 horas-.

9% de la población vacunada con pauta completa

Aragón ha abierto este viernes las agendas para que las personas nacidas en 1949 y 1950 pueden autocitarse para recibir la vacuna. La próxima semana se administrarán casi un 20% menos de dosis. El motivo, el "recorte" en la distribución de AstraZeneca -solo ha enviado 3.900 dosis, un 74% menos de la previsión inicial-, y el parón de Janssen. De este modo, según ha reconocido la DGA, la planificación para el grupo de edad de 60 a 69 años, al que se le administra AstraZeneca, puede verse "comprometida", y una vez más, alterado el ritmo de vacunación que esta semana se había acelerado ligeramente.

Hasta este jueves, Aragón ha inoculado un total de 368.142 dosis de vacunas contra el COVID-19, lo que supone un 87,62% de las recibidas. Un total de 108.036 personas tienen ya la pauta completa (las dos dosis), una cifra que se acerca poco a poco a la del total de contagios desde el inicio de la pandemia (115.497 personas). Según la DGA, el porcentaje de personas mayores de 18 años que ha recibido al menos una dosis de vacunación es del 21,85%. Y el porcentaje con pauta completa del 9,03%.

Otro de los titulares de estos días, respecto a las vacunas, viene de Pfizer. Albert Bourla, consejero delegado de esta farmacéutica -que ingresará más de 12.000 millones de euros en 2021 por su vacuna contra el COVID-19-, aseguró este jueves que "probablemente" sea necesaria una tercera dosis de refuerzo dentro de los doce meses después de haber sido completamente vacunado, para que la inmunización sea completa. Con este tercer pinchazo se lograría "una mayor respuesta inmunitaria ante el hallazgo de nuevas variantes de la enfermedad". Boula ha reconocido también que barajan la posibilidad de que la vacuna sea anual, como la de la gripe, algo con lo que ya se contaba aunque aún sin confirmación oficial.

Hasta ahora, no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo dura la protección contra el coronavirus de las vacunas, dado el corto recorrido de este producto. A principios de abril, y tras analizar a más de 12.000 participantes ya inoculados, Pfizer aseguró que su vacuna tenía una eficacia del 91% y continuaba siendo efectiva al 95% hasta seis meses después de haber sido administrada la segunda dosis. Una efectividad similar a la de Moderna. "Los anticuerpos provocados por la vacuna de Moderna persistieron durante seis meses después de la administración de la segunda dosis, según lo detectado por tres ensayos serológicos distintos", asegura un informe publicado en el New England Journal of Medicine.

Noticias positivas

A pesar de todos los líos y confusiones con las vacunas, hay un dato que nos tendría que llenar de alivio. Solo el 0,008% de las personas que han sido completamente vacunadas contra el COVID-19 en Estados Unidos han contraído la enfermedad después. En concreto, 5.800 personas de las más de 75 millones completamente vacunadas en EEUU.

Otro dato positivo lo pone el periodista de The Guardian, Stephen Buranyi, en un artículo publicado en ElDiario.es con el título 'No haga caso al pesimismo: las vacunas contra la COVID-19 se imponen silenciosamente'. Buranyi afirma que "estas vacunas lograrán frenar la enfermedad, hasta casi extinguirla. O limitarán tanto su fuerza y su capacidad de contagio que el  COVID pasará a ser un motivo de preocupación mucho más fácil de gestionar, como el sarampión o las paperas. De hecho, creo que estamos muy cerca de conseguirlo, siempre y cuando consigamos que todo el mundo, no solo los países ricos, se vacune".

Por último, Naiz recoge un decálogo para "convencer a las personas que tienen dudas sobre las vacunas". El decálogo ha sido redactado por dos investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Salvador Macip y Manuel Armayones. Un texto breve y conciso en el que ofrecen argumentos para tratar de convencer a las personas que dudan de si ponerse o no la vacuna contra el COVID-19. El primer argumento: "Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, pero sus beneficios son muy superiores a los riesgos que se asume".

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