Juicio a La Selba, la CHE contra la repoblación

Los repobladores de La Selba, en el Sobrarbe, acudirán al juzgado de Boltaña acusados por la Confederación de ocupación ilegal, tras años de trabajos para revitalizar una paraje que fue desalojado por la construcción del embalse del Grado, aunque nunca llego a afectarle

Casa rehabilitada en La Selba.

Este jueves una denuncia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sentará en el banquillo a aquellas personas que un día soñaron con dar vida a un paraje abandonado en el Sobrarbe aragonés.

Los habitantes de La Selba han pasado de su anónima lucha por la repoblación, por hacer casa y lugar tomando el camino de una vida alejada de los dictados y la locura de la lógica capitalista, a verse sentados ante un juez por el mero hecho de tratar de revitalizar un conjunto de viviendas, que la construcción de un pantano, que jamás iba a llegar a esa altitud, obligó a desalojar.

El embalse del Grado forma parte de un conjunto de obras hidráulicas en el que desagua el embalse de Mediano, que sirven tanto para el abastecimiento de riegos como para la generación de electricidad. Entre las dos obras fueron capaces de desalojar quince poblaciones. Arasanz, La Corona, Coscojuela de Sobrarbe, Gerbe, La Lecina, Mediano, Ministirio, Morillo de Tou y Plampalacios, fueron desalojados por la construcción del emblase de Mediano; y Clamosa, Lapenilla, Ligüerre de Cinca, Mipanas, Secastilla y Abizanda por las obras del embalse del Grado. Más de un millar de personas hubieron de abandonar sus viviendas durante las décadas de los 60 y los 70, dejando atrás su historia, por unas obras impulsadas por la CHE.

Los desmanes desarrollistas en lo hidráulico en Aragón suelen llevar la firma de la CHE. Durante años este organismo ha sido capaz de construir 135 embalses en la cuenca, de los que 66 están en Aragón y 38 de ellos en territorio oscense. Son muy pocos los que no han afectado a poblaciones.

En beneficio del regadío nunca se ha evitado crear la manida confrontación llano frente a montaña, en la que los y las montañesas han sido siempre las más perjudicadas. Hoy la amenaza de este tipo de obras continúa latente con el recrecimiento de Yesa o el proyecto de Biscarrués como principales exponentes. Todo bajo la permisividad de las instituciones políticas.

Quizá a modo de venganza, la torre románica del pueblo de Mediano asoma de entre las aguas del embalse homónimo como muestra del patrimonio que las instituciones aragonesas han permitido que sea ahogado.

Pero lejos del perjuicio que este tipo de obras genera, la CHE puede ir más allá. A veces rozando un empecinamiento impropio de un organismo que se autodefine como gestor de aguas y riegos. En el caso concreto de La Selba, la CHE denunció a sus habitantes ante la Fiscalía de Uesca, solicitando el desalojo por la vía penal.

Uno de los puntos en los que más hincapié hace la CHE a la hora de pedir el desalojo es que la revitalización de La Selba genera un alto riesgo de incendio forestal, una preocupación que debería tener sobre el resto de sus dominios, pues en general los montes, sotos y bosques bajo dominio de la Confederación suelen estar abandonados.

La Selba pertenece al municipio de Clamosa, y curiosamente se sitúa en el mismo monte que Caneto y que Aldea Puy de Cinca, ambos legalmente cedidos por la CHE, por lo que el riesgo de incendio forestal sería similar. Sin embargo, este organismo no parece estar de acuerdo con la revitalización de este paraje concreto.

Desde luego la situación de La Selba es contradictoria. Mientras la despoblación avanza sembrando preocupación social y política, sus habitantes serán juzgados por revitalizar este paraje en el Sobrarbe. Atajar la despoblación en Aragón es una labor que ya está siendo impulsada desde el Gobierno de Aragón, que se encuentra en pleno desarrollo de una directriz demográfica de lucha contra la despoblación que verá la luz en octubre. Los ayuntamientos de La Fueva, Secastilla y l’Aínsa, así como la Comarca del Sobrarbe han mostrado su apoyo a los repobladores de La Selba, además de las más de 3.500 firmas en su favor.

Con su actitud, la CHE, órgano poseedor de la potestad total para la cesión del núcleo habitacional de La Selba, no solo pone palos en las ruedas del atrevimiento propio de quien trata de revitalizar un despoblado, sino también, en las del esfuerzo público y colectivo que destina dinero, apoyo y conocimientos tratando de revertir una situación ciertamente preocupante.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies