Zaragoza sale a la calle en el Día Mundial de las Personas Refugiadas

Las cifras, según ACNUR, hablan de 25.000 personas muertas en el mar Mediterráneo y más de 65 millones de personas desplazadas por todo el mundo por causas de la guerra, la violencia y la violación de Derechos Humanos. Mientras tanto, las instituciones continúan sin establecer medidas que garanticen los derechos para las personas refugiadas. El acuerdo firmado entre la UE y Turquía es buena prueba de ello

Foto: @arainfonoticias

Alrededor de 150 asociaciones, entre colectivos y plataformas, salieron este lunes a la calle en Zaragoza para conmemorar el Día Mundial de las Personas Refugiadas, bajo el lema ‘SOS Refugiados. No te refugies en la resignación’. La marcha ha estado encabezada por un grupo de personas que a modo de representación, han escenificado el dolor y el cansancio que sufren aquellas familias que tiene que tomar la terrible decisión de abandonar su país para salvar la vida.

El recorrido de la manifestación, que ha partido desde Plaza España, se ha desarrollado con gritos en contra del pacto firmado entre la UE y Turquía, y a favor de las personas refugiadas. ‘No son delincuentes, son supervivientes’ o ‘Abrir las fronteras’, han sido algunos de los ejemplos con los que los y las manifestantes han simbolizado su protesta.

La plaza del Pilar, enfrente del edificio de la Lonja, ha sido el escenario donde ha concluido la marcha. Allí, se ha dado lectura a un manifiesto por el que todas las asociaciones firmantes y convocantes del acto han solicitado “un cambio de rumbo que frene la violación de derechos de las personas migrantes y refugiadas”, sin excepción. Simeón Kossi, periodista y refugiado togolés que vive en Zaragoza ha sido el encargado de leer el escrito.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reconoce en su primer artículo, “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. De esta forma comenzaba la lectura de dicho manifiesto.

Simeón Kossi también ha querido recordar lo recogido en el artículo 14 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas y que dice así, “en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él en otros países”. Un derecho fundamental que los diferentes Estados de la Unión Europea parecen desconocer, anteponiendo los intereses económicos por encima de los derechos de las personas. El acuerdo firmado el pasado 18 de marzo entre la UE y Turquía es buena prueba de ello.

Sin embargo, el periodista togolés ha denunciado que “las políticas europeas de emigración y asilo, lejos de dar una respuesta solidaria basada en el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, han puesto en grave riesgo la vida de miles de personas, muchas de ellas mujeres, niñas y niños, convirtiendo el mar Mediterráneo en la mayor fosa común en el mundo”, poniendo así el foco en los errores cometidos por la UE en este ámbito.

Las cifras, según ACNUR, hablan de 25.000 personas muertas en el mar Mediterráneo “en los últimos 15 años”, y más de 65 millones de personas desplazadas por todo el mundo por causas de la guerra, la violencia y la violación de Derechos Humanos. De los cuales, 21 millones de personas son refugiadas, y el 51% son menores de 18 años. Mientras tanto, las instituciones continúan haciendo la vista gorda y siguen sin establecer medidas que garanticen los derechos para las personas migrantes y refugiadas.

Durante la lectura del manifiesto, Kossi ha hecho referencia a una cita del escritor portugués y premio Nobel de Literatura, José Saramago. “La ley abusará de su poder siempre que se comporte como si la persona que tiene delante no existe”, fin de la cita. Una prueba más que refleja la situación actual dentro de la Unión Europea en materia de legislación. Así pues, para Kossi, ésta “debe de ser un ejemplo de solidaridad y actuar conforme a los valores que formaron el cimiento del proyecto europeo”.

Por todo ello, las organizaciones firmantes exigen a la Unión Europea y a los Estados miembros, “cambiar el enfoque las políticas de migración y asilo, poniendo en el centro a las personas y sus derechos. Cumplir la legalidad europea e internacional. Retirar el acuerdo con Turquía. Aportar vías legales y seguras para que las personas migrantes y refugiadas no tengan que arriesgar sus vidas en peligrosas rutas”.

Al mismo tiempo, se reclama “garantizar una acogida digna y adecuada protección que incluya la atención humanitaria y el respeto a los derechos humanos, así como cumplir los compromisos asumidos en este sentido, habilitando los presupuestos y los recursos acordes al desafío humanitario, fruto de las guerras y sus maldades”.

Para concluir, Simeón Kossi ha asegurado que “la acogida de las personas en busca de refugio y de protección internacional no puede demorarse por más tiempo, pues el sufrimiento y la desesperación no entienden de plazos”. Aplausos y reconocimiento para alguien que ha vivido en primera persona este horrible drama por el que atraviesan millones de personas refugiadas en todo el mundo.

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