Zaragoza en Común lanza una propuesta para modificar la línea estratégica de Ecociudad

El proceso, que se abrirá durante el plazo de un mes, consistirá en que cualquier consejero o consejera pueda hacer llegar a la presidencia una propuesta de equipo de dirección o candidatura, así como un proyecto de dirección estratégica de Ecociudad, todo ello “con el ánimo de avanzar y de superar el bloqueo político que vive la sociedad”

Imagen de archivo de Artigas y Muñoz durante una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Zaragoza. Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)

La concejala de Movilidad y Medio Ambiente, Teresa Artigas y el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, han anunciado este martes en rueda de prensa el lanzamiento de una propuesta que sirva para modificar la línea estratégica y los órganos de dirección de la sociedad municipal de Ecociudad. La decisión ha sido tomada, a juicio de Artigas, “vistos los acontecimientos de los últimos días en el seno de las conclusiones de la comisión especial de investigación”.

“Hemos decidido dar un paso adelante porque existe un bloqueo político en el seno de Ecociudad, prácticamente desde el inicio de la legislatura, que ha impedido remunicipalizar las depuradoras, que ha llevado consigo que los pliegos de condiciones que se aprobaron tampoco eran los que había propuesto el gobierno, sino que fueron pliegos aprobados por PP, PSOE y Ciudadanos (…) y también se han negado a que el Ayuntamiento rescate los servicios”, lamentaba.

Según la concejala, estos tres partidos también se han negado durante la comisión de investigación a la implantación de mecanismos de participación, de transparencia y de prevención de irregularidades dentro de la sociedad municipal de Ecociudad. Existiendo con ello "un bloqueo de facto en cuestiones de gestión, incluso con el hecho de querer llevar a cabo un mayor control de las contratas que dependen de Ecociudad”, apuntaba Artigas.

“En esta situación de bloqueo político continuo por parte de estos tres grupos municipales, de este tripartito de la depuración, o nos dejan gobernar y que sean los órganos directivos de la sociedad, en este caso la presidencia y la vicepresidencia, las que marquen las líneas estratégicas de la sociedad, o como no está siendo así, vamos a lanzar un proceso de renovación de la confianza en el seno de Ecociudad Zaragoza”, subrayaba la concejala.

El proceso, que se abrirá durante el plazo de un mes, consistirá en que cualquier consejero o consejera pueda hacer llegar a la presidencia una propuesta de equipo de dirección o candidatura, así como un proyecto de dirección estratégica de Ecociudad, todo ello “con el ánimo de avanzar y de superar el bloqueo político que vive la sociedad”.

De esta forma, en el momento en el que se presenten dichas candidaturas o proyectos, éstos serán sometidos a los procedimientos habituales “para delimitar y para decidir quiénes son los órganos directivos”. Mientras tanto, continuarán siendo los actuales órganos directivos quienes sigan llevado el control de la sociedad, matizaba Artigas, además de “tener cualquier tipo de conversaciones con los grupos municipales que así lo deseen”.

La concejala de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza se ha dirigido “especialmente” con este llamamiento al grupo municipal socialista “para que aclare de qué lado está”. Es decir, para que éste defina su posición sobre la gestión pública del agua, sobre la participación y la transparencia, y por el control de las contratas que operan en Ecociudad.

Por su parte, el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, explicaba que Zaragoza en Común quiere gobernar la sociedad municipal pero lo quieren llevar a cabo “con un programa estratégico y unas líneas que son las que defendemos”. Unas líneas con las que se propone un futuro estratégico basado en la gestión pública integral de este servicio básico, evitando así el negocio que se crea alrededor del agua.

“Tenemos que ser capaces de que cualquier persona tenga el acceso al agua en condiciones mínimas, y eso es una cuestión básica”, recalcaba Muñoz. También ha recordado la necesidad de construir infraestructuras públicas vinculadas al agua, pero llevarlas a cabo teniendo en cuenta tres principios, el raciocinio, la eficiencia y la sostenibilidad medioambiental.

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