Versiones contradictorias en el caso de la muerte de Víctor Láinez

La jueza de Guardia de Zaragoza, Natividad Rapún, ha acordado este jueves el ingreso en prisión provisonal comunicada y sin fianza de Rodrigo Lanza como presunto autor de la agresión que terminó con la muerte de Láinez

Bar Tocadiscos, donde ocurrieron los hechos. Foto: AraInfo

En torno a las 9.00 horas de este jueves era trasladado a los juzgados de Zaragoza Rodrigo Lanza, acusado de ser el autor de los golpes que provocaron la muerte de Víctor Láinez, aunque no ha sido hasta bien entrada la mañana que ha declarado, y pasadas las 14.30 horas cuando la jueza Natividad Rapún ha solicitado prisión provisional comunicada y sin fianza para el acusado, tal y como había solicitado la Fiscalía y las acusaciones de la víctima.

La declaración de Rodrigo Lanza contrasta con lo publicado en diversos medios de comunicación en las últimas 72 horas. Ante la jueza, el acusado ha reconocido que agredió al fallecido, pero en legítima defensa, pues según ha declarado fue atacado inicialmente por Láinez, quien según Lanza podría haber sacado un arma blanca, lo que motivó que respondiera, primero con una patada y luego con un puñetazo, sin llegar a recordar como continuó la pelea.

La navaja en manos de Láinez es nombrada en el atestado policial, al que ha tenido acceso AraInfo, en la declaración del joven que acompañaba a Lanza aquella noche, quien asegura que fue Láinez quien les siguió fuera del bar cuando los cuatro jóvenes salían y que fue en el pasillo entre las dos puertas de acceso al Bar El Tocadiscos donde vio el arma blanca en la mano derecha de Láinez y avisó a Rodrigo. El propio dueño del bar afirma que fue Láinez el que siguió a los cuatro jóvenes en su salida, y que desconoce lo que ocurrió fuera del bar.

Ninguno de los testigos que permanecían en el bar, a la llegada de la policía, declaró haber visto un arma blanca, y la misma tampoco fue encontrada. Lo mismo sucede con el supuesto objeto contundente con el que algunos medios de comunicación han afirmado que fue golpeado Láinez.

Lanza ha asegurado ante la juez que en ningún momento vio unos tirantes con la bandera española, pues ha advertido que Láinez vestía una chaqueta oscura, que no dejaba ver lo que había bajo la misma, a pesar de que todas las declaraciones en el atestado afirman haberles visto conversar durante cinco minutos, sin llegar a discutir.

Según el otro investigado, Víctor Láinez se refirió a Lanza, durante la conversación que mantuvieron como “puto sudaca”, y le requirió que volviera a su país. Otro de los testigos, cliente del bar, afirma haberse sentido sorprendido al ver la pelea, pues en todo momento Lanza y sus tres acompañantes se mostraron tranquilos, incluso llegaron a hacer a su grupo una fotografía, a petición del grupo que acompañaba al testigo.

Es precisamente en voz de este testigo donde aparecen por primera vez los tirantes con la bandera española en el atestado, y es que en su declaración creyó que la pelea pudo originarse por estos tirantes, y por la bandera franquista en el móvil de Víctor Láinez, pues relacionó la estética punk de los jóvenes con una ideología antagónica a la del fallecido.

De las declaraciones de todos los testigos en el atestado se extrae que Rodrigo Lanza y su tres acompañantes accedieron al bar estando presente, sentado en un taburete, Víctor Láinez. Que fue este el que llamó a Lanza y estuvieron hablando durante cinco minutos sin que les viera u oyera discutir. Que cuando los cuatro jóvenes fueron a salir del bar, Láinez salió detrás de ellos, y que finalmente la pelea se produjo dentro del Bar El Tocadiscos.

Según consta en el auto firmado por la jueza Natividad Rapún, al parecer, tras caer la víctima al suelo, Rodrigo le propinó fuertes golpes en la cabeza que le provocaron la rotura de los huesos de la nariz y zonas adyacentes. Lesiones que el Médico Forense considera de gran intensidad traumática.

Por su parte, el letrado de la familia de Láinez, Juan Carlos Macarrón, ha insistido en que Lanza atacó por la espalda al fallecido poniendo de relieve el "aspecto tranquilo, relajado e indolente" del investigado, y no "compungido", durante la declaración, de este jueves. Ha aseverado que "el único autor material fue Lanza" y que sus acompañantes "no tuvieron intervención".

Ana Sebastián, abogada de Rodrigo Lanza, ha afirmado este jueves que la calificación jurídica que figura en el auto dictado por la jueza es "totalmente desproporcionada" y "nada fundamentada ni motivada", así como que "hay múltiples contradicciones entre todos los testigos" y, además, "no existe ninguna versión confirmada".

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