A menos de un día de que 270 kg de dinamita hagan saltar por los aires la Central Térmica de Andorra

Y este es un orden de polvorín, dictado, temor y resignación. Hoy 12 de mayo, a menos de un día que 270 kg de dinamita hagan saltar por los aires las grandes moles de la Central Térmica de Andorra, eso sí, controladamente como todo en este país de turbias apariencias, algunos pensamos que es un escandaloso error destruir lo que tantos millones costó al Estado hace años y pagaron los impuestos-sudor de los españoles. Destruir es como la guerra, prueba y muestra siempre de barbarie soez, despilfarradora e ignorante, pero no defender con uñas y dientes “a muerte”, callando cartas …

fotografía de la firma de Lucía Pérez autora de artículo como el de Dolores o el de la Central de Andorra

Y este es un orden de polvorín, dictado, temor y resignación. Hoy 12 de mayo, a menos de un día que 270 kg de dinamita hagan saltar por los aires las grandes moles de la Central Térmica de Andorra, eso sí, controladamente como todo en este país de turbias apariencias, algunos pensamos que es un escandaloso error destruir lo que tantos millones costó al Estado hace años y pagaron los impuestos-sudor de los españoles.

Destruir es como la guerra, prueba y muestra siempre de barbarie soez, despilfarradora e ignorante, pero no defender con uñas y dientes “a muerte”, callando cartas que han debido ponerse boca arriba sobre todas las mesas para que se limpien las estancias del poder es, siendo muy benevolentes, pusilanimidad, jamás prudencia.

Y todo suponiendo, solo suponiendo, que sociedades gobernadas por mandatarios que se vanaglorian de estar al frente de un país culto y avanzado como también se supone ellos lo son, deberían ser presumiblemente transparentes, sensibles y protectores sabiendo que no tienen por qué destruir algo tan delicado, por lo cuánto lleva dentro: la Historia de generaciones, sin pensar y presentar antes, mucho antes, otras alternativas útiles y productivas.

Máxime cuando por tierra, mar y aire, con veloces medios de transporte ellos, que viajan gratis a costa del erario, pueden comprobar desde hace décadas por toda Europa (incluida España) acciones y actuaciones de reconversión o reciclaje de edificios para otros usos eficaces en el futuro a corto, medio y largo plazo. ¿Son lo que se supone?

Dicho lo anterior me sigo preguntando ¿Por qué en Andorra (Teruel) se destruye sin vuelta atrás mientras en otros sitios de esta misma España, las mismas industrias eléctricas desde hace años han creado y crean fundaciones, becas, centros de investigación etc. etc.?

¿Por qué desde hace años, cuando gobiernos y empresas ya “se olían” el tema y empezaban a “modular” el proyecto que pondrán ahora en marcha, no contemplaron para la provincia de Teruel más que la destrucción y su uso como nueva fuente de explotación de recursos? Ni hay respuesta veraz hasta los mismos fondos, ni se la espera. Ustedes mismos.

Mientras las empresas urdían proyectos para sus nuevos dividendos, ¿dónde estaban y para qué tienen España y Aragón políticos, instituciones administrativas y académicas, colegios profesionales, doctores y doctorandos etc. etc. etc? ¿Para “dejar hacer, dejar pasar” como avestruces de cuatro años, que el ruido de las nueces lo acalle (sobre todo si es de los de “abajo”) al día siguiente un partido de fútbol o una mísera “mordida”?

¿Cómo es posible tanta incuria y tanto menosprecio al colectivo votante? Dice muy poco de la inteligencia, del trabajo al servicio público y la ética tanto de quienes han dado el visto bueno y beneplácito a semejante destrucción, se llamen como se llamen y ostenten el cargo que ostenten, como de quienes se han callado cualquier información contrastada que el pueblo, los ciudadanos de Andorra y de toda España tenían el derecho de conocer con pelos y señales desde el minuto 0.

¿O es que a los amaños se les pone ahora eufemísticamente el nombre de “datos confidenciales” que no conviene que el común sepa? ¿Por qué? Eso es ocultación y mediocre prepotencia además de insultar la inteligencia de la pagana ciudadanía.

El día 13 a las 11.30 horas la Central Térmica de Andorra caerá. Durante los últimos años, para los habitantes de la localidad y la Comarca el preoperatorio ha sido ha sido un largo Calvario, un largo preludio de confusión, de bulos y dimes, diretes y bingos vitales que tenían una fecha tope más o menos cierta, pero segura.

