Este miércoles 15 de mayo, Día de la Nakba (Día del Retorno) el Foro Palestina Libre de Zaragoza ha convocado una concentración para exigir algunos derechos que desde hace ya 71 años se les ha negado a la población palestina, entre ellos, volver a casa. A partir del 15 de mayo de 1948, un día después de la proclamación unilateral e ilegal del Estado de Israel, los grupos paramilitares sionistas iban a convertirse en "ejército regular".
Muchos de sus líderes, “genuinos terroristas y responsables de numerosos atentados contra sus propios socios británicos, acabarían ocupando cargos en el gobierno. A alguno hasta le concederían, años después, algún premio Nobel de la Paz”, recuerda esta asociación palestina. Tras el acuerdo entre el gobierno de Londres y Naciones Unidas, con la bendición de la Comunidad Internacional, el Pueblo Palestino empezó a vivir en 1948 su “nueva y peor pesadilla”: masacres, expulsiones, quema de casas y aldeas, terror, exilio, refugio y miseria.
Hace 10 días, entre el 5 y 6 de mayo, 27 personas fueron asesinadas en Gaza por los ataques del ejército sionista. Entre ellas 4 mujeres, 2 de ellas embarazadas, un bebé de 4 meses y un niño de 12 años. En 48 horas, 130 viviendas fueron reducidas a escombros y otras 700 sufrieron graves destrozos.
El 15 de mayo del año pasado, EEUU e Israel inauguraban la mudanza de la embajada estadounidense a Jerusalén. "Amigos, qué glorioso día", celebraba Netanyahu. El yerno de Trump, Jared Kushner, declaró que "apoyamos a Israel porque ambos creemos en los derechos humanos, la democracia que vale la pena defender". A la vez, fuera de la nueva embajada, decenas de personas que se manifestaban fueron golpeadas y arrestadas por las fuerzas de seguridad israelíes. “Ante la escena, los civiles israelíes celebraban la apertura de la embajada, aplaudiendo y cantando ¡Quemadlos, disparadles, matadlos!". apuntan desde Foro Palestina Libre Zaragoza.
Israel: matar por no poder encarcelar
En Gaza, a solo 75 kilómetros de Jerusalén, los soldados del ejército de ocupación mataron a más de 60 personas en apenas 24 horas, incluida una niña de ocho meses. El número de heridos era incontable. Un periodista del canal irlandés RTE preguntó a Michal Maayan, joven portavoz del gobierno Israelí: "¿Por qué las fuerzas israelíes han disparado a matar contra los manifestantes en la frontera de Gaza?". El estado genocida respondía, "bueno, no podemos meter a toda esa gente en la cárcel".
Sin embargo, esta asociación prefiere hacerse otras preguntas, “¿Por qué 4 de cada 10 hombres palestinos, incluidos centenares de niños, ha pasado por la cárcel? ¿Por qué la tortura es legal y habitual? ¿Por qué entran los soldados a las escuelas a detener a niños de primaria? ¿Por qué tantos disparos en la cabeza a sangre fría? ¿Por qué se divierten los soldados sionistas disparando a niños por la calle? ¿Por qué les hieren en las piernas para dejarlos inválidos de por vida? ¿Por qué hay mujeres palestinas que dan a luz atadas en la cárcel?”.
Para esta entidad la respuesta por parte del Estado de Israel es clara y constante, “porque no pueden matarlos a todos de una sola vez, que es lo que les gustaría hacer”. Además hay una población, la israelí, a la que seguir educando en el fanatismo racista y el terror para que siga “pidiendo más sangre, para que críe a sus niños subiéndolos a los tanques y pintando mensajes en los misiles que destrozan casas, escuelas, hospitales, vidas, pueblos, ciudades y familias”.
Una población que vote al “más cruel y sanguinario” de sus candidatos y en definitiva, “una sociedad psicópata y paranoide, nacida y organizada en torno al crimen de estado, que no vea seres humanos sino cucarachas a las que eliminar a sangre fría”, señala esta asociación palestina.
El Acuerdo del Siglo
Donald Trump y Netanyahu anunciaron que el 15 de mayo, otra vez un 15 de mayo, harían público su "Acuerdo del Siglo". Así han llamado al último paso para “asesinar” el derecho de autodeterminación del Pueblo Palestino y reducir su territorio a una serie de islotes incomunicados y sujetos a voluntad de esa alianza.
Sobre el papel, aunque los cómplices son muchos más, los principales patrocinadores del "Acuerdo del Siglo" serán los estados petroleros del Golfo, pues ellos son los que “sacarán más tajada en su papel de guardianes de la zona”, advierten. También EEUU, la Unión Europea, incluido el Estado español, China, Corea del Sur, Australia o Canadá.
Entre las condiciones de este acuerdo se encuentran la creación de una Nueva Palestina en Cisjordanía, aunque Israel no devolverá ninguna de las coloniales ilegales que ha ido estableciendo con la intención de extenderse y Jerusalén caerá en manos del Estado israelí. Otras medidas de este acuerdo son el refuerzo del apartheid en la ciudad, por ejemplo, no se permitirá que los judíos compren casas árabes ni que los árabes compren casas judías. Asimismo, Hamas deberá entregar todas las armas y esta Nueva Palestina no podrá tener ejército, sino que tendrá que pagar para que Israel le brinde un servicio policial.
Este acuerdo finaliza con una amenaza de EEUU, quien lo rechace será castigado con el bloqueo financiero del gobierno estadounidense.
Ninguna de las condiciones incluye el derecho al retorno de los millones de expulsados, ni respeto de fronteras. De hecho, el acuerdo permite que el Estado israelí no determine sus fronteras. Una oportunidad única para seguir ampliando sus fronteras como ha hecho desde aquel 15 de mayo de 1948. Asimismo, se ha firmado sin preguntar a la víctimas y desde esta asociación advierten de que cuando las víctimas digan “no”, cuando el Pueblo Palestino siga resistiendo, le llamarán "terrorista".
Cualquier norma legal internacional es incompatible con la existencia del estado sionista y recuerda que lo que el Pueblo Palestino lleva un siglo sufriendo es una ocupación colonial, primero bajo mandato británico y luego regalada a un proyecto estratégico “racista, fanático y sangriento llamado sionismo”.
El Pueblo Palestino lleva 71 años resistiendo un apartheid, un genocidio, una limpieza étnica lavada, blanqueada y financiada, en parte, por el Estado español, entre otros. “Nuestros gobiernos, todos y cada uno de ellos hasta hoy, parecen orgullosos de formar parte de ese Club Mundial del Crimen de Lesa Humanidad. Todos ellos son indignos, ilegítimos y violadores de la legalidad internacional. Todos ellos son cómplices y colaboradores. Todos ellos merecen nuestro más profundo asco. No nos merecerán el mínimo respeto ni obediencia alguna hasta que se dignen a hacer lo que firman”, concluyen desde el Foro Palestina Zaragoza.