Tras 20 años, desde 1997, sin actualizar el callejero fiscal en Zaragoza, éste se ha quedado obsoleto en la aplicación del Impuesto de Actividades Económicas. Por ello, desde el gobierno de ZeC se ha propuesto un estudio, que ha realizado un equipo de docentes de la Universidad Pública de Zaragoza, para adaptar a la realidad esta situación. El informe –estrictamente técnico y profesional-, titulado “Confección del callejero municipal de la ciudad de Zaragoza desglosado por categorías fiscales”, tiene entre otros objetivos reducir de nueve a siete las categorías fiscales que existen en la capital aragonesa.
De este modo, “sin intención de recaudar más en principio, sí que grave más a aquellos que pueden aportar más, y grave menos, o nada, o incluso a la baja, a aquellos que pueden aportar menos”, asegura el consejero de Economía, Cultura y Turismo, Fernando Rivarés. Así pues, las empresas, comercios y sociedades que facturen más de un millón de euros netos al año verán incrementado el pago fiscal. Por eso se va a proponer la aplicación de mayores coeficientes “para que empiecen a pagar aquello que siempre debieron pagar y que no pagaban porque el callejero fiscal hace 20 años que es viejo”, asegura Rivarés.
“Cuando encargamos en abril a la Universidad pública el nuevo callejero fiscal no tuvimos nunca ninguna intención recaudatoria, queríamos hacer justicia, saber como 20 años después, los grandes negocios tienen que estar categorizados fiscalmente en función de la situación del nivel del negocio, etc. No hay ninguna pretensión de recaudar más”, ha insistido el consejero. “Ahora, una vez que hay que cobrar impuestos, vamos a intentar cobrarlos de aquellos que pueden aportar más, que nos permita mantener o bajar aquellos que pueden pagar menos”, ha señalado Rivarés.
“No es de justicia que los grandes grupos con grandes facturaciones de negocio situados en lugares donde pagan muy poco, lo sigan haciendo porque tienen que pagar lo que merecen, porque por vez primera, esas zonas tiene que tener su categoría fiscal adecuada”, advertía el consejero municipal. Y añadía, “desde luego lo que no queremos nunca es recaudar menos de lo que hay, porque esa recaudación es la que paga las políticas sociales”.
“Los grandes cambios se producirían en las zonas nuevas, como Arcosur, Puerto Venecia, tramos del Áctur y Valdespartera, mientras que en los barrios consolidados apenas se experimentaría un cambio”, sostiene Rivarés. De esta forma, el estudio realizado por la Universidad de Zaragoza establece que el 40 % de los tramos de calles que hasta ahora ocupaban la categoría ocho, al reducirse a siete, pasan a distribuirse en las categorías cinco, seis y siete. No obstante, el bajar o subir de categoría no implica un cambio en el pago del tributo.
Esto quiere decir que los tramos de calles situados en la categoría uno pagarán más que los que estén en la categoría dos, y así sucesivamente hasta la categoría siete. Pero siempre que las empresas, comercios y sociedades facturen más de un millón de euros netos al año. Por lo tanto, a dichas empresas o comercios que no tengan esta facturación no se les aplicará subida de ningún tipo.
El estudio está basado en la aplicación de una serie de variables que tienen en cuenta el tamaño del tramo –no de la calle-, la calidad urbanística, el estado de conservación, el valor catastral de los equipamientos y edificios, la actividad económica, el ocio, las zonas verdes y el transporte. Manuel Salvador, profesor de Estadística de la Facultad de Económicas y uno de los docentes que ha llevado a cabo el estudio, afirmaba que “se ha dado más importancia al valor catastral, la actividad económica y el transporte, seguido del ocio y el urbanismo, mientras que se les ha dado menos peso a las zonas verdes o la conservación”.
Ejemplos de tramos ubicados en cada categoría
Categoría uno: Paseo Independencia, Paseo Las Damas, Paseo Pamplona, Grancasa, Paseo de la Constitución, Plaza de los Sitios, Paseo Sagasta, Avenida María Zambrano.
Categoría dos: Plaza San Francisco, Eduardo Ibarra, San Vicente de Paul, Coso Bajo, galería comercial de Puerto Venecia.
Categoría tres: Pedro Cerbuna, Arzobispo Domenech, Paseo de los Rosales.
Categoría cuatro: Plaza Huesca, Doctor Iranzo, Jorge Guillén.
Categoría cinco: Plaza San Gregorio, Avenida Santa Isabel, Avenida de la Ilustración.
Categoría seis: Un americano en Paris, Tintoretto, Johann Sebastian Bach.
Categoría siete: Avenida Diagonal, Avenida Cañones de Zaragoza, Avenida del Ozono.
La reclasificación incluye, por ejemplo, el caso de la galería comercial de Puerto Venecia –actualmente en la categoría nueve-, pasaría a formar parte de la categoría dos. Y la zona donde está ubicada Leroy Merlín e Ikea, por su menor actividad económica, pasaría a la categoría número cinco.
Cabe recordar, que el ayuntamiento de Zaragoza ha conseguido recaudar este año 21,1 millones de euros por el ingreso del Impuesto de Actividades Económicas aplicado a más de 7.000 empresas, sociedades y comercios. Y aunque todavía no se conoce la cuantía que implicaría la aplicación de la reforma del callejero fiscal, porque “todavía no está pactado el coeficiente”, el objetivo del ayuntamiento sigue siendo que se grave más a aquellos que ganan más, “esto es el abc de la socialdemocracia”, concluía Rivarés.