Abiertas al público las trincheras republicanas entre Monzón y Selgua

Esta ruta en la Línea del Cinca permitirá recorrer a partir de ahora la defensa creada por el bando republicano en 1937 que discurría entre las dos localidades, que dotada de fortificaciones y trincheras, llegó a tener capacidad hasta para 4.000 soldados.

Visita institucional a las trincheras recuperadas por la Diputación oscense y el Ayuntamiento de Monzón.

El patrimonio y la memoria histórica son más accesibles entre Monzón y Selgua tras la recuperación de restos de fortificaciones y trincheras en una ruta turística que han abierto el Presidente de la Diputación de Uesca (DPH), Miguel Gracia, y el alcalde montisonense, Álvaro Burrell, como máximos responsables de las administraciones que han sufragado estas actuaciones.

Este viernes han realizado este paseo por la historia reciente junto al presidente de la Comarca de Cinca Meya y otros responsables institucionales, vecinos y asociaciones de Selgua y técnicos especializados que desde el principio han colaborado en dar forma a esta ruta en la Línea del Cinca, la principal obra defensiva que construyó el bando republicano en Aragón durante la Guerra Civil.

Ahora, los restos de la que fuera una de las etapas más decisivas y duras de la historia “deben servir para la memoria, el recuerdo y, sobre todo, que no caiga en el olvido de las generaciones de jóvenes la mucha gente que luchó por las libertades, la democracia, lo que consideran en aquel momento fundamental”. Es lo que ha manifestado el Presidente, Miguel Gracia, refiriéndose a que esta ruta va más allá de su vertiente turística “tiene una importancia simbólica, es un acto de justicia histórica”.

Esta actuación es una de las más significativas del programa de memoria histórica de la DPH que ha desarrollado durante el pasado año con un presupuesto de 70.000 euros que, tal como ha afirmado Gracia, se incrementa para 2018 hasta llegar a los 100.000 euros.

En palabras del alcalde de Monzón, “es necesario revalorizar el patrimonio más cercano por duro que sea” y considera un acierto unir el hacer los puntos visitables y accesibles con la recuperación de la memoria histórica. Álvaro Burrell ha hablado de una primera fase  porque “queremos seguir trabajando” en esta Línea del Cinca donde queda patente la relevancia que tuvo el sector de Monzón, con posiciones estratégicas en Selgua, Monzón y Castillón d'o Puent.

La creación de esta ruta viene a completar la señalización de otras en Monzón como es la de la antigua Judería, otra que recorre los lugares emblemáticos del casco histórico o la ruta del Camino de Santiago.

El recorrido que propone esta ruta ya abierta al público comienza en las cañoneras del Castillo de Monzón y continúa por los márgenes del río Cinca donde destacan por su estado de conservación los elementos en la localidad de Selgua, trincheras, nidos de ametralladoras, polvorines o refugios localizados en las inmediaciones del barranco de La Clamor, y en el cerro de San Salvador donde también se ubica la ermita del mismo nombre en la que se pueden ver todavía las huellas del conflicto en los relieves de sus paredes y que pone punto final a la ruta. Para darla a conocer, el Ayuntamiento de Monzón ya ha organizado visitas un domingo cada mes, los primeros serán el 28 de enero, el 18 de febrero y el 4 de marzo y estará guiada por especialistas del GRIEGC, el grupo de investigación y estudio de espacios de la Guerra Civil quienes también son los autores del estudio de donde parten las actuaciones realizadas.

Los trabajos en esta zona de valor histórico se han prolongado durante varios meses y han supuesto una inversión de 22.500 euros, fundamentalmente aportados por la DPH en colaboración con el Ayuntamiento de Monzón. Durante este tiempo, se han realizado labores de limpieza en el terreno, la instalación de carteles interpretativos y de señalización, así como otros elementos expositivos, además de diseñar la ruta y elaborar los contenidos que profundizan en el conocimiento de esta etapa histórica.

En la visita también ha participado la Vicepresidenta de la DPH, Elisa Sancho, el presidente de la Comisión de Cultura, Francisco Mateo, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Monzón, Adelardo Sanchís, y el diputado de Cambiar Huesca Luis Arduña, quien ha detallado otras líneas de trabajo que se están llevando a cabo desde la DPH, como es el de favorecer el esfuerzo de las asociaciones memorialistas en la búsqueda de las personas desaparecidas y la colaboración con las familias en la recuperación de cuerpos de las víctimas, “algo necesario”, ha señalado.

En estas trincheras se ve cómo la vida de los soldados fue muy dura debido a las condiciones que debieron de soportar, a los ataques del enemigo se añadían las inclemencias del tiempo como el frío, la lluvia o el barro… La Línea del Cinca de la que forman parte se extendía desde las inmediaciones del Pirineo y las obras se empezaron a construir al principio de la contienda.

En 1937 se habían construido más de siete kilómetros de trincheras, trece kilómetros de caminos cubiertos, centenares de nidos de ametralladoras acompañados por asentamientos artilleros y refugios para las tropas con capacidad para 4.000 soldados. A pesar de los esfuerzos del bando republicano, la Línea del Cinca no fue obstáculo para el avance del ejército nacional en su ofensiva en Aragón en marzo de 1938 y buena parte de las fortificaciones, algunas ahora recuperadas, acabaron siendo destruidas.

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