Una forma larga y cruel de vampirizar con el divide y vencerás la energía de sus habitantes gota a gota, sin decirles nadie claramente la verdad con sus luces y sombras desde el principio, sin llamarles a decidir sobre sus alternativas de futuro, sin darles la oportunidad de opinar con todos los datos en la mano. Solo una parte sesgada e interesada que nunca ha sido ni es la verdad verdadera.

Durante años se han sentido llevados y traídos pero no conocedores ni consultados. Han tenido y tienen que pencar con la cruda realidad y seguir viviendo como puedan, buscándose la vida sin que quienes hablamos de la Central como Patrimonio Cultural, de plantas fotovoltaicas o de futuribles -no tangibles- proyectos que deberían estar redactados tiempo ha (como lo tenía Endesa-Enel) para haberlos contrastado y puesto a la opinión y debate públicos, hagamos otra cosa que estar, como Nerones y Boabdiles, dos minutos delante del evento mediático, unos con la copa del triunfo en la mano, otros con la foto y el lamento del efímero momento histórico, una “tajada” más a echarse en cara sin ponerse en serio a lo que tuvieron, ha habido y hay que ponerse.

Como cantó Serrat en 1996, podrá decirse aquello de “Gloria a Dios en las alturas, recogieron las basuras, de mi calle…” y a la hora siguiente “con la resaca a cuestas, vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”. Los más, los vecinos siempre de allí de espaldas, esperando hartos un breve descanso para dejar de ser noticia veloz de papel, el minuto máximo de TV. Porque a ellos es a los únicos que les urge el tiempo de ver las respuestas.

Predicamos, limpios e impolutos unos y otros henchidos de soberbia desde las lejanías urbanitas, disponemos del bien y el mal de otros sin consultárselo ni contárselo, como si fuéramos más sabios de sus casas y sus necesidades que ellos mismos, unos, otros y todos nos olvidamos que las leyes no están para ser papel sino para ser sangre y vida diaria de cada cual, para ser explicadas clarito, muy clarito en casa, en la ciudad y el campo, en la escuela y la mina a nuestros hijos y a nuestros ancianos con toda la crudeza en lo bueno y lo malo a lo que nos obliguen.

Cada cual en el nivel y responsabilidad que ostente y por el que cobre. Sin zafarse con justificaciones parlanchinas de momentáneo compromiso. Estamos para responder y preguntar con ellas en la mano, reconocer y corregir los lacerantes y profundos errores que en primera persona hemos infringido y estamos infringiendo otra vez, por enésima vez, no solo a un territorio, que también, sino a quienes viven en él. Apúntenlo con fuego mientras dinamitan.

No hay juicio que condene suficiente a esta manada de violadores territoriales, compradores de voluntades a unos céntimos, “negociadores” de la devastación y el chantaje, ni a este Estado y a sus adláteres “siseñores de palo”, frívolo vendedor sin consulta de lo que fue de todos, ni a los callados o vociferantes tardíos.

No hay Historia para manchar suficientemente todos los nombres y siglas de una Suciedad tan vergonzosa que se apellida Anónima, ni para pedir cuentas a los que, en el pasado, fueron y son responsables de tamaños desmanes. “No hay extensión más grande que ésta herida” –gritó una vez M. Hernández- que nos dolerá con vergüenza a todos.

Pero, ¡ojalá el día 14 cada habitante de las Cuencas Mineras vaya a sus Ayuntamientos y a su Comarca a pedir a quienes les compete tenerlas, un listado de las Leyes que afectan al Medio Rural, a la vivienda en él, al Patrimonio Cultural de TODO tipo Material e Inmaterial, al Paisaje, al Agua, a la ganadería y Agricultura etc. etc. y, cuando no entiendan algo, vuelvan haciendo valer sus derechos a que se les explique!

Ojalá esto que a unos horroriza, a otros les da igual y algunos creen un triunfo económico para sus bolsillos, sirva para darnos cuenta real de la importancia y el valor de ser ciudadanos de verdad y para saber defender juntos lo nuestro.

Solo así, la voladura de la Central Térmica habrá dinamitado también la pasividad y el conformismo inútil. Solo así dejaremos de ser ‘El payaso de las bofetadas’ y ‘El pescador de caña’ de León Felipe, el muñeco de Europa. Solo así, la Central Térmica vivirá en nuestros adentros, alumbrándonos más allá de ella misma.

